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Patrick Lefevere / © DQT
ASO trabaja en poner en marcha una edición virtual del Tour de Francia con fines solidarios. Así, al menos, lo ha asegurado Patrick Lefevere en su columna semanal en el diario belga Het Nieuwsblad, donde desvela que la idea le fue comunicada por Yann Le Moenner, CEO de la empresa francesa.
La iniciativa, eso es importante dejarlo claro, no nace con la intención de sustituir a la Grande Boucle real en caso de que finalmente esta no pueda disputarse, sino, como ya se ha indicado, como una herramienta para recaudar fondos en la lucha contra la COVID-19.
En cualquier caso, el máximo responsable de Deceuninck-Quick Step no parece estar muy por la labor de poner a sus corredores a disputar una nueva prueba sobre el rodillo si no es para ayudar directamente al mundo del ciclismo. “Cada vez resulta más complicado motivar a mis corredores para disputar carreras virtuales”, asegura Lefevere.
Pero el mánager belga estaría dispuesto a convencer a sus figuras si “los destinatarios de esa iniciativa solidaria fuesen los equipos más pobres” del pelotón internacional, un colectivo creciente que, más allá de los problemas puntuales de algunas estructuras del World Tour, lo tendrá muy complicado para seguir adelante en 2021.
