“¿Cómo me va a importar que me digan que era una novata, que no tenía experiencia cuando gané la medalla olímpica, si era verdad? Era una recién llegada a un deporte en el que entré de casualidad. Pero también es cierto que ese día, en carrera, mi cabeza y mi cuerpo funcionaron a la perfección”. Así empieza contarnos Leire Olaberría su experiencia en Pekín, cuando logró la medalla de bronce en la puntuación, la última vez que se disputó esta prueba en unos Juegos. La guipuzcoana es la única española medallista olímpica en pista, y la única corredora que ha estado en dos ediciones distintas de los Juegos, aunque tuvo tras dos experiencias más que repasamos en esta entrevista.
Dicho ya que eras una novata, y que no te importa, cuéntanos cómo llegaste a Pekín…
Siempre he dicho que montar en bicicleta fue una casualidad en mi vida, y que otros estaban más convencidos de lo que yo misma lo estaba. El caso es que estar en los Juegos ya era bastante para mí. Pero en el Mundial anterior, unos pocos meses antes, fui cuarta y esto me llenó de ganas, de motivación, de querer mejorar ante corredoras que llevaban toda su vida, mientras que yo había llegado a última hora y de casualidad. Como no tenía mucha experiencia, me pasé los meses anteriores viendo vídeos de cómo corrían, hasta llegar a conocer a todas. Pero cuando me dieron el listado de las rivales, pensé que todas eran mejores que yo, pero que no tenía nada que perder.
¿Cómo fue el día D?
La última noche no pude dormir por los nervios, por lo que significaba ese día, pero no fue algo que me afectó en mi rendimiento, porque no era una carrera muy larga. Hice lo que había entrenado y me salió de forma natural. En mis mejores carreras nunca he tenido dudas de cómo actuar, no he tenido que pararme a pesar en una situación. El único recuerdo que tengo es el del triple empate con la ucraniana y la colombiana de cara a la medalla y como lo solventé. Pero no tuve que pensar mucho. Recuerdo a Didac –Navarro, el seleccionador- más nervioso y yo, más serena y diciéndole que estuviera tranquilo, que sabía lo que iba a hacer. La noche siguiente tampoco pude dormir, pero por la emoción de lo que había logrado. Creo que no tengo ninguna foto de ese día en que no esté llorando.
“El ómnium fue un reto para mí”
Cuando corriste la puntuación en Pekín ya sabías que iba a ser la última vez, que en Londres se estrenaría el ómnium, una prueba muy distinta. ¿Te costó mucho el cambio?
Siempre me han gustado los retos y el ómnium lo fue. Es cierto que era una prueba en la que me costaba ganar, pero en la que era asequible hacer buenos puestos. No era consciente de que me iba a ir tan bien, sabía que tenía que trabajar mucho, pero llegaron los resultados. Gané el Europeo y en la Copa del Mundo. Y logré el bronce en el Mundial. Hasta que los principales países encontraron el perfil adecuado para esta prueba. El ómnium me enseñó mis límites físicos y psicológicos, que estaban más allá de lo que yo misma creía. Y es que para enfrentarte a rivales como Hammer, Trott, Wild… no hay otra que trabajar muy duro. Tus mejores rivales te llevan a la mejor versión.
Pero en Londres no te salió como esperabas, ¿no?
Tengo un recuerdo de Londres como algo muy duro. Es el evento que más he sufrido, pero también en el que más he aprendido. 2010 fue mi mejor año como te he dicho, pero en Londres estuve lejos de mi mejor versión, Sufrí muchísimo física y psicológicamente.
Y llegamos al tercer ciclo olímpico, buscando una clasificación para Río que se torció desde el inicio…
En anteriores clasificaciones no tuve problemas, pero en esta ocasión empecé con un Europeo en el que no pude acudir. Luego, una descalificación en México, demasiado estricta. Se me complicó todo y fui a contrapié esos dos años. Aun así, no lo clasifiqué por muy poco. Se acabó el recorrido y me planteé un cambio en mi vida.
Un cambio que se plasmó en su maternidad, y un regreso a los velódromos que apenas duró mucho a causa de los criterios federativos. ¿Pensaste que podías tener opciones de llegar a Tokio?
Volví como un reto personal, partiendo de cero. Físicamente sabía que era capaz de hacer buenas carreras, y que hubiera sido posible luchar por estar ahí. Pero contra las limitaciones que me pusieron poco podía hacer.
Un repaso a Tokio
De esta forma, vivirás los Juegos de Tokio como espectadora de excepción. Por tu conocimiento directo de gran parte de las que serán protagonistas no nos resistimos a preguntarte por las pruebas femeninas de fondo. ¿Como ves el ómnium?
Hay cinco o seis nombres para tres puestos y con mucha igualdad, por lo que creo que cualquier error sacará o meterá a la gente en la carrera. Creo que en esta situación de falta de competición tienen ventaja las corredoras veteranas, más expertas. Pero también en pista ha llegado una generación de jóvenes con mucho descaro, como Balsamo o Paternoster.
¿Y quién te gustaría que ganase, aunque sólo fuese por una cuestión emotiva?
Por afinidad y por amistad, Kirsten Wild. Es la medalla que le falta a una gran trayectoria. Y además está haciendo un esfuerzo mental increíble para llegar a los Juegos tras el retraso de la cita un año. Laura Kenny es otra de mis debilidades, porque es una ciclista que se crece en las citas olímpicas. Y no me olvido de Yumi Kajihara, que, en el último Mundial, cuando ganó, mostró mucho saber hacer, corriendo sin complejos. Japón está haciendo una preparación increíble, algo lógico siendo sus Juegos.
Pasemos a la madison…
La veo más abierta. Bélgica, Gran Bretaña, Australia, Países Bajos, Italia, Dinamarca…. Me salen muchos dedos en la mano para sólo tres medallas. Vuelvo a insistir que al no haberlas visto competir juntas en mucho tiempo pueden pasar muchas cosas que no esperamos.
Seguimos con la persecución por equipos…
Hay dos equipos que están por encima de todas y que son muy diferentes. Por un lado, Estados Unidos, en donde Chloe Dyggert marcará la diferencia y dependerá de ella en gran medida. Por otro, las británicas, que tienen un bloque, y que se preparan como nadie las citas olímpicas. Podemos esperar cualquier cosa, pero estoy segura de que tendremos la suerte de verlas batir el record del mundo.
No queremos extendernos en un análisis prueba a prueba, pero sí que no podemos pasar la ocasión de terminar preguntándote por Torres y Mora. ¿Qué opciones reales tienen de medalla?
Están buscando su gran sueño, y sé que están listos para luchar por las medallas, porque han demostrado que saben ganar cosas importantes. Pero a la vez se me ponen los pelos de punta por el nivel que ha habido en los últimos Mundiales. Me gustaría verles ahí, luchando por el podio y que puedan tener esa medalla que se merecen. Llevamos muchos años, desde Pekín, sin medallas y ojalá en Tokio se pueda romper ya esa mala racha. Además, veo a Albert muy tranquilo, y cuando está tranquilo, las cosas le suelen salir bien. Lo que no me gusta es la manía que hay en asignar favoritos. Ellos saben perfectamente lo difícil que es, y más en una sola carrera, tienen un reto, van a dar el cien por cien. Les deseo mejor.