N. Van Looy – F. Ferrari / Ciclo21 (Enviados especiales – Calpe)
El sol se pone en el horizonte e ilumina el Peñón de Ifach con esa luz tan especial que tiene el invierno Mediterráneo. Ajeno al espectáculo, o quizá no tanto, se mueve entre las mesas dando la impresión de que disfruta siendo el centro de atención. Se desenvuelve como el perfecto anfitrión. En sus rasgos todavía se puede adivinar al corredor que fue hace mucho tiempo. Al animal competitivo que se esconde bajo la piel de ese bon vivant que el pasado fin de semana celebró con su familia su 60º cumpleaños en un restaurante tres estrellas Michelín en Bélgica. Patrick Lefevere (Moorselde, 6 de enero de 1955) salta de mesa en mesa. El vaso de vino blanco casi perenne en su mano. Contesta preguntas. Saluda a todo el mundo. Vigila de reojo a sus corredores. Sonríe. Afronta una nueva temporada al frente del potentísimo Etixx-Quick Step (EQS). De nuevo, Calpe como taco de salida. De nuevo, las clásicas de la primavera como gran objetivo. De nuevo, con un plantel plagado de estrellas. De nuevo, con la ambición por las nubes. El Mediterráneo ya es sólo una mancha negra al otro lado del cristal en la que flotan algunas luces de las pequeñas embarcaciones que buscan en la bahía calpina algo de pesca cuando Lefevere, uno de los mánagers más laureados en el pelotón clasicómano, responde en exclusiva a las preguntas de Ciclo 21.
“Entiendo perfectamente el español y lo intento hablar, pero a veces me cuesta un poco. Como a veces me pierdo, si me cuesta os hablaré en italiano, que es casi me segunda lengua”, nos avisa. Finalmente, ni una sola palabra en español. La entrevista se produce mezclando el italiano y el flamenco.
– Comienza una nueva temporada y ya son muchas para usted. Un año que girará, como siempre, en torno a las grandes clásicas, pero con la novedad de tener a un potencial ganador de grandes vueltas como Urán.
– Sí. Realmente el año pasado Rigoberto ya fue segundo en el Giro. Pienso que no fue justo por lo que ocurrió en el Stelvio. Pero ya sabes, él es sudamericano, una persona muy tranquila y él ha perdonado la historia, pero cada año es distinto.
– Si en ese momento no habláramos de Urán sino de un corredor europeo, ¿cree que su reacción y la del equipo hubiera sido distinta? ¿Hubieran insistido en su queja y su denuncia?
– Personalmente pienso que lo que ocurrió es que el comisario de la UCI no asumió su responsabilidad. Yo sé que estaban en pánico total a causa de las condiciones climatológicas. Y no era la primera vez que eso ocurría. Habían llamado ya a todos los albergues para tener acceso a las cámaras y ver a los corredores. Querían cerrar la carrera. Todos hemos visto la grabación en la que se escucha perfectamente que la radio corsa dice que los corredores debían de permanecer detrás de la moto hasta que mejoraran las condiciones de la carretera. Luego, esos cinco o seis corredores adelantaron a la moto, cogieron tres minutos y cambiaron la historia de la carrera.
– ¿Ve a Urán con opciones de ganar un Tour de Francia ante corredores como Froome, Contador o Quintana?
– Sí. Quizá esté un pasito por detrás en cuanto a nivel, pero el único equipo donde puede ganar un Tour es el nuestro porque salimos de Utrecht y la segunda etapa transcurre por los diques del Mar del Norte. ¡Esperemos que tengamos mucho viento lateral! y podamos hacer explotar la carrera.
– Pensando en 2015, empieza el año pensando, como siempre, en las clásicas y, especialmente, en las clásicas adoquinadas. ¿Sueña usted con repetir los años mágicos de Mapei copando el podio de Roubaix?
– (Ríe) ¡No! Con uno me basta. Empecemos ganando la Milán-San Remo y lo digo porque es un Monumento y si ganas el primero de los cinco consigues mucha tranquilidad de cara al resto. Estoy convencido de que este equipo puede hacer cosas muy bonitas, pero si consigues ese primer triunfo estás más tranquilo.
