Javier Ruiz de Larrinaga (MMR CX Team) compareció esta mañana ante los medios en las instalaciones vitorianas de Cafés La Brasileña, muchos años partícipe de las exitosas andanzas del ciclista de Ametzaga, para valorar la décima campaña en profesionales de un hombre que llegó casi de rebote al ‘barro’ y se convirtió, con constancia, profesionalidad y una inteligencia que le hace llegar más lejos que muchos otros, en el especialista de referencia en nuestro país en una generación.
“Por resultados, evidentemente no puedo decir que haya sido mi mejor temporada, pero hay otras muchas circunstancias que contribuyen a que piense que sí lo ha sido”, explicaba Larri -que volvía el pasado lunes de Bélgica y cerraba así cinco largos meses iniciados el 16 de septiembre en Las Vegas- con anterioridad al encuentro. “Ha sido un año muy duro en lo psicológico: las victorias no llegaban, en muchas ocasiones porque hemos tenido el invierno más seco que recuerde y los circuitos no eran para mí. Algunos golpes de mala fortuna te van minando y sólo te queda seguir empujando. Por fortuna, gané la semana antes del Nacional, gané el Campeonato de España… y ahí te cambia todo. Este último mes ha sido de los mejores que recuerde: mi Mundial más acertado, sin ninguna duda [27º en Zolder]; buenas carreras internacionales y gran experiencia”.
Cuatro victorias -las dos obtenidas en Torrelavega, rojigualda entre ellas, y las de Arbulo y Berriz (Federación Vasca)-, doce podios, cinco top-20 en el Norte y multitud de sólidas actuaciones en el extranjero, el escenario donde se miden los más fuertes, resumen el palmarés más extenso -por número de carreras: 33, más que nunca- de Larrinaga desde que debutó en 2006. “Quién nos lo iba a decir hace diez años: llego sin contrato en carretera, con no excesiva experiencia, con carencias técnicas… y ahora parece que estamos deseando que haya barro para marcar la diferencia. He aprendido mucho y, sobre todo, he logrado, ya en estos años más recientes, rodearme de un equipo magnífico: el MMR CX Team. Pero valoro también a los que estuvieron desde los inicios: Spiuk, Urteaga, Campagnolo, Lizarte, Zuiako Udala, Onieva, Madis, Ciclos Carreras, Maxim… son todos parte relevante de este sueño”.
Un sueño que, aunque las hojas del calendario digan lo contrario -Larrinaga cumplirá 37 años el próximo noviembre-, no tiene fecha de caducidad. “¿Cómo la va a tener? Si precisamente este año es cuando mejor me estoy encontrando en lo físico, y esa sabiduría que atesoramos te hace caminar más que sólo las fuerzas”. Aprovecha, desde esa veteranía, para reivindicarse. “Quizás me pasa que soy una persona prudente, que no es eufórica en los triunfos ni victimista en las derrotas, pero todos los años tengo que reclamar mi sitio, lo que he hecho por el ciclocross. He ganado cinco Campeonatos de España -a uno del récord-, he competido con los grandes de este deporte en nuestro país y ahora peleo contra los jóvenes como Felipe Orts o Kevin Suárez. Ojalá la gente lo valore dentro de unos años, cuando no pueda continuar, como se merece. De todas formas, no se me olvida la gente que sí lo hace cada día: mi Fans Klub, siempre fiel; y los aficionados y empresas que están haciendo que la disciplina crezca pasito a pasito”.
Para la próxima campaña, Larri todavía no se marca grandes metas. “Debo hablar con mis patrocinadores y equipo técnico y que ellos consideren la apuesta que debemos hacer, especialmente en el campo internacional. Mi deseo sería repetir las experiencias de los dos últimos años, pero me debo enteramente a ellos”. Sí tiene una cifra que no se quita de la cabeza: “Estar en Bieles, en Luxemburgo, el próximo mes de enero, sería muy bonito. Ser seleccionado para un décimo Mundial de ciclocross consecutivo como élite sería una cifra muy redonda, para recordar y que se le recuerde a uno, por haber apostado al máximo por el ciclocross y hacerlo entre los mejores”. Por ahora, y hasta que la próxima campaña arranque en septiembre -previsiblemente de nuevo en América-, tocará un merecido descanso.
Prensa J. R. Larrinaga