Con la celebración de la Vuelta a Aragón, ha terminado un mes en el que se han sucedido cuatro carreras por etapas, comenzando por Castilla y León y siguiendo por Asturias y Madrid. Pruebas que tienen mucho en común, ya que han sufrido bastante la crisis y van remontando poco a poco.
Los organizadores de las cuatro han hablado con este medio para conocer la realidad de estas pruebas y, sobre todo, las opciones de crecimiento en futuro, tanto de forma individual como en una posible ‘alianza estratégica’ entre ellas.
Sufriendo todavía el recorte
La primera carrera en fechas fue la de Vuelta a Castilla y León, cuyo coordinador, Roberto Coca, reconoce que “mantenemos el nivel de los años anteriores, pero estamos muy lejos de la situación de hace siete años, cuanto teníamos cinco etapas. Nos bajaron el presupuesto en un 50% y aunque vamos subiendo poco a poco, tendrían que pasar diez años para alcanzar lo que teníamos entonces”. Hoy por hoy, pensar en un aumento de días de competición es una utopía para la ronda castellano-leonesa. “No hay el más mínimo atisbo”, indica.
Esta disminución presupuestaria se plasma también en la participación “que no es la que nos gustaría tener, y creo que a todos nos pasa lo mismo. Traer a un World Tour es inviable y no por tema económico, sino porque tienen otro calendario que les interesa más. A lo mejor si les ofrecieses una barbaridad… Con los continentales profesionales es más fácil, ya que ahora tenemos tres en España y hay equipos de Francia y otros países que sí se interesan. El problema grave es el de los continentales, ya que la participación tiene que ser de un 50% de estas estructuras. Y si fuesen equipos de formación, encantados con ellos. Pero hay veces que tenemos que recurrir a conjuntos que no aportan nada”.
Coca, que estuvo también como comisario en Aragón, señala el problema de “las nuevas normas de seguridad, que nos están matando, y que no se están aplicando de la misma forma en todos los sitios. Incluso dentro de Castilla y León, ya que este año pasamos por cinco provincias y en una de ellas las exigencias fueron muy superiores. En Aragón también pasó algo similar”, aunque en Madrid las normas son mucho más relajadas… salvo que no se permiten grupos de corredores muy descolgados, lo cual puede adulterar la competición.
Sobre la posibilidad de una colaboración conjunta, considera que “hay mucha diferencia de fechas entre la primera y la última carrera, y sobre todo muchos días desde el final de una al principio de la siguiente. Este año quisimos coordinar la participación con la prueba de Sierra de Beiras, que también la organiza Fullsport, y los equipos estaban interesados siempre que les pagásemos el hotel en los días que había en medio, entre las dos pruebas. Y claro, el montante es muy elevado. Ahora mismo pienso que sí se podría llegar a algún tipo de colaboración, pero sólo con la que nos sigue. Eso sí, nosotros seríamos los primeros en apoyar cualquier iniciativa conjunta que sea positiva para nuestras carreras”.
Televisión en directo, por los canales autonómicos
A diferencia de la ronda castellano-leonesa, las otras tres pruebas han tenido televisión en directo. RTPA fue la encargada de ofrecer las imágenes de la Vuelta a Asturias, aunque como comenta Coque Montero, coordinador de la prueba, “al ser el primer año, y ser una decisión que se tomó muy pocos días antes, no se pudo preparar lo bien que hubiéramos querido, y tuvimos algunos problemas técnicos en algunas etapas. La orografía asturiana es complicada por los valles y montañas”, aunque señala que “la televisión en directo ha supuesto una gran ventaja para nuestra carrera”, hasta tal punto que se está trabajando por añadir un día más de competición.
Pero la tarea no es fácil. “Nosotros no tenemos el patrocinio del Gobierno Asturiano, por lo que tenemos que dar los pasos de forma muy prudente. No podemos abarcar mucho y que luego nos veamos obligados a suspender, como nos pasó en 2014. Pero sí, estamos trabajando por recuperar el cuarto día, aunque para ello tenemos que asegurarlo por un mínimo de dos años. Tendríamos que tener dos poblaciones, de salida y llegada, para sumarlas a las que tenemos ahora, que son las que siempre han estado con nosotros y a las que no podemos fallar”, comenta Montero.