– ¿La apuesta para la Milán-San Remo será únicamente Cavendish?
– Sí, pero tenemos un equipo muy fuerte y a gente como Cavendish, Boonen, Stybar, Kwiatkowski… todos ellos pueden ganar, pero para un sprinter como Mark esta es una carrera muy importante. Él ya ha ganado en la llegada ‘nueva’, pero este año volvemos a la Vía Roma y ganar ahí, para él, sería algo magistral.
– ¿Es un problema tener tantos líderes en el mismo equipo a la hora de afrontar las clásicas adoquinadas?
– No. No es un problema. Es una situación de lujo porque si sólo tienes un líder y tienes cualquier problema con él como una caída o una enfermedad, todo se ha terminado. Esta pregunta es la misma, año tras año, desde que tengo un equipo de este nivel. Desde 1993 hasta hoy mismo. Y la respuesta es la misma: es un lujo de problema.
– Dice que tiene un equipo de este nivel desde 1993 y, por lo tanto, ha tenido grandes líderes en este tiempo. ¿Quién sería al que elegiría de entre todos ellos?
– Es una pregunta con mala leche. No se pueden comparar generaciones o corredores. Con los grandes campeones hay pocos problemas. He tenido la suerte de trabajar con corredores que no tenían problema en trabajar para que venciera un compañero. Si tienes un líder con un carácter muy difícil es distinto, pero siempre he podido convencer a los míos de que si trabajaban por el bien del equipo quizá perderían alguna carrera, pero al final de sus trayectorias deportivas tendrían un buen recuerdo porque habrían estado en un equipo muy bueno.
– Hace años que usted, Hein Verbruggen y Manolo Saiz como grandes impulsores se propusieron construir un nuevo ciclismo con la creación del UCI ProTour. ¿El ciclismo que tenemos hoy es lo que esperaba tener?
– A mi me molesta que ciertas personas en el ciclismo no hayan comprendido que el peligro no somos nosotros [los equipos N.d.A.]. Para mi, el problema no es la UCI o los organizadores. Creo que los tres debemos de comprender que estamos en un barco y debemos de remar en la misma dirección. Si cada uno lo hace como quiere, pasaremos de largo muchos puertos y a ninguno nos interesa eso. El doping ha sido algo malo para nosotros, pero creo que la guerra entre la UCI y ASO. Cuando diriges una gran organización como es mi equipo y ves que el mayor organizador del mundo y la federación se están peleando… (hace un gesto de hartazgo) no quieres ir a buscar más problemas. ¡Suficientes tengo con los de mi propia empresa! He cumplido 60 años y puedo afirmar que hay cinco o seis personas en el ciclismo como son Zdenek Bakala, Andy Rihs, Andrew Ryan Oleg Tinkov y el propietario del Garmin que se comportan como auténticos mecenas y que si retiran su dinero del ciclismo nos convertiríamos en un deporte marginal.
– En su opinión, ¿qué dirección debe de tomar el ciclismo para evitar poder ser un deporte marginal?
– Se habla mucho de que las emisoras hacen daño porque los corredores corren de una forma muy defensiva y bla, bla, bla… ¡no es verdad! Si eres el director de la fábrica, no puede existir la situación en la que no le puedas decir a tus operarios qué es lo que deben de hacer. ¡Es absurdo! ¿Le pago miles de euros anuales a un corredor y no puedo decirle qué es lo que tiene que hacer? Es contradictorio. Quiero decir que los organizadores deberían de meterse en una sala durante una semana sin teléfono móvil y decir ¡ojo! el peligro no son las emisoras. El peligro es que ellos no quieren cambiar la fórmula. Hablan mucho de la televisión, pero si ves la salida de la Vuelta a Flandes en Brujas, verás a diez mil personas en la plaza. Ven a los corredores, les animan, les ven marchar y se acabó. Si vas a la Lieja-Bastoña-Lieja o a Roubaix, la tarde anterior tenemos que ir allí a hacer la presentación del equipo. Con todos mis respetos, allí hay 300 personas y mis corredores tienen que meterse una hora de autobús, otra hora de presentación y otra hora de autobús de regreso y a la mañana siguiente tienen que competir. ¡Eso no tiene sentido! Creo que las carreras deben de ser más cortas y menos duras.
