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El Muro de Geraardsbergen se ascendió por última vez en 2011
Amberes. La ciudad del diamante y de Brabo y puerta, durante siglos, de la Europa continental al comercio marítimo, abrirá a partir del próximo año una nueva era en la ya larga historia de la Vuelta a Flandes, que acaba de anunciar esta misma mañana que esta urbe será el punto de salida de la Vlaanderen’s Mooiste por un periodo mínimo de cinco años. El traslado del punto de partida de una de las carreras más importantes y, sin duda, el evento deportivo más multitudinario de Bélgica, no será la única novedad que presente una carrera que, tal y como pedían a gritos los aficionados locales y de todos los rincones del planeta ciclismo, volverá a contar con el Muro de Geraardsbergen en su recorrido por primera vez desde su desaparición en el año 2011.
Pero, vayamos por partes. Brujas dejará de albergar la salida de De Ronde y para ello existen muy buenos motivos. Concretamente, 400.000 euros anuales de motivación, exactamente el doble de la cantidad que venía pagando Brujas será lo que desembolse Amberes por cada una de esas cinco ediciones ya comprometidas que, tal y como explica Wouter Vandenhoute, de Flanders Classics, “es una cantidad basada en el precio para la salida de una etapa llana en el Tour de Francia”. Pero la polémica ya está servida ya que el alcalde de Brujas se ha apresurado a decir que “la cuestión financiera no ha sido importante. Nosotros teníamos la capacidad y la voluntad de igualar esa cifra, pero no nos han dado la oportunidad. Sencillamente, los organizadores querían llevarse la salida a Amberes”.
Pero, en realidad, este es un detalle minúsculo y poco importante. Lo que realmente importa a los aficionados es el desarrollo de la parte sustancial de la carrera, esa que llega cuando los corredores comienzan a hacer frente a las subidas y tramos adoquinados que son la esencia de la carrera. En este sentido, la carrera va a encontrar pocos cambios y el desarrollo de la misma va a tener un devenir muy similar al de las últimas ediciones.
El anuncio de la vuelta al recorrido del Muro (insistimos, en el ciclismo sólo existen dos muros: Geraardsbergen y Huy, todo lo demás son colinas) no significa que desde Flanders Classics se haya renunciado a una apuesta, la del triple paso por el Viejo Kwaremont y el Paterberg, que tan buenos resultados ha dado en los últimos años.
Evidentemente, la aproximación a esa zona decisiva y definitiva será distinta en tanto y cuanto se ha trasladado el inicio de la carrera y se pasa por el Muro, pero los detalles concretos sobre el recorrido todavía no se conocen, aunque los cambios únicamente afectarán a esa primera parte de la carrera en la que nunca encontramos subidas o dificultades de relieve.
Sí se sabe, sin embargo, que una vez finalizado ese primer tramo de aproximación, el pelotón entrará en la parte decisiva de la carrera a través del Viejo Kwaremont, que volverá a ser la primera subida del día desde donde, a través de siete subidas previas, se llegará al Muro, una dificultad que ha podido volver al recorrido, en palabras del propio Vandenhoute “porque el trazado desde Amberes lo hace posible. Siempre me sentí muy triste por haber tenido que tomar la decisión de hacer desaparecer el Muro de la carrera, pero viniendo desde Brujas era imposible meterlo”.
El máximo responsable de Flanders Classics explica que “de hecho, para nosotros habría sido más fácil meter el Muro como primera subida del día ya que viniendo de Amberes nos venía muy bien hacerlo, pero eso habría sido un acto simbólico. El Muro no habría sido importante en la carrera. Por eso, hemos tomado esta decisión y hemos conseguido situarlo a unos 95 kilómetros de la línea de meta, que es el punto ideal para romper la carrera de forma definitiva”.
