Lampre abandona el MPCC por el caso Ulissi

El italiano con el maillot 2015 © Lampre

El italiano con el maillot 2015 © Lampre

El equipo italiano Lampre-Merida ha comunicado oficialmente su «imposibilidad para confirmar su adhesión al Movimiento Por un Ciclismo Creíble (MPCC).

Esta decisión también se debe a las circunstancias del caso de Diego Ulissi -actualmente cumpliendo sanción por dopaje– que «han puesto el equipo en la obligación de una opción clara, porque los principios establecidos por el MPCC se oponen a las reglas de derecho laboral y Reglamento de la Unión Ciclista Internacional (UCI)».

El conjunto dirigido por el mánager sudafricano Brent Copeland afirma que tiene «la obligación de mantener el puesto de trabajo de su corredor Diego Ulissi, asegurando que el corredor tiene derecho a volver a la competición – atendiendo a los reglamentos de la UCI – a partir del 28 de marzo de 2015».

Por lo tanto, la decisión es clara y se ven «obligados a aplazar la adhesión al MPCC» aunque avisan de que evaluarían «una petición de readmisión en el momento en el que las normas del movimiento – compartidas y admitidas incluso en circunstancias desfavorables al equipo en el pasado- estén de acuerdo con los dictados superiores de las instituciones y organismos de referencia».

La guerra abierta entre equipo y movimiento

La guerra empezó cuando se anunció el regreso de Ulissi a la competición en el País Vasco en una presunta incoherencia con las reglas del organismo que vela por la limpieza en el ciclismo profesional. La norma número cuatro es el fondo de la cuestión que les separa que dicta los miembros del MPCC no pueden contratar -dentro de los dos años siguientes a la suspensión- corredores declarados culpables de violación de normas antidopaje y suspendidos al menos seis meses por sus federaciones nacionales o internacionales”.

La ahora polémica regla 4 no habla de contratar “nuevos corredores” como sostiene el Lampre, sino de tener “contrato en vigor”. A diferencia de la amplia mayoría de los equipos que despiden fulminantemente a sus corredores cuando dan positivo -tolerancia cero-, el conjunto italiano -inmerso en el juicio antidopaje de Mantova con cerca de 30 acusados- ha mantenido a Ulissi en su plantilla, no le ha aplicado -oficialmente- ninguna sanción económica y/o disciplinaria, sino que cuenta con él a todos los efectos y lo considera como una de sus principales bazas para el calendario previsto en el País Vasco, las clásicas de las Ardenas, Romandía y el Giro de Italia, donde el año pasado ganó dos etapas y posteriormente en la undécima dio el famoso positivo.

El conjunto transalpino estimó que no vulnera ninguna norma. “La vuelta de Ulissi a la competición en el equipo respeta plenamente las normas y reglamentos del MPCC, a saber, el artículo 4. Una vez más el equipo ha respetado las normas y reglamentos del MPCC, como siempre hemos hecho en el pasado, a pesar de que diversas situaciones han sido una desventaja para nosotros”. Efectivamente. La noticia bomba de la víspera de la pasada Vuelta a España en Jerez de la Frontera fue la baja del nada menos que el dorsal 1, Chris Horner, por tener bajos los niveles de cortisol. Para la UCI podría haber salido, pero no así para el MPCC, por lo que el Lampre dejó fuera de la ronda española a su último y sorprendente ganador en 2013.

Tener ya bajo contrato a Ulissi antes de su positivo avala la decisión de mantener al toscano, según Lampre. “Esta regla se aplica a la contratación de nuevos corredores. Como Ulissi ya tiene un contrato con el equipo, esta regla, por lo tanto no se aplica a su caso y no comprendemos la necesidad de aclarar nuestra posición”. Y la palabra “nuevos” para el MPCC no existe por lo que Ulissi -según el grupo de Legéay- debería estar despedido del equipo y ninguno de sus miembros podría contratarle hasta 2017. Una circunstancia que impidió el fichaje de Franco Pellizotti por el Astana el año pasado, un corredor que pidió especialmente Vincenzo Nibali para su corte de escaladores.

Como informamos en su día, las autoridades antidopaje suizas aplicaron una sanción de nueve meses a Ulissi por “la presencia de una cantidad anormal de salbutamol (1.900 ng / ml), por encima del límite permitido por la normativa, que establece el límite en 1.000 ng / ml” según el comunicado que en su momento hizo público la Unión Ciclista Internacional (UCI) en un control realizado con motivo de la undécima etapa de la pasada edición del Giro de Italia.

Tal y como adelantó Ciclo 21, Ulissi pudo volver a correr ya en la pasada temporada gracias a una autorización de la UCI, aunque las autoridades del país helvético corrigieron esa primera decisión tal y como anunció el rotativo italiano La Gazzetta dello Sport.

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