– Entonces, está de acuerdo con la reducción a dos semanas del Tour, el Giro y la Vuelta.
– Al menos, con la reducción del Giro y la Vuelta. Para empezar. Quince o 17 días. Tengo un hijo de 18 años al que no le interesa el ciclismo, pero no creo que a los jóvenes les interese ver carreras con 17 etapas llanas. ¡Ni siquiera una carrera con 17 etapas de montaña! Lo de la Vuelta a España es exagerado. Este año serán nueve llegadas en alto. Está hecho para corredores como Purito, Valverde, Quintana, Contador… pero eso no es ciclismo. No podemos excluir de la competición a un tipo de corredor como pueden ser los sprinters. Creo que los Monumentos son intocables.
– Volvamos a hablar de esas clásicas que tanto le gustan. Este año Wiggins asoma como uno de los grandes favoritos para Roubaix y se convertiría en el primer corredor en muchos años ganador de una gran vuelta y un Monumento del tipo Roubaix. ¿Ve a algún otro corredor capaz de hacer algo similar? ¿Por ejemplo, Nibali tras su actuación sobre el adoquín en el pasado Tour?
– Sí, pero el problema es que el interés del Tour de Francia es que ese tipo de corredor no tome riesgos en Roubaix porque una caída hipotecaría su preparación.
– Hablemos de preparación y de hipotecas en la misma. Sobre Etixx ronda la duda de si Tony Martin se decidirá con el récord de la hora. ¿Han tomado alguna decisión al respecto?
– Sí. Lo va a intentar. No hay fecha todavía. Puede ser este año o en 2016. Creo que el momento ideal para él sería hacer los JJOO de Río y justo después la hora porque sé que para él el título olímpico es muy importante. Sería cuestión de hacer la contrarreloj, no el fondo y enlazarla con el récord de la hora. Todavía tenemos que discutir sobre ello.
– Otro corredor que podría decirse que ‘hipoteca’ sus pretemporadas es Zdenek Stybar. Este año no estará en el Mundial de ciclocross. ¿Volverá a hacerlo?
– Bueno… por ahora no se va a dar el caso porque sigue lesionado. Creo que lleva dos años queriendo ganar una clásica y mentalmente para él es muy importante conseguirlo. El único capaz de ganar cualquier carrera como San Remo, Flandes o Roubaix es él. Necesita centrarse en la ruta.
– Es el tercer año de Carlos Verona en el equipo. ¿Está contento con él?
– Sí. Es un chico joven con mucho talento y trabaja muy bien para el equipo. Creo que en 2016 debe de dar un salto de calidad.
– ¿Qué espera de David de la Cruz?
– Es un corredor que empezó tarde su carrera. Sube muy bien y creemos que puede ser un buen gregario para Urán, así que hará más o menos el mismo calendario que él.
– ¿Le hubiera gustado fichar a algún otro corredor español?
– ¡Sí, Valverde! Es un corredor que brilla de febrero a octubre.
– ¿Cree que Valverde podría haber pasado a la historia del ciclismo siendo un corredor más grande si no se hubiera centrado tanto en el Tour?
– Sí, sin duda. Yo tengo otra mentalidad que los españoles, pero siempre le he dado las gracias a Manolo Saiz por haber convencido a Jalabert por intentar ganar grandes vueltas porque de no haberlo hecho Museeuw hubiera ganado menos clásicas.
– Ha nombrado a Manolo Saiz. Hace poco más de un mes nos decía que podría volver al pelotón en 2016. ¿Es una buena noticia para el ciclismo?
– Es una discusión muy complicada porque vivimos en una sociedad con una tolerancia cero, pero creo que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad. Yo se la di en 2001 a Virenque y creo que hay que hacer lo mismo con él.
– Ha incorporado a su staff a un técnico español como Matxin. ¿Qué espera de él?
– Le conozco desde hace muchísimo tiempo y sé que es un apasionado de los jóvenes. Cuando supe que no iba a renovar con Lampre le llamé y le dije que tenía suficientes directores deportivos, pero que si quería trabajar como ojeador a mi me gustaría contar con él. Su papel va a ser el de ir a ver carreras de júniors o sub-23 por todo el mundo. No sólo en España o en Europa. Quiero que encuentre 20 nombres de buenos corredores para en 2017 poder traer a ocho o diez corredores.
