Patrick Lefevere, mánager del equipo Deceuninck-Quick Step, que ya es, con diferencia, el equipo con más triunfos en lo que va de temporada (15 del Wolfpack frente a los 13 de Jumbo-Visma y los 10 de Ineos), ha vuelto a dejar por escrito sus pensamientos sobre la situación actual del ciclismo en su columna semanal en Het Nieuwsblad y lo ha hecho, como suele, sin morderse la lengua criticando las tácticas de Alpecin-Fenix, un equipo al que considera su “competencia directa” en el terreno de las grandes clásicas.
El máximo responsable de la manda de lobos asegura que “en ocasiones, siento celos de los hermanos Roodhooft. Ellos pueden jugar muchas veces la baza de presentarse como un pequeño equipo procontinental. Sobre el papel, son procontinentales, pero está claro que no son un equipo pequeño”.
Lefevere, siempre muy crítico con sus rivales cuando considera –que es casi siempre– que dejan todo el peso de las pruebas de un día sobre los hombros de sus corredores, considera que “en el Scheldeprijs no trabajaron en cabeza en ningún momento con la excusa de llevar a Merlier en el grupo perseguidor. Se sienten cómodos dando la imagen de un pequeño equipo procontinental, pero no son, ni mucho menos, un equipo pequeño”.
Para el mánager belga, todo se reduce a que “no dar el salto al World Tour es una elección táctica de los hermanos Roodhooft. En ese sentido, han sabido hacer un uso inteligencia de un fallo en la regulación que, en esta situación, sólo les beneficia a ellos”.
Lefevere se refiere al hecho de que, como equipo ganador del Europe Tour de 2020, Alpecin-Fenix tiene derecho a estar en todas las pruebas World Tour de su elección mientras que, a la vez, pueden renunciar a las que estimen convenientes. “A mi también me gustaría, de vez en cuanto, poder decirle a los organizadores ‘gracias por la invitación, pero no iremos’”, argumenta el responsable de Deceuninck-Quick Step. “Para ellos, es más barato contratar a un corredor como Vermote de lo que sería para mi. Por supuesto, somos competidores directos tal y como ha quedado demostrado en la Vuelta a Flandes o el Scheldeprijs”.
El líder del Woldpack argumenta que “por el momento, simplemente no hay ningún incentivo para que los Roodhoofts den el salto al WorldTour. Pase lo que pase, tienen garantizado el derecho a tomar la salida en cualquier carrera. Además, si ocurre un accidente y no logran ganar el Europe Tour, los organizadores querrán tener a Mathieu van der Poel en sus carreras y les darán una invitación. El único peligro que corren es que Van der Poel sufra una lesión de larga duración, como nos ha ocurrido a nosotros con Fabio Jakobsen o Remco Evenepoel. Es algo que no les deseo, pero supondría una auténtica prueba de estrés para su modelo”.
Lefevere termina su columna reconociendo que “en ocasiones, siento envidia de los Roodhooft. Tengo todo el respeto del mundo por ellos. Han sabido marcar un camino espectacular con su equipo, que es un ejemplo para muchos en este deporte, pero no deberían sacar más provecho de su estatus procontinental de lo que realmente es: un truco administrativo. Eso nunca debería ser una excusa de Calimero para dejar el trabajo en la carrera a los llamados grandes equipos”.
Nadie más que el DQS se aprovecha del trabajo de los demás equipos en ese orden de idea el jumbo visma les cuestionará a ellos lo mismo que le cuestionan al alpecin fenix son tácticas que le permiten hacer diran ellos pero exactamente así trabaja el DQS mandan a un corredor adelante para ellos evitar trabajar en el grupo perseguidor se evidencia en tantas carreras que ahora a ellos les momesta
No sé como no se le cae la cara de vergüenza de publicar semejante tontería.
Este señor es un llorón permanente