Como Coca, señala que “traer a un World Tour es imposible. Es un coto cerrado y no sé si es porque no quieren venir o porque les dicen que no vengan a este tipo de carreras. La participación es la que hay”, se sincera. “Luego depende quien te gane. Nosotros tenemos la suerte de que haya sido Carapaz. Nadie le conocía cuando ganó, pero ahora con el Giro que está haciendo, en todos los sitios dicen lo mismo, ‘es el que viene de ganar Asturias’, y eso es une repercusión añadida para nuestra carrera”.
Interesante es su aportación sobre las nuevas normas de seguridad. “Aquí hemos hecho cursillos de formación de los motoenlaces con la Guardia Civil y con los comisarios, pero en definitiva todo se resume en que hay que arreglarlo con más dinero”.
Finalmente, Montero señala que la posible colaboración entre organizadores, “debería canalizarse en la AEOCC, no sólo entre nosotros, sino entre todos los organizadores, aunque vuelvo a decir lo de antes, el problema principal es el dinero”.
La cuarta etapa, muy posible en 2019
La tercera carrera en fechas ha sido la Vuelta a Madrid, cuyas principales novedades en este 2018 han sido la emisión en directo por Telemadrid -en concreto por su segundo canal, La Otra- y que el patrocinio institucional ha provenido de la Dirección General de Turismo. “Hemos tenido un importante salto de calidad este año”, valora Javier Fernández Alba, presidente de la Federación Madrileña de Ciclismo, entidad organizadora de la prueba.
Un paso importante, que esperan consolidar el próximo año, ya que en la despedida en el Paseo de la Castellana, se lanzó la propuesta de aumentar los días de competición a cuatro, “y que también nos lo confirmaron en las reuniones que hemos tenido tras la prueba. Además, ya hemos tenido el ofrecimiento de una nueva localidad para el próximo año, algo impensable a estas alturas en ediciones pasadas, lo que nos hace ver que vamos en la buena dirección”, indica el presidente de la FMC.
En cuanto a la participación, Fernández Alba reconoce que “cuanto confirmamos el presupuesto, quedaba poco para la carrera y los equipos ya tenían hecho su calendario. Esperemos que de cara al próximo año podamos negociar con mayor antelación y poder traer algún equipo de mayor nivel”. En este sentido añade que “solamente tuvimos contacto con Aragón, ya que el ser también la Federación la que organiza la prueba, les echamos una mano en algunos aspectos que conocíamos nosotros, aunque no hubo reuniones”, a la vez que valora positivamente la iniciativa de coordinar esfuerzos entre las cuatro organizaciones.
Buena acogida de los medios
Finalmente, Luis Marquina, presidente de la Federación Aragonesa, que este año ha recuperado la Vuelta a Aragón -que no se celebraba desde 2005- se muestra muy satisfecho de la “acogida que hemos tenido, especialmente por parte de los medios informativos. Además, hemos tenido muy bien tiempo y la carrera ha transcurrido por unos parajes espectaculares por lo que Turismo de Aragón y el Gobierno de Aragón han quedado muy satisfechos”. Y es que las imágenes de la carrera no sólo se vieron en Aragón, gracias al canal autonómico, sino en toda Europa, ya que la prueba fue ofrecida por Eurosport.
Tres etapas y como siempre la posibilidad de aumentar un día en la mente de los organizadores. “Quizá tenga que ser el próximo paso, porque Aragón es una región muy grande y con esa etapa más ocuparíamos más territorio. Pero tenemos los pies en el suelo y aún es muy pronto para decirlo”.
En cuanto a la participación, “todos tenemos el mismo problema, pero Movistar siempre viste la carrera y han venido equipos profesionales muy majos, que han tenido bastante protagonismo porque estas son las carreras en las que pueden brillar”, añade el presidente de la Aragonesa.
Sobre esa posible colaboración entre los cuatro organizadores, Marquina reconoce que “siempre es positivo sumar, aunar esfuerzos, y es una cuestión que nos deberíamos plantear, sobre todo aquellos organizadores que como nosotros o Madrid no somos una empresa. En nuestro caso, hemos tenido apoyo de Madrid, pero también de otros organizadores como Valencia, Castilla y León o Burgos. Pienso que ese grupo de trabajo podría plantearse, y ver si realmente hay alguna opción de poder obtener algún fruto”.