Luis León Sánchez: “Mentí a los médicos para ir a África”

Luisle_Astana

Luis León Sánchez afronta su segundo año en Astana

Nicolas Van Looy / Enviado especial Calpe – Ciclo21

Sonriente, pero cansado. Luis León Sánchez cruza el hall del hotel en el que se encuentra concentrado junto al resto del equipo Astana en Calpe con esa mezcla de vitalidad innata a todo gran deportista y la tranquilidad que los corredores siguen teniendo a estas alturas del año, en la que sólo los entrenamientos y verse las caras les recuerda a la competición. Los grandes objetivos todavía quedan muy lejos y los pensamientos andan ocupados en otras cosas. Hasta a ellos, gente acostumbrada a moverse por medio mundo, parece que pensar en viajar les cueste más ahora que en otras épocas del año. Le quedan dos días de concentración y le pregunto si ya tiene ganas de volver a casa. “¿A casa? De aquí nos vamos a Kazajstán a la presentación del equipo. Pasaremos allí el fin de semana. Luego ya sí, a casa antes de la siguiente concentración”. Lo dice resignado. Es lo que hay.

Mientras apura las últimas horas de concentración, el murciano atiende en exclusiva a Ciclo 21 en una entrevista en la que repasa no sólo sus 14 temporadas como ciclista profesional sino también el ambiente convulso que se vivió hace ahora doce meses en su equipo, las opciones del joven Fabio Aru de cara a su debut en el Tour de Francia o la situación actual y futura del ciclismo español. Es un tipo optimista. Alegre. Sonriente. Un tipo que, lleva ganadas cuatro etapas en el Tour de Francia y que sueña con volver a repetir triunfo en la Grande Boucle. Este año, tras varios de ausencia, lo podrá volver a intentar.

-Va a comenzar su 14ª temporada como ciclista profesional. En ese tiempo, ha corrido en equipos españoles (consideramos español al Caisse d’Epargne), holandeses y kazajos. ¿Son tan distintas las maneras de entender el ciclismo dependiendo de la estructura en la que uno esté?

-No, realmente no hay una gran diferencia. Es verdad que en el día a día se nota mucho porque no es lo mismo compartir una comida o una cena con corredores españoles que con gente que viene de muchos sitios distintos. Por ejemplo, el ambiente en esos momentos que te digo era muy diferente en un equipo español como el Caisse d’Epargne que en un equipo holandés. Al final, esto se ha globalizado muchísimo y en un equipo como Astana, que es kazajo, hay muchísimos italianos, kazajos, algún español, colombianos… No es como antes, cuando en los equipos predominaban los corredores del país de procedencia del equipo. Era una época en la que a lo mejor nos daba un poco de miedo salir al extranjero, pero ¡ya ves! Para mí todo eso ha pasado a otro nivel.

-Se ha quedado usted como único español en el Astana. En ese sentido, ¿va a echar mucho de menos a Mikel Landa?

-Sí porque tuve la suerte de correr con él desde País Vasco hasta la Vuelta a España y compartí casi siempre habitación con él. La verdad es que es una persona muy agradable. Lo conocía muy poco de correr ‘contra’ él cuando estuvo en Euskaltel. Le conocí en Australia cuando anduvo en aquel mundial como Sub 23. Cuando estas en una situación como la del año pasado, en la que tienes la suerte de correr y compartir habitación con un corredor de tu mismo país, compartes muchas cosas. En el tiempo que llevamos de concentración ya le echo de menos, pero él ha tomado la decisión de irse y yo, como has dicho, me he quedado solo como único español en Astana.

-Siempre ha estado en equipos de la máxima categoría salvo en la campaña de 2014 cuando rodó para el Caja Rural. Ahora que conoce las dos velocidades del ciclismo y además de manera muy reciente, ¿cuáles son las grandes diferencias que como ciclista supone estar en un equipo WT o en un PCT?

