Las omisiones del documental de Movistar

Delgado, Echavarri, Arroyo y Kelly © Ciclismo de leyenda

El Cuaderno de Joan Seguidor / Ciclo 21

Echamos en falta algunas historias en el documental sobre la historia que acabado en el Movistar. Hemos podido ver el documental que narra la historia de la estructura Reynolds – Banesto – Illes Balears – Caisse d´ Epargne – Movistar.

Hay que admitir que lo hacen bien, lo barnizan brillante, lo acaban mejor y entran en tu casa con una historia sencillamente memorable, porque ahí va parte de nuestra memoria e historia ciclista. ¿Quién no ha sido alguna vez del Banesto?

Era lo fácil, lo sencillo, lo atractivo, lo socialmente admitido, incluso en aquellos años que otro equipo español, la ONCE, le hacía sombra. Pero no se podía ser de los amarillos, subirte al carro de Indurain y Perico, acordarte de Arroyo, acabar en Olano -me gustaría leer un día su experiencia real en el equipo- y el Chaba -el ídolo- era caballo ganador.

Ver el maillot de Reynolds, hoy lo sigo viendo precioso, es ir a tu tierna infancia, al ciclismo de los ochenta, que fue el primero para muchos de nosotros. El de Angel Arroyo deslumbrando en Francia, el de Laguía ganando premios de la montaña, el de Julián Gorospe, que por aquellas fechas era Dios en Euskadi, compitiendo en popularidad con Marino Lejarreta.

Lo hacen bien estos chicos de Movistar, lo hacen tan bien que no sé si alguno se habrá percatado de las omisiones que, conociendo quien maneja los hilos, seguro que no son fruto del azar. Por ejemplo ¿corrió Purito en esta estructura? Porque si Valverde empezó a triunfar en las Ardenas, este pequeño catalán algo tuvo que ver, si Valverde ganó la Vuelta, también. Incluso la medalla del Mundial, el dignísimo maillot de campeón de España que vistió.

Paco Mancebo, producto 100 x 100 de la casa, pasó, aunque de puntillas.

Se intuyó el fichaje de Contador por la estructura, pero cuando Valverde pasó sus dos años de sanción -en el reportaje se les menta como «dos años complicados»- quizá Contador no fue la única carta que se barajó, Purito pudo haber vestido de Movistar los años que empezaba a despegar en Katusha.

Anteriormente, llama la atención que los rivales de Angel Arroyo no son citados. Ni el que acabaría ganando la Vuelta del 82, por descalificación del abulense, es decir Marino Lejarreta, ni el rubio parisino que le ganaría el Tour del 83, aquel memorable Tour. No se cita a Laurent Fignon, pero sí que se podría haber ganado perfectamente. Creo que el desenlace de la Vuelta del 82 sigue escociendo mucho en chez Unzué.

La historia es profusa sobre Indurain, no podía serlo de otra manera, Miguel Indurain es un porcentaje muy alto en la historia del tándem Echávarri-Unzue. Se extrañó la parte menos glamourosa de la relación, el récord de la hora fallido, el mundial de Colombia que ganaría uno que acabaría liderando la estructura, la Vuelta que dejó por sentado que no quería disputar desde un inicio… Eso no tuvo cabida.

Diluyeron la historia en aquella etapa del Giro que sentencia la carrera a favor de Nairo, cosa que enrarece un triunfo por lo demás indiscutible, porque siempre vimos al colombiano mejor que al resto.

Por suerte no escatimaron sobre el papel que tuvo Contador en la etapa de Formigal, cuando Nairo consiguió dejar a Froome atrás para ganar la Vuelta.

Se sacó lo bonito, lo que nos nubla la mirada, y lo consiguen, ciertamente, es una historia apasionante, tremenda, de cuarenta años a flote en un circo tan hostil como éste. Eso tiene un mérito grande, no se lo vamos a negar, tanto que a veces nos hacemos cruces cuando la dirección del Movistar Team toma ciertas decisiones en carrera. A veces nos preguntamos dónde quedó ese bagaje, esa historia y su manejo en el presente.

Y ahora ¿qué? Pues ponen el relevo en manos de Marc Soler. Entiendo que Marc habrá visto el documental para tomar conciencia del legado que ponen en sus manos, que no poco. Es una mochila pesada.