Iwan Spekenbrink y Javier Barrio, dos de los máximos responsables de la Asociación Internacional de Equipos Ciclsitas Profesionales (AIGCP, por sus siglas en francés) elevaron recientemente a la UCI una serie de exigencias, surgidas tras las reuniones mantenidas por este colectivo a lo largo del pasado Tour de Francia, para abordar la siempre problemática y poco rentable presencia de los equipos World Tour en el mundial contrarreloj por equipos que, recordemos, este año se disputa en Bergen (Noruega).
Según publica en su edición de hoy el rotativo belga Het Nieuwsblad, la AIGCP no habría recibido respuesta alguna por parte del organismo con sede en Aigle y habría ya comenzado a sondear a los equipos asociados para comprobar el grado de compromiso existente en un posible boicot a la cita mundialista, tal y como ya sucediera el año pasado.
En el fondo de toda esta cuestión subyace el enorme coste que supone para los equipos desplazarse a lugares cada vez más lejanos y, por lo tanto, más caros para una cita en la que salvo muy contadas escuadras, entienden que no van a conseguir ningún tipo de rédito publicitario para sus patrocinadores. Esta cuestión, que estalló el pasado año con motivo del largo y costoso desplazamiento a Catar, no afecta únicamente a la ruta sino que la globalización de otras especialidades también ha llevado a los equipos a amenazar con medidas similares.
El pasado año la UCI fue capaz de atajar la sublevación de los equipos World Tour en el último minuto accediendo a gran parte de sus demandas. Para empezar, el organismo dirigido por Brian Cookson eliminó la obligatoriedad de participar en la cita mundialista para los equipos World Tour, que también vieron como la especialidad de lucha contra el crono colectiva dejaba de sumar puntos para la clasificación de la división. Además, accedió a compensar económicamente a los equipos por los gastos derivados de la logística del desplazamiento al Mundial, pero desde la AIGCP se asegura que esa compensación no es suficiente para cubrir unos gastos que ellos cifran en cuatro o cinco veces más.
Por todo ello y porque, como muchas veces sucede en este deporte, la solución aportada el pasado año no fue más que un parche momentáneo que luego nadie ha vuelto a tocar, la AIGCP ya se ha puesto en contacto con los equipos de la máxima categoría proponiendo un boicot a la cita de Bergen.
Cabe recordar que la disciplina de la contrarreloj por equipos es la más joven de cuantas se disputan en el Mundial de ciclismo ya que, en su formato por equipos comerciales, data únicamente de 2012 con motivo de la cita de Valkenburg. Desde entonces, los títulos se los han repartido Quick Step (3) y BMC (2).