Hace muchos años, cuando un extraterrestre criado en la localidad navarra de Villava dominaba insultantemente el Tour de Francia, las principales radios de España se peleaban por subir en uno de sus múltiples helicópteros al ganador de la etapa del día de la Vuelta y los calzoncillos del futbolista de turno no desplazaban de la portada del periódico las gestas deportivas de cualquier otra especialidad, era relativamente habitual encontrarse, cuando se presentaban los recorridos de las grandes vueltas, con encendidos y fanáticos debates sobre supuestos trazados ‘anti-Indurain’ que planteaban italianos y (sobre todo) franceses y el dibujo casi a demanda que se hacía en Unipublic intentando enamorar al de Banesto.
Los tiempos, por suerte o por desgracia, han cambiado. El navarro colgó la bicicleta y su legado se convirtió en la mejor generación de corredores de la historia del ciclismo español. Chavales que, por aquella época, daban sus primeras pedaladas en categorías inferiores y que mientras sesteaban en aquellas largas vacaciones escolares no podían adivinar que una década más tarde comenzarían a ganar el Tour, el Giro, las clásicas, mundiales…
Una generación que, superados aquellos debates absurdos de los recorridos, han tenido la oportunidad de, sin esconderlo ni tener que avergonzarse por ello, diseñar la etapa reina de la Vuelta a España 2015. Lo ha hecho Joaquín Rodríguez. Purito. El ‘andorrano’ que, como el cazador que necesita reconocer el terreno antes de abalanzarse sobre su presa, estudió la orografía pirenaica antes de proponer una jornada que, a poco que quieran sus rivales – de él ya se sabe qué se puede y debe de esperar–, puede ser antológica.
Pero no. No será para Rodríguez una ventaja crucial el haber podido diseñar la etapa que podría decidir la Vuelta a España. Si así fuese, habría que afear, y mucho, la conducta de ASO y del corredor. Purito es un corredor que se defiende muy bien en la alta montaña, pero que no es el mejor de todos. La presencia de Quintana, Froome o Nibali puede y debe de inquietar muchísimo al jefe de filas de Katusha en esa montaña rusa de una cima de segunda categoría, una de categoría especial y ¡cuatro de primera! en tan solo 138 kilómetros. El llano es sólo para dormir, debió de pensar el corredor.
Por el contrario, los puntos fetiche para el catalán podrían estar en otras etapas. En llegadas que pican hacia arriba como, por ejemplo, la del Caminito del Rey, la de Vejer de la Frontera o la de Cumbres del Sol. En finales duros y selectivos en los que tanto él como su archirrival Alejandro Valverde se saben defender tremendamente bien y son capaces de reventar la carrera. De picar tiempo que luego deberán de ser capaces de defender en las grandes cumbres. Etapas como la que unió Amberes y Huy en el pasado Tour de Francia. Porque cuando Purito se presentó en solitario en Plateau de Beille 9 días más tarde, ya no contaba para la general y los grandes capos le dejaron marcharse mientras se miraban entre ellos.
A sus 36 años ya no tiene ningún sentido hablar de la capacidad de Rodríguez de aguantar una vuelta de tres semanas (ya sabe lo que es pisar el podio en las tres). Tampoco, visto lo visto, elucubrar con un hipotético bajón de rendimiento debido a su edad, no en vano acaba de renovar con Katusha por una nueva temporada.
En la Vuelta a España con la mejor participación probablemente de su historia, la única pregunta que tiene cierto sentido a la hora de analizar las opciones de Joaquím Rodríguez es saber qué táctica utilizará. Dónde decidirá usar su magia. Qué lugar será el elegido para intentar noquear a sus rivales. Porque, aunque no sea el mejor en las altas cumbres y no esté un paso por encima de los demás en los finales explosivos, no cabe duda de que, si está inspirado, el español es uno de los hombres más temibles del pelotón internacional. Además, le acompañará un equipo completísimo –incluso mejor que el del pasado Tour– en el que destaca la presencia de un Dani Moreno cuya fidelidad a su amigo –junto al que no seguirá el próximo año– es indudable que, a poco que el plan inicial se tuerza, podría tomar el relevo en la jefatura de filas después de una temporada en la que no estuvo en Francia y, por lo tanto, llega fresco a la Vuelta.
Joaquím Rodríguez (Katusha) – España, 36 años
Días de competición: 55 (8.860 kms)
Victorias: 3ª y 4ª etapas, Clasificación por puntos y General Final Vuelta al País Vasco (2.WT), 3ª y 12ª etapas Tour de Francia (2.WT)
Otros resultados: 4º Flecha Valona (1.WT), 3º Lieja-Bastoña-Lieja (1.WT). 8º General Final Critérium du Dauphiné (2.WT), 5º Clasificación de la montaña Tour de Francia (2.WT), 5º Clásica de San Sebastián (1.WT)
Clasificación UCI World Tour: 5º
Clasificación Top Ciclo 21: 3º
Puesto Vuelta a España 2014: 4º
Mejor resultado Vuelta a España: 3º (2009)
Días de líder Vuelta a España: 18
Etapas Vuelta a España: 8
Mejor resultado Tour de Francia: 3º (2013)
Mejor resultado Giro de Italia: 2º (2012)