El triunfo en Getxo es el sexto de la temporada para Euskaltel-Euskadi y el segundo de Juanjo Lobato, un corredor que paso a paso se está consolidando como el mejor velocista del panorama nacional. Sin embargo, la victoria en la clásica vasca llega en un momento delicado. Sobre eso y sobre otros muchos temas charlamos con Juanjo Lobato.
-¿Esperabas ganar en Getxo con tanta facilidad?
-Ni mucho menos. Yo nunca había corrido el Tour de Francia, así que no sabía cómo podía responder el cuerpo. Lo que sí imaginaba es que no iba a haber mucho término medio: o iba muy bien o iba muy mal. Y eso es un poco lo que ha pasado. Después del Tour me dediqué a descansar lo máximo posible y en Getxo no me acabé de encontrar bien del todo durante la carrera, pero de cara a meta llevaba la fuerza y el ritmo de competición que te da haber disputado un Tour y eso creo que ha sido la clave.
-Además, con la situación que vive el equipo creo que es un triunfo especial.
-Sí, por supuesto. Yo viví esta misma situación el año pasado. En 2012 tenía firmado un contrato para 2013 con Andalucía y el equipo no tenía clara su continuidad, así que es algo por lo que ya he pasado y te garantizo que mentalmente es una situación que afecta bastante. Pero no deja de darte mucha rabia y eso es lo que intentamos sacar en la Clásica de San Sebastián o en el Circuito de Getxo. En mi caso, además, me duele especialmente porque había encajado a las mil maravillas en este equipo y desde el primer día todo el mundo me ha tratado con un cariño especial y me han dado muchísimas oportunidades.
-Por ejemplo, te han llevado al Tour de Francia en tu primera temporada.
-Sí, pero no sólo eso. Todo el calendario ha estado muy bien pensado. Pero es que además cuando me he equivocado, el equipo ha seguido apostando por mí. Por ejemplo, yo me acuerdo mucho de la Vuelta a La Rioja, donde metí la pata en la colocación para el sprint y nos salió todo al revés por una precipitación mía. En lugar de cabrearse conmigo, gente como Urtasun vino a explicarme el error y a corregirme lo que había hecho mal. La verdad es que si he crecido este año como sprinter ha sido gracias a eso: todos se han volcado conmigo. Y por eso mismo me da rabia y sigo esperando que haya un milagro y el proyecto se pueda reconducir.
-En Getxo también trabajaron para ti.
-Sí, desde el primer metro y todos los compañeros. Yo creo que la victoria de Getxo es una lección de trabajo en equipo. A pesar de la situación que vivimos, los directores y los compañeros se volcaron en ayudarme. Lo fácil habría sido que cada uno fuera por su cuenta y pensando en su puesto, pero todos se sacrificaron para que Euskaltel-Euskadi pudiera ganar. Por eso crucé la meta tan emocionado porque entiendo perfectamente el sacrificio que supone controlar una carrera como hicimos en Getxo. Creo que es una lección de todos mis compañeros. Y está claro que en este caso el que sube al podio soy yo. Pero es muy injusto que no nos demos cuenta que eso no es posible si ellos no lo dan todo por mí y que eso tiene un mérito muy especial en estas circunstancias. Lo único que podía hacer por ellos era no fallar en el sprint. Pero también quiero agradecer públicamente ese apoyo que he recibido durante toda la temporada.
-Visto tu buen momento de forma, ¿la Vuelta a España está descartada?
-No lo sé. Depende del equipo. Pero yo creo que sí y por lo mismo que decía: somos un equipo y hay que dar oportunidades a todo el mundo. Yo he tenido mi oportunidad con el Tour y hay gente que lleva varios meses pensando en la Vuelta. Lo normal es que corran ellos. Además, yo empecé la temporada en el Tour Down Under, en enero. Repito que no sé si está totalmente descartada o no, pero la idea inicial es que corra el Eneco Tour y luego haga otras dos clásicas: Vattenfall y Plouay. A partir de ahí miraremos cómo estoy y si sigo corriendo o paro.
Fuente: Velofutur