La FFC presentaba ayer la bicicleta que utilizarán sus pistards en los próximos Juegos Olímpicos de París, la LOOK P24, fruto de tres años de trabajo de 1.300 horas de cálculos, 380 horas de impresión en 3D y 33 versiones testadas, en un prototipo que fue estrenado, como obliga la Normativa UCI, en el pasado Mundial de Glasgow, y que está a la venta aun precio bastante más razonable que las máquinas británica, australiana o japonesa, aunque lógicamente elevado, 11.999 euros, pero solamente lo que se refiere al cuadro.
En el reportaje, cuenta que la clave es la búsqueda de la aerodinámica, pero” no de la bicicleta aisladamente, sino de la pareja hombre-máquina, en su conjunto. El atleta por sí solo representa entre el 80 y el 85 % de la resistencia aerodinámica”, explica Jérôme Billiet, ingeniero responsable del proyecto.
Antes de ello, se estudiaron los aspectos de la LOOK T20 que había que preservar, para definir por defecto las posibilidades de mejora. Tanto la geometría y el comportamiento de la máquina fueron completamente satisfactorios, al igual que la relación peso-rigidez. El trabajo se centró es conseguir la posición ideal diseñar la forma de la bicicleta, es decir, conseguir la forma ideal de la pareja hombre-máquina, para lo que serían necesarias nada menos que 1.300 horas de cálculos CFD (simulación digital que sustituye a las horas del túnel de viento) para desarrollar 33 versiones sucesivas del futuro cuadro.
Los cálculos se realizaron sobre la base de una velocidad de desplazamiento de 70 km/h, que corresponde al esfuerzo de un velocista de alto nivel, teniendo en cuenta la fuerza centrífuga y la inclinación resultante de la pareja hombre-máquina, trabajando en un modelo que está diseñado exclusivamente para la pista, no para la carretera.
Y como en el caso de los cuadros de Gran Bretaña o Japón, la separación de la horquilla y de los tirantes es el primer aspecto que destaca en lo visual. Una separación cuyas causas ya se han explicado: alinearlos con las piernas del ciclista en el mismo flujo de aire. La tija dividida tiene la misma razón de ser, para evitar las turbulencias.
La segunda etapa contemplaba el paso del túnel de viento virtual al físico, en este caso en el IAT de Saint-Cyr l’école, en colaboración con la unidad de Investigación y Rendimiento del FFC. Para ello construyeron un modelo de impresión en 3D para refinar el trabajo con las formas.
En este sentido, en el reportaje se destaca el trabajo para reducir la superficie frontal, para lo cual es muy importante bajar el pecho y posicionar la cabeza y los hombros, y todo lo que implique juntar los codos reduce esa superficie. Por ejemplo, el manillar de velocidad tiene un estilo retráctil, que conlleva un acercamiento de los codos cuando las manos están en el hueco del manillar. Es decir, que la ganancia aerodinámica no proviene del propio manillar, sino de la posición que induce. La ganancia de 40/50 watios respecto a la LOOK T20 aumenta a 91 watios gracias a la posición que implican los manillares de velocidad.
Se han diseñado otros dos manillares, uno para la madison, con varias opciones de agarre, y otro de persecución, del que se estima una ganancia adicional de 26 watios, lo que puede estimarse en 0,2 segundos por vuelta, o aproximadamente 3,5 segundos durante toda la persecución, lo que es una cifra considerable.
Claro que, como se dice en el reportaje, todo dependerá de los deportistas que, por otro lado, se mostraban enormemente satisfechos con su nueva máquina, en la que las ruedas Corima serán el complemento ideal.