– ¿Le gusta ese nuevo ciclismo en el que los equipos tendrán menos corredores?
– No. ¡El ciclismo siempre hace las cosas al revés que en la vida normal! Para mi, lo ideal sería la idea que lancé en 1995. Tener diez equipos World Tour y diez continentales. En una gran clásica participan 17 equipos. En una gran vuelta puedes tener cuatro invitaciones. Con eso, estarían casi todos contentos.
– ¿Cómo es de importante para su equipo tener cada año al Campeón del Mundo?
– (Ríe) Mucho porque soy un enamorado de ese maillot.
– Entonces… ¿fichó a Óscar Freire o a su maillot?
– (Ríe) ¡Por las dos cosas!
– ¿Dónde está el límite de Kwiatkowski?
– Su problema es que es muy polivalente. Puede hacerlo bien en muchísimas carreras distintas. Si es un poco inteligente nos hará caso y correrá dos años más sin presión. ¡Sólo tiene 24 años! Esta temporada va a ser muy importante para él porque con el arcoíris va a ser un corredor muy vigilado y ya no va a poder marcharse como lo hizo en Ponferrada. Si este año gana alguna carrera va a ser porque es el más fuerte y eso le debe de servir como experiencia dentro de uno o dos años, que será cuando tenga que asumir el rol de líder.
– Ha cumplido ya 60 años y lleva muchísimos en el ciclismo. ¿No se encuentra cansado de tanto viaje, de tantos días fuera de casa?
– Estoy cansado de los aviones. No me gusta volar. Tengo una gran responsabilidad. Tengo a más de 70 personas a mi cargo y casi todos jóvenes, pero me gusta.
– ¿Le gusta la nueva normativa que sancionará con cuatro años un caso de dopaje en lugar de los dos años como hasta ahora?
– Recuerdo que cuando fui presidente de la AIGCP, que fue la mayor estupidez que he hecho en mi vida, propuse una serie de medidas. Que un corredor que diese positivo, devolviese dos años de salario. Que se le suspendiese cuatro años para correr en un equipo World Tour, pero que tras dos años pudiera correr para un continental. Que los equipos World Tour hicieran un pacto de caballeros por el que se comprometían a no fichar a corredores que hubieran dado positivo en esos dos años, pero para eso necesitas caballeros y de esos no había muchos. Porque hay una cosa que es muy cierta: sólo había dos personas con las que se podía contar para ello, para ese pacto entre caballeros. Dos personas que no están ahora, pero que tenían una gran visión sobre cómo debía de ser el ciclismo moderno: Manolo Saiz y Johan Bruyneel.
Interesante nota. Como Colombiano me quedan cosas claras de la misma:
1. Urán, será un capo para el Tour.
2. Comprendo porque están contentos con Urán, es un líder que fácilmente trabaja para otros
3. A Urán no le quedan más de dos años de capo en el Etixx.
4. Habla que Etixx es un equipo donde puede ganar Urán. Yo pregunto, si tiene de verdad grandes gragarios para que le trabajen en la montaña, cuáles son? salvo De la Cruz, quienes más. Esta demostrado que los pocos que le servieron en el 2014, ya no están.
Pero hay algo que no entiendo de los europeos o por lo menos de estos belgas. ¿Que quiere decir con que Urán es una persona tranquila? que no le importa lo que le pase? dice que como «sudamenricano que es». Hasta donde se, los latino somo más apasionados que esta gente, entonces, vuelvo y pregunto ¿que quiere decir con tranquilo? ¿que quería que hiciera Urán en el Giro, que se diera puñetazos con Quintana? que saliera a decir estupideces como los directivos del equipo. Hoy precisamente estuve viendo de nuevo esa etapa, la pude ver completa. Nunca vi al Omega en las primeras filas del pelotón, nunca vi acompañado a Uran, salvo después de la bajada cunado brambilla conecta con el pelotón y persigue algo, pero nunca vi al Omega en plan de equipo grande, poniendo paso, persiguiendo, protegiendo a su lider. Cosa que si fue diferente con el Movi, o el Tinkof.