Patrick Lefevere, mánager general del equipo Deceuninck-Quick Step y uno de los hombres con más experiencia y años en el mundo del ciclismo reconoce que no termina de comprender la celebración de Remco Evenepoel por su triunfo de etapa en la Vuelta a Burgos.
El polémico gesto del joven corredor belga (que además se olvidó de cerrarse el maillot para asegurar la visibilidad de sus patrocinadores en las fotos) se debe, según Lefevere, a que “esta es otra generación. Merckx o Museeuw se abstenían de hacer grandes gestos o declaraciones porque temían que les podría traer mala suerte. La generación de Remco, por su parte, no tiene miedo a hacer esos gestos o declaraciones, pero la consecuencia es que hay muchos que ahora están esperando un mal día”.
Siempre según la versión de Lefevere, el gesto de Evenepoel al cruzar la línea de meta no fue casual, sino que el propio corredor ya le había avisado de sus intenciones. “Ha tenido tres meses para pensar en ello. Es un gesto que puedes interpretar de distintas maneras”, añade el jefe de Deceuninck-Quick Step. “Por ejemplo, que tras tres meses sin competir, al fin se ha podido quitar el polvo de su maillot. Otros lo quieren ver como que se ha quitado a los rivales de encima”.
Pese a que, como ya ha dicho, él mismo no comparte esa manera de expresarse, Lefevere asegura que “no tengo ningún problema con su gesto. Tampoco que todo el mundo le señale como favorito para el Giro. No quiero frenar su entusiasmo porque ya ha demostrado que Remco siempre nos da un poco más de lo que le pedimos”.