Entre los héroes de la Vuelta hay un nombre que, sin duda, destaca de forma especial: el de Alejandro Valverde. Ejemplo de vida y longevidad, el murciano correrá la próxima edición de La Vuelta con 41 años. Lo hará 18 años después de su primera victoria de etapa en la ronda española.
Cuando el Tour de Francia pasó hace apenas un mes por el Principado de Andorra y –antes de comenzar su ascenso al Port d’Envalira – los analistas ya se habían encargado de recordarnos que se trataba del lugar en el que Alejandro Valverde consiguió su primera victoria de etapa en una Grande: La Vuelta. Fue el 14 de septiembre del 2003, al término de una jornada que había arrancado en Vielha. El murciano se desmarcó in extremis de un grupo en cabeza formado por 10 corredores, entre los que se encontraba el líder de la general, Isidro Nozal.
Era la segunda Vuelta de Valverde y su segunda temporada como ciclista profesional en las filas de Kelme-Costa Blanca. Antes de abandonar en su primera participación (con 22 años, durante la 15ª etapa que finalizaba en el Alto de l’Angliru), ya firmó sus primeros resultados reseñables: fue 4º en la 9ª etapa, que finalizaba Córdoba, a donde regresa precisamente La Vuelta 21 en su 12ª jornada. Se impuso a Erik Zabel en un ajustado sprint por el 4º puesto. La etapa se la habían jugado minutos antes los tres escapados. El ganador del día fue Pablo Lastras, uno de sus directores deportivos hoy en día en el Movistar Team.
Con su victoria en el Port d’Envalira demostró de lo que era capaz con una punta de velocidad inigualable, tanto en llano como en altura. Algunos todavía recordarán su reacción tras una victoria de la que se cumplen ya 18 años: “Ganar en La Vuelta es lo mejor que me ha pasado hasta ahora en mi carrera”, decía. “Estoy muy contento. Se la dedico a todos los que me apoyan, a mi equipo […] Por fin he rematado. Todo lo que venga a partir de ahora será un extra. He llorado porque no me esperaba ganar una etapa así. Todavía no tengo claro dónde están mis límites”. ¿Estamos ante una nueva generación de oro del ciclismo español? “Así es: Isidro Noval, Joaquim Rodriguez y yo mismo. Es bueno que haya relevo”.
Desde entonces, otros muchos éxitos han hecho llorar al que se puede considerar el ciclista español más importantes de todos los tiempos – al menos en lo que en al eclecticismo de su palmarés se refiere. Muchos lo recordarán en trance bajo una carpa en Innsbruck, minutos antes de pasar por el flash interview tras proclamarse campeón del mundo en 2018. También se emocionó en Mas de la Costa, su última victoria de etapa en La Vuelta… hasta el momento. Lo logró portando el maillot arcoíris e imponiéndose delante de Primoz Roglic, Miguel Ángel López o Nairo Quintana en la 7ª etapa de La Vuelta 19.
Alejandro Valverde y La Vuelta son cifras abrumadoras: 14 participaciones, una victoria final (2009), 7 pódiums, 4 victorias en la clasificación por puntos (2012, 2013, 2015 y 2018), 12 triunfos de etapa, 27 días portando el maillot de líder y un solo abandono (el de su debut). Para Javier Guillén, director de La Vuelta, es un corredor que forma parte de la identidad de la carrera, “no solo a nivel ciclista, sino a nivel deportivo en general. La figura de Valverde trasciende su palmarés, ya de por sí inigualable. Es la sonrisa constante, el esfuerzo hecho persona, la fidelidad a un equipo y a una carrera, su implicación con los aficionados… Alejandro es una de las personalidades más importantes del deporte español en el siglo XXI”.
Su segundo puesto en la etapa andorrana del Tour de Francia (solo por detrás de Sepp Kuss), el pasado 11 de julio, hace pensar que su cosecha en la ronda española no tiene por qué haber tocado fondo. Pase lo que pase entre Burgos y Santiago de Compostela este año, lo que está claro es que la huella del murciano quedará grabada para siempre en la historia de La Vuelta.