-Sobre todo, el calendario cerrado que tiene un equipo World Tour. Ya sabes cuándo y dónde vas a correr con mucho tiempo de antelación. Por ejemplo, ahora ya sabemos casi todo nuestro calendario de 2016. En el Caja Rural es verdad que sabíamos más o menos dónde podíamos correr, pero nunca era algo completamente cerrado. Muchas veces, de un mes a otro, te decían ‘nos ha salido esta carrera, ¿qué te parece?’ y valorábamos sin íbamos bien o mal. Pero, la verdad es que en Caja Rural lo pasé muy bien y se portaron muy bien conmigo. Me dieron un calendario que para nada tenía que envidiar al World Tour. Esa era la principal diferencia y también el ritmo de competición, que se nota muchísimo. Correr una World Tour a una de otra categoría se nota muchísimo en el ritmo y en el pedaleo que te deja después de terminar.

meta luisle gabon rec

La experiencia africana de Luis León

-Usted estuvo en el Caja Rural teniendo una edad todavía muy competitiva y viniendo de un gran equipo. En ese sentido y dado lo que me acaba de explicar, se diría que sobre el papel usted debería de ganar casi ‘con una pierna’ muchas carreras, pero ¿se hacía esa teoría muy difícil por tener que preparar los objetivos tal y como iban llegando?

-He decir que la suerte que tuve es que en Caja Rural me hicieron un calendario en el que ya sabía todo lo que iba a correr. Sí es verdad que luego había carreras que iban cayendo y me decían ‘hay esto, ¿qué te parece?’. Me gusta correr y prefiero estar corriendo a estar entrenando, así que solía apuntarme a todo.

-De hecho, fue usted líder del África Tour

-[Ríea] ¡Sí, es verdad! La experiencia de Gabón fue muy buena. Son carreras que hay que conocer, porque te las pueden contar, pero es mejor conocerlas. Yo tenía muchas ganas, incluso ansiedad, por comenzar a correr y olvidarme de todo lo que había pasado ese año. En realidad, fue hasta precipitado porque para ir a correr a África tienes que pasar por ponerte un montón de vacunas y dejar pasar mucho tiempo para que esas vacunas no hagan reacción y yo en dos semanas me las tuve que poner todas. ¡Incluso mintiendo a los médicos! Les decía que no iba a hacer esfuerzos durante un tiempo. Creo que, después, me pasó factura porque al volver a España me pegó un gran bajón después de la Vuelta a Andalucía. No sabíamos el porqué. Cada dos por tres estaba resfriado o con un virus. Siempre tenía algo y creo que fue por actuar de esa manera tan precipitada. Fue completamente culpa mía porque en ningún momento el equipo me obligó. Ellos incluso me decían que tenía que esperar a Mallorca porque iba a ser todo mucho más tranquilo. Al final, todo salió mal, pero fue mi culpa.

-Su llegada al Astana el pasado año coincidió con una tormenta perfecta sobre su futuro en la máxima categoría. Tras su salida dos años antes del Belkin, ¿tuvo la sensación en algún momento de ‘en qué lío me he metido esta vez’?

-A ver… es verdad que estábamos aquí mismo y la gente mostraba muchísima tranquilidad. Muchas veces yo mismo le decía a Raquel, la médico, o al masajista ‘tanta tranquilidad me está poniendo nervioso’ y todo el mundo me decía que todo lo que se argumentaba era verdad, que el equipo continental no tenía nada que ver con el World Tour. Sí que es verdad que llegas a pensar, como tú has dicho, ‘en qué lío me he metido’, pero las cosas son así y las tienes que aceptar y esperar a que pase todo para que llegue la tranquilidad.

-Hablando de su salida del Belkin, ¿cuándo se da cuenta usted que después de cuatro años con ellos comienzan a mirarle de forma distinta?

-Tuve la suerte de firmar con Rabobank y conocer a Breukink, que era el mánager del equipo en ese momento. Él siempre me puso las cosas claras. Fue él quien hizo los contactos para que yo pudiera cambiar de equipo porque estaba en el Caisse d’Epargne y me vino con una oferta que no podía rechazar. Estuve dos años muy a gusto con ellos. Incluso en 2011, que yo sabía que no estaba para correr el Tour de Francia, pero ellos apostaron por mí. Las cosas empezaron a funcionar y a llegar los resultados y yo me adapté a la dinámica de un equipo extranjero. El idioma influyó, pero estaba en un equipo con Gárate, Freire, Barredo… y eso me ayudó. Luego pasaron cosas extrañas y echaron a Breukink y hubo cambios que no venían al caso y todo cambió de un día para otro y así empezó todo.

