Al flamante tetracampeón de España de cyclo-cross Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk) le ha costado bastante volver a su rutina normal de deportista tras el inolvidable éxito del pasado domingo en Segorbe. «Sí es verdad que el lunes y martes estuve más pendiente del teléfono que de la bici. Han sido muchísimas felicitaciones, mensajes y comentarios en las redes sociales y la verdad es que nunca me había visto tan animado y apoyado como ahora. Se agradece que tanto la afición como mis sponsors hayan estado ahí en estos dos años y pico más difíciles. En cualquier caso, el miércoles y jueves sí pude entrenar bien y hemos cumplido el plan previsto tras los Campeonatos».
Tras recoger ayer en la sede central de la casa Spiuk su nuevo maillot rojigualda, el alavés viaja en avión a última hora de la tarde hacia tierras flamencas para afrontar tres de sus, a priori, cuatro últimas carreras de la temporada. Antes de la Copa del Mundo de Nommay (domingo, 26) y del Mundial de Hoogerheide del 2 de febrero -para el que fue seleccionado a mitad de semana por el ‘coach’ de la Real Federación Española de Ciclismo, Pascual Momparler, y al que viajará tras sus últimos entrenamientos por Euskadi-, Larri estará en el Kasteelcross de Zonnebeke (mañana, 15h) y en el Soudal Cyclocross Leuven (domingo, 15h, VIER.be).
«No estaremos los quince días en Bélgica más que nada por desconectar un poco, porque si te pilla mal tiempo allí se puede hacer dura la semana», explica Larrinaga. «Habrá que ver exactamente quién corre en Zonnebeke, pero siendo un circuito aparentemente sin tramos técnicos, una C2 y con el Mundial cerca, creo que se dan las circunstancias para que podamos hacer buena carrera. En Leuven sí estarán todos los grandes, y además es un circuito un poco más complicado, con bajadas incluso un poco peligrosas. Veremos allí cuánto barro se ha acumulado y cómo podemos encarar estas pruebas.»
«Ya vamos yendo a Bélgica de otra manera, no con el miedo de otros años sino con la confianza de los buenos resultados y la tranquilidad de vernos sólidos en todos los terrenos. Quizás este fin de semana sí sea más para reencontrar sensaciones y volver a la ‘realidad’, para luego intentar hacer buena carrera en Nommay», reconoce un Larri que no espera acusar el desgaste de estos cuatro meses de campaña. «De por sí, la victoria del Campeonato me va a ayudar a estar mejor y más motivado, pero además creo que es el año que mejor estoy acabando físicamente. Quedan por delante dos fines de semana por medio de ‘mini-Mundiales’, con toda la gente importante, y hay que seguir en esta buena línea para tratar de acabar el año con un buen Mundial«.
Prensa Larrinaga