La primera vez que recuerdo al Team Sky dominar el pelotón con la solvencia que lo hace estos días fue en el Dauphiné de hace cuatro años. Iba Wiggins de amarillo y tiraban de él, por las lomas del Joux Plane donde iba escapado Nairo Quintana, Porte, Rogers y Froome. Aquello me impactó. No era de recibo tal bloqueo de carrera. Dije algo así como “si esto nos espera en el Tour, estamos servidos”. Alix me dijo que si quería ataques me comprara el ProCycling.
Y pasó lo mismo en el Tour. En la Planche des Belles Filles la maquinaria negra se puso a trabajar y protegió su líder de todo ataque para que Froome ganara en la cima. Evans, Nibali y cía se dieron cuenta de que aquello iba a ser imposible.
Pasaron los años y esa maquinaria se perfeccionó. Atravesó por altibajos, no siempre estuvo en la perfección que está alcanzando en este Tour. Tuvo momentos de pánico, como aquella etapa de Pirineos en el que una bombilla se encendió en Movistar, aislando a Froome, entonces ya líder. Sin embargo hecho el daño, ahí quedó todo, llevando al inglés de origen keniata en carroza hasta meta.
Hace dos años el Team Sky hizo aguas desde el mismo momento que Froome se cayó en la entrada de los adoquines. Demostraron no tener un plan B. El shock de perder a su líder, añadido a que Vincenzo Nibali ha sido, junto en momentos puntuales Contador, el único que ha tenido bemoles a revelarse a la tiranía inglesa. Nibali hizo naufragar a Porte, investido líder por accidente del jefe, y a toda la escuadra. El año pasado, el grueso del Sky volvió a ser clave. Si Poels y Porte no llegan a estar con él en Alpe d´ Huez, no sé qué suerte hubiera corrido Froome.
Este año Sky está más fuerte que nunca. Cada vez que los líderes se quedan solos, incluso habiendo quemado Nairo el cartucho de Valverde, siguen tres o cuatro corredores con su líder. Yo a eso le llamo trabajo, dije que demencial, y levantó algarabía, pero es que lo pienso así. Trabajo y mucho dinero. Con Froome hay varios ciclistas que podrían ser top ten.
A raíz de esa apreciación me han hablado de drogas, de dopaje indiscriminado, de cosas gruesas, que sinceramente verter con esa alegría demuestra que hay una legión de personas que quieren que pite un ciclista del Team Sky.
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