-¿Qué fue más duro para usted: las sospechas que levantó su propio equipo de forma pública, quedarse fuera de un equipo WT o, sencillamente, que las cosas acabaran así con el equipo en el que había pasado cuatro años?

-Ellos tomaron una decisión y yo tomé la mía. Me tuve que defender y ya está. Ellos pensaron que las cosas se tenían que hacer a su manera y yo lo único que quería era correr. No entendía porqué no me dejaban hacer lo que yo debía. Lo único que yo quería demostrar es que quería seguir haciendo mi trabajo.

Luisle_San Sebastián

Vencedor en San Sebastián

-Cuatro etapas en el Tour, dos Clásicas de San Sebastián, una París-Niza, el oro de Bakú, un Down Under, cuatro nacionales de contrarreloj… ¿con qué victoria se queda?

-[Piensa antes de contestar] Para mí, las victorias del Tour de Francia son muy importantes. ¡Siempre lo ves tan lejos, conseguir una victoria en el Tour! Y llevar cuatro es algo muy bonito y que la gente la ve mucho. Es la carrera más importante del mundo y, por supuesto, un enorme escaparate en el ciclismo. La París-Niza también fue muy especial porque era impensable batir a Alberto Contador. Se habló muchísimo de que yo sólo intentaba hacer segundo y ganar alguna etapa, pero es verdad que lo veía muy complicado. Aquella París-Niza la disfruté y la sufrí muchísimo. El equipo estuvo a un gran nivel y luchando hasta el último día porque ya conoces a Alberto, no se da nunca por vencido. En realidad, todas son importantes. Incluso la primera que gané en Australia. Supuso mucho para mí.

-Muchas veces se le ha catalogado como ‘cazaetapas’. Si eso es cierto, es evidente que, junto a sus triunfos, tendrá una buena colección de ‘casi triunfos’ ¿Cuál ha sido esa victoria que ha visto muy cerca y que más, perdone la expresión, le ha jodido que se escapara?

-Sí, sí que hay de esas. Recuerdo el Tour de Wiggins. Siempre que había conseguido ganar etapa en el Tour lo había hecho en la primera semana. Ese año, hubo dos días que me pillaron a cien o doscientos metros de meta y en ambas ocasiones fue porque había un equipo muy superior como Sky que, además, tenía a un Cavendish que lo ganaba todo al sprint.

-¿Tiene ya clara su calendario?

-No del todo. Lo estamos cerrando estos días. Sé que hago Australia y que voy al Tour y que puedo hacer la mayor parte del calendario con Fabio Aru.

-No ha ido al Tour desde el año 2012, cuando consiguió la victoria en Foix. En Astana, si nada cambia, estarán todos volcados en ayudar a Fabio Aru. ¿Piensa que tendrá oportunidad de buscar un triunfo parcial?

-No lo sé, depende de cómo vaya la carrera. Por ejemplo, en la Vuelta a España, nada más salir, ya nos habíamos quedado con siete. En ese momento, ya sabes que es muy difícil que puedas buscar una etapa. La suerte fue el día de Landa, que se metió en aquella escapada que generó aquel jaleo porque es verdad que por la mañana, en el autobús, se dijo que debía de buscar la escapada para luego esperar a Aru si había movimiento atrás. Para mí, no hubo discusión alguna porque si bien es cierto que ese era el plan, la diferencia entre Landa y Aru era muy grande y a Landa no se le mandó parar en ningún momento. Por lo demás, volviendo al tema, si te fijas casi nadie del equipo se metió a buscar etapas porque sabíamos que debíamos de hacer el trabajo de nueve sólo con siete.

-No le iba a preguntar por ello, pero ya que lo ha mencionado y dado que usted, evidentemente, llevaba pinganillo, me confirmar que en ningún momento nadie le dijo a Mikel Landa que tenía que parar para esperar a Aru.

