Desde aquel ya lejano noveno puesto en el Mundial sub23 de Geelong 2010, Juanjo Lobato está señalado como la gran esperanza española en los sprints, como sucesor del legendario Óscar Freire. La carrera del de Trebujena, sin embargo, ha tenido algunos altibajos, aunque en este 2015 ha llegado su confirmación, tanto en lo que se refiere a resultados con su equipo, como a la confianza del seleccionador, en esa primera llamada como pro para el Mundial de Richmond. “¿Qué que ha cambiado desde entonces? Pues todo. Soy mucho más corredor que hace cinco años y sobre todo tengo el convencimiento de que mis mejores años llegan ahora”, comenta el de Movistar.
“Quitando los dos primeros años como pro, que no cuentan, desde que cambié de preparador he ido a más, aunque quizás nunca había tenido un comienzo como este año, en Australia y Andalucía, aunque luego no pude rematar en Milán-San Remo, donde me faltó un puntito de competición. La pena es que la temporada se torció con la fractura de clavícula del Giro. Me tuve que pasar junio en casa, pero tras la concentración en Sierra Nevada, y las competiciones de agosto y septiembre, he vuelto a coger el ritmo y si no estoy al cien por cien, muy poco le falta. Y mentalmente llego con muchas ganas”.
Lobato era uno de los fijos para los Juegos Europeos de Baku, a los que tuvo que renunciar por su lesión, por lo que ya estaba en los planes de Mínguez. “Sinceramente no esperaba poder estar en esta convocatoria, aunque en mi fuero interno quería estar. Por ello para mí, estar en el Mundial ya es una satisfacción y todo lo que venga será un éxito, aunque soy ambicioso y ojalá pueda estar con los mejores el domingo. Para mi un ‘top ten’ sería el no va más”.
Esta ambición contrasta con el realismo con que contesta cuando le sugieren que puede ser el ‘tapado’ de la selección. “Eso se verá en carrera, que será la que coloque a cada uno en su sitio. Queda aún una semana para que lo veamos”.
De momento, Lobato no conoce el circuito, “aunque lo he visto en vídeo y me gusta, con los tres repechos seguidos al final. Y después de 260 kilómetros no va a ser fácil para que haya un sprint masivo. Más bien habrá un grupo más o menos amplio, aunque no creo que haya sorpresa en los nombres: Degenkolb, Kristoff, Matthews, Sagan… y Valverde”. Por ello, aunque no ha hablado con el seleccionador de su papel en este Mundial, “supongo que querrá que llegue lo mejor que pueda a esos últimos kilómetros, con el fin de poder ayudar a Alejandro”, como informa Luis Román-Mendoza, jefe de prensa de la RFEC.
Lobato es 8º en el TOP Ciclo 21, la clasificación al mejor español del año.