En 85 años, desde que La Vuelta se sumó al Tour de Francia y al Giro de Italia para formar las tres Grandes Vueltas, siete corredores han inscrito sus nombres en los elencos de ganadores de cada una de ellas: Jacques Anquetil (a los 29 años), Felice Gimondi (25), Eddy Merckx (27), Bernard Hinault (25), Alberto Contador (25), Vincenzo Nibali (29) y Chris Froome (33). Mirando más de cerca, el que logró el triplete a la edad más joven es Bernard Hinault, que tenía 25 años, 6 meses y 24 días cuando el Giro llegó a Milán el 7 de junio de 1980. Desde el 13 de enero, Egan Bernal tiene 24 años. Si sube al escalón más alto del podio el 5 de septiembre en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, batirá, con notoria diferencia, un nuevo récord de precocidad después de haber destronado a Felice Gimondi como maillot amarillo más joven del Tour de Francia en París en 2019 (a los 22) antes de ser él mismo desacreditado por Tadej Pogacar (21).
En los meses posteriores a su triunfo (ser el primer colombiano en ganar el Tour fue enorme en la leyenda del ciclismo mundial y el deporte nacional), Egan Bernal repitió su mayor deseo como atleta: “Quiero ganar las tres Grandes Vueltas. Sería genial formar parte de la historia del ciclismo así«. Por lo tanto, conquistar las tres era una prioridad, en su mente, incluso antes de pensar en ganar el Tour de Francia por segunda vez, un objetivo que su empleador, el Team Ineos, le propuso en 2020, pero sin éxito ya que el dolor de espalda le obligó a retirarse y terminar prematuramente su temporada. Desde entonces se ha recuperado pacientemente y ganó el Giro en mayo.
Es curioso apuntar que al final, nada salió como estaba previsto en la ya extraordinaria carrera del escalador de Zipaquirá. Se convirtió en profesional de carretera a los 18 años, a una edad habitualmente dedicada a aprender en las categorías sub 23, tras formarse como biker, y en Italia, en un equipo, Androni Giocattoli-Sidermec, que, lógicamente, debería haberle hecho debutar en el Giro de Italia. Pero durante los dos años que pasó en el equipo de Gianni Savio (2016 y 2017), ¡no fueron invitados a la Corsa Rosa! El colombiano aprovechó para ganar el Tour del Porvenir 2017, al igual que habían hecho sus compatriotas Nairo Quintana, Esteban Chaves y Miguel Ángel López poco antes que él, y fue vendido al Team Sky.
Cuando se unió a la potencia británica, no tenía la garantía de competir en una carrera de tres semanas el primer año, pero esperaba que La Vuelta 18 fuera su primera Gran Vuelta, para descubrir este gran mundo a los 21 años. Las circunstancias precipitaron las cosas: segundo en el Tour de Romandía detrás de Primoz Roglic (¡y están listos para más este verano!) y ganador del Tour de California en mayo, parecía listo para debutar en el escenario principal antes de lo esperado, mientras que Chris Froome, líder indiscutible del Team Sky en ese momento, estaba luchando duro en el Giro de Italia, convirtiendo la situación en su ventaja al final. El británico necesitaba refuerzo en la montaña, por lo que en lugar de esperar la Vuelta, Egan Bernal fue convocado para el Tour de Francia donde fue ejemplar al servicio de Geraint Thomas, que finalmente dominó la situación, mientras Froome subía al tercer escalón del podio.
Aún no se suponía que el colombiano asumiera el liderazgo en el Tour 2019. La terrible caída de Froome en el Critérium del Dauphiné le colocó más alto en la jerarquía. Seguía por detrás de Thomas a la salida de los Pirineos, pero dos etapas en los Alpes le impulsaron a la cima. Su carrera dio un vuelco, su vida personal también. El Tour 2020 le devolvió a las grandes dificultades de la profesión y, finalmente, le permitió volver a su sueño inicial: brillar en las tres Grandes Vueltas, que veía, de niño, en la televisión, con tanta pasión. Una vez asegurada la victoria en el Giro del pasado mes de mayo, se le preguntó sobre la posibilidad de un asalto al Tour de Francia y la perspectiva de convertirse en campeón olímpico. “No”, respondió. «Mi prioridad ahora es ganar también La Vuelta”.
«La presencia de Egan Bernal es un atractivo muy importante para La Vuelta 21», explica el director general Javier Guillén. «Quiero decir, como mis compañeros organizadores del Giro de este año, que finalmente llega al inicio de nuestra carrera, pero no debemos olvidar que aún es muy joven. Por supuesto, si ganara La Vuelta en su primera participación, después del Tour y el Giro, eso sería histórico, pero no debemos perder de vista que el nivel de competencia es tal que no se gana con anticipación. Como es un chico muy listo que mantiene los pies en el tierra, sabe que no será fácil. Evidentemente, estamos encantados de contar con él entre los principales protagonistas».