-¡A ver! Cuando arranca Aru es verdad que se escucha ‘Landa…’, pero creo que hay que saber que Landa iba a ganar esa etapa sí o sí y que era un movimiento muy arriesgado pararle para ayudar a Aru a ganar unos segundos. Creo que Landa hizo bien y no hubo, ni mucho menos, ningún reproche sino al revés. Creo que cuando desde el coche intentan parar a Landa, fue un momento de nerviosismo. Incluso Martino le dijo ‘perdona porque igual me he puesto un poco nervioso’. En ningún momento hubo un reproche ni nada por el estilo.

Luisle_Tour

Una de sus cuatro etapas en el Tour

-Su presencia en el Tour y su presencia habitual en la selección, le colocan como uno de los posibles integrantes del equipo que estará en los Juegos de Río ¿Le hace ilusión estar allí?

-Creo que cualquier español se vería en los Juegos, pero es el seleccionador quien debe de decidir. Además, es una decisión muy complicada porque sólo puedes llevarte a cinco. Además, te juntas con el equipo español donde hay tres corredores como Alberto, Purito y Alejandro que, en condiciones normales, pueden ser favoritos. Es verdad que el año de Londres, los grandes favoritos sufrieron caídas y al final fuimos cinco que, a lo mejor, no estábamos ni en la lista inicial para ir. Ahora, sí es cierto que me encantaría representar a España en una Olimpiada. Estaría encantado de poder volver a hacerlo y voy a trabajar para poder ir. Luego será Javier quien decida.

-Como dice, van cinco… a la prueba de ruta. Pero también hay una prueba contrarreloj

-Sí, pero creo que Castroviejo ya ha demostrado en el mundial que puede hacer algo bonito. Es verdad que son contrarrelojes muy diferentes. Contador ya ha hecho público que quiere correr también. La decisión será de Mínguez.

-¿Es factible afrontar en condiciones el Tour, los Juegos, la Vuelta y el Mundial?

-¡No! Imposible. Creo que el que haga Tour y Juegos se tiene que olvidar de la Vuelta. No hay tiempo para recuperar. Si no haces los Juegos, sí puedes intentarlo. De todas formas, los que disputen en Río van a ser gente muy distinta a los que disputen el mundial porque son recorridos y circuitos muy diferentes.

Todo el mundo da por hecho que Fabio Aru será el líder del Astana en el Tour y que Nibali lo será en el Giro y la Vuelta, pero él todavía no ha descartado su presencia en Francia. Viendo los recorridos de ambas carreras, ¿cree que Aru tiene más opciones que Nibali en el Tour?

-[Pausa muy larga] No lo sé. Realmente, no lo sé. Fabio ha demostrado en el Giro que puede ganarlo. Es muy joven y en Italia tiene mucha presión. Yo este año he tenido la suerte de verlo y le meten mucha presión. Es un gran corredor que sabe sufrir muchísimo. Ya hemos visto en la Vuelta cómo se deja la vida encima de la bicicleta y eso lo hace muy poca gente. Creo que antes de pensar en ganarlo, debe de conocer el Tour. Se le va a exigir que lo gane, pero él todavía no ha corrido ninguno y es una carrera muy difícil. Son 21 días en los que no puedes cometer ningún error. En la Vuelta o el Giro hay días que, si no estás a tu mejor nivel, puedes salvar los muebles, pero eso no pasa en el Tour. Han decidido que Fabio haga el Tour y lo intente, pero no se le va a exigir como a Nibali hace dos años de ganar sí o sí. Él está convencido de que lo puede hacer bien y nosotros estamos con él.

-Teniendo en cuenta el salto cualitativo que se espera esta temporada tanto de Mikel Landa como de Fabio Aru, ¿habrían sido demasiados gallos en un solo corral si Landa se hubiese quedado en Astana?

-Cada año los calendarios son más largos y hay más carreras que ofrecen opciones…

Sí, pero usted sabe tan bien como yo que ellos tres quieren brillar en las mismas carreras y de esas sólo hay tres.

-Sí, eso es cierto. En la Vuelta tuvimos la mala suerte de que lo de Nibali, pero creo que el equipo estaba convencido que podíamos luchar por ganar la general con cualquiera de los tres. Luego la carrera puso a cada uno en su sitio. Landa lo pasó mal la primera semana y fue Fabio quien se quedó y pudo ganar. Es difícil manejar esa situación de tener tres jefes de filas, eso es cierto, pero es mejor tenerla que desearla.

