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Carmen Small, Lauren Hall, Magen Guarnier, Taylor Willes y Ruth Winder rodaron por el recorrido del próximo Mundial en Ponferrada.
Apenas dos semanas después de hacerlo con los sub 23, la selección de Estados Unidos ha vuelto a Ponferrada para inspeccionar una vez más los circuitos del próximo Campeonato del Mundo. Esta vez, sin embargo, lo ha hecho con las féminas, una categoría que en las dos últimas décadas ha dado mucha gloria al ciclismo de ese país y que, sin ir más lejos, en Toscana 2013 sumó un bronce, el de Carmen Small, en la contrarreloj individual.
No fue la única medalla norteamericana, puesto que el Specialized-Lululemon, con el que también compitió Carmen, ganó el oro en la contrarreloj por equipos femenina y Zeke Mostov, el bronce en la contrarreloj individual júnior masculino. Además, todavía están recientes los títulos de Kristin Armstrong -en Salzburgo 2006 y Mendrisio 2009, además de en los Juegos Olímpicos de Pekín y Londres- Amber Neben y, aunque esté un poco más perdido en el tiempo, Karen Kurreck. Quiere esto decir que, sobre todo entre las féminas, Estados Unidos está entre la élite mundial.
Como las buenas estudiantes, que no dejan las cosas para septiembre, junto a la medallista Carmen Small en Ponferrada han estado estos días cuatro ciclistas más. Y entre ellas también Lauren Hall, la reciente ganadora de la Gante-Wevelgem femenina. Magen Guarnier, Taylor Willes y Ruth Winder, también con un bonito palmarés sobre sus espaldas, han completado el grupo que, bajo la supervisión de Jack Seehafer, el seleccionador norteamericano de la categoría, y el ‘mallorquín’, puesto que reside en las Baleares, donde ha echado raíces, Ken Whelpdale, ha escudriñado durante dos días los recorridos.
Son muchas las selecciones -casi todas sin corredores, sólo con sus técnicos- que, desde que la UCI aprobara los recorridos en noviembre de 2013, han pasado ya por Ponferrada. Las americanas, sin embargo, han sido las primeras féminas en hacerlo intentando cumplir ese refrán tan español que dice: «A quien madruga, Dios le ayuda».
Entre pedalada y pedalada, sin embargo, las ciclistas americanas no han querido desaprovechar la ocasión para degustar la cotizadísima gastronomía de El Bierzo y, aunque no es precisamente la especialidad de la comarca, también una rica paella. Así, aparte de que los recorridos les han encantado, han regresado para Holanda, donde tienen su cuartel general en Europa, convencidas no sólo de que el de Ponferrada será un gran Mundial, sino de que tienen muchas cosas que decir en estos trazados.
Hasta septiembre, el mes de la gran cita, en Ponferrada se les recordará por su simpatía.
