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Riblon, útimo ganador de etapa francés en el Tour / ASO
Según un estudio científico, los ciclistas franceses del Tour de Francia viven 6,3 años más que la población general. Su tasa de mortalidad es un 41% más baja y el dopaje no puede ser un factor de decesos prematuros.
Un estudio de longevidad llevada a cabo por investigadores franceses pone en duda las ideas recibidas sobre el ciclismo de alto nivel y, especialmente, las consecuencias del doping. Los resultados presentados el martes en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, que tuvo lugar en Amsterdam hasta el miércoles, muestran que los ciclistas franceses del Tour de Francia viven una media de seis años más que la población lambda. El estudio, llevado a cabo por tres investigadores y varios laboratorios franceses, se ha hecho sobre 786 corredores desde 1947 a 2012.
“La mortalidad (todas las causas) de estos deportistas de alto nivel es un 41% más baja que la de otros hombres que viven en Francia” ha explicado el profesor Jean-François Toussaint del IRMES (Instituto de Investigación Médica sobre el Deporte). En lo concerniente al dopaje “no hay ninguna diferencia en la mortalidad” observó, “aunque en el período más reciente, a principios de los años 90, con la entrada masiva de EPO y de la hormona del crecimiento, que desembocó en el caso Festina y las confesiones de Lance Armstrong, no hay suficente experiencia a largo plazo”. El estudio continuará para medir el impacto sobre las últimas generaciones de corredores.
La duración de vida de estos ciclistas es una media de 6,3 años mayor que la de la población general masculina. El 1 de septiembre de 2012, de 208 ciclistas un 26% habían fallecido, de los cuales casi dos tercios había sido a causa del cáncer o problemas cardiovasculares.
La mortalidad por cáncer (inferior a un 44%), por causas respiratorias (inferior a un 72%) o cardiovascular (inferior a un 33%) se han igualmente reducido. Un factor importante a tener en cuenta: el estudio corresponde a atletas de élite con buena salud, con una predisposición natural a la longevidad, según publica la web de L’Equipe.