Luisle_Bakú

Fue oro en los JJEE de Bakú 2015

-Se colgó usted el pasado año el oro en los Juegos Europeos de Bakú después de haber conseguido el bronce en la prueba contrarreloj tres días antes. ¿Ha pasado muy desapercibido ese logro?

-Puede que sí, pero era una competición nueva. Mira, yo estaba en el Giro y me llamaron para decirme que iba a ir a los Juegos Europeos ¡y me sonó mal! No sabía de qué me estaban hablando y fue un mecánico el que me lo explicó un poco. Llamé a Mínguez y él también me lo explicó. ‘Es una cosa que se han inventado que son como unos Juegos Olímpicos, pero sólo para selecciones europeas’, me dijo. Luego empiezas a leer que Boonen quiere prepararlo, que los italianos también… y va cogiendo una importancia que tú no habías pensado. Una vez que estuvimos allí se vivió de una manera muy bonita. Manteniendo siempre las diferencias, fue como una Olimpiada de verdad en cuanto al modo de vida.

-Debutó usted con Manolo Saiz y, muchos años después, va a volver al ciclismo. Usted que lo ha conocido, ¿qué opinión tiene de este regreso?

-Me parece bien. Me alegro por él porque sé que no lo ha pasado bien. Además, que vuelva y que lo haga con un equipo joven, es una gran noticia. En España se necesitan equipos continentales. Sólo tenemos un equipo WT como es Movistar y un PCT como es Caja Rural, pero hace falta que salgan equipos y que se apoye el ciclismo de base. Ese es el futuro del ciclismo español y hay que trabajar con ellos para sacar el ciclismo adelante cuando se acabe la generación actual de Purito, Alberto y Alejandro.

-Hablando de eso, usted tiene 32 años y está un pequeño peldaño de edad por debajo de ellos, pero le podemos considerar un miembro de esa generación dorada del ciclismo español. Usted, además, ha corrido junto a Mikel Landa que pasa por ser el mirlo blanco de nuestro ciclismo. ¿Qué sensación hay desde dentro del pelotón en cuanto al relevo?

-¿Sabes qué pasa? Que los tres grandes acaparan mucho. Eso es normal porque lo que ellos han conseguido está al alcance de muy pocos. Incluso añadiría a Samuel, que es un corredor que ha sido campeón olímpico. Han conseguido tanto y van a seguir haciéndolo, que es difícil no hablar de ellos. Lo que ocurre es que hay ciclistas jóvenes que han ganado mucho, pero que todavía les falta esa carrera que les convierta en grandes nombres. Creo que están cerca de conseguirlo. Por ejemplo, ahí están los casos de Lobato, Herrada, Landa… Creo que Mikel ha dado un paso de gigante este año que, quizás, ni él mismo se lo creía durante el Giro. Él me decía ‘voy a intentar conseguir una etapa como sea’ y, al final, ¡mira lo que consiguió! Él es el futuro del ciclismo español, pero hay que tener tranquilidad con los jóvenes.

-El año pasado llegó al Astana con un contrato para una única campaña y ahora ya tiene asegurada la continuidad hasta 2017. ¿Cuáles van a ser sus grandes objetivos?

-Sé lo que tengo que hacer. Voy a estar en el bloque de Fabio y tendré que la oportunidad de hacer algo a nivel individual en las carreras que me queden. Sobre todo, a principios de año porque tengo la suerte de que en Murcia siempre hace buen tiempo y puedo entrenar bien en estos meses.

-Hay un tema que está dando mucho de qué hablar en estas fechas y es el de los frenos de disco. ¿Dónde se posiciona usted en este debate?

-En el no. No lo he probado, pero soy partidario de no usarlos porque pienso que pueden ser peligrosos. Los que llevamos ahora, la verdad, es que frenan bien. Repito, no lo he probado, pero a bote pronto, mi opinión es contraria.

-Si ahora alguien le ofreciese una victoria a cambio de no ganar nada más en lo que le queda como ciclista, ¿cuál firmaría?

-Volver a ganar en el Tour.

Comentar

Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

*