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Mikel Landa coge el testigo de Miguel Madariaga / © Ciclo21
Nicolás Van Looy / Ciclo21 – Logroño
Había mucha expectación. El anuncio de la rueda de prensa conjunta de Mikel Landa y Miguel Madariaga para hablar sobre el futuro de la Fundación Euskadi había levantado una gran cantidad de expectativas y esperanzas que rumoreaban, incluso, sobre la posibilidad de la creación en 2018 de un equipo continental. Pero no. Todo se quedó en oficializar lo que ya se sabía: Miguel Madariaga da, tras 25 años, un paso al costado y cede la presidencia de la Fundación Euskadi a Mikel Landa.
Es un momento muy especial en la vida del veterano dirigente vasco que asegura que este movimiento “no me hace sentir mal. Es un paso importante. Yo lo he estado pasando muy mal. Hay gente que lo sabe muy bien. Ahora estoy pasando uno de los momentos más felices”. Y recordaba que a lo largo de los 25 años de historia de la Fundación, “hemos llegado a tener un equipo en el World Tour. A pesar de la situación actual, no me arrepiento de lo que he hecho. Con la ayuda de Mikel, el nuevo impulso que le va a dar a esto y si no nos ponemos zancadillas los unos a los otros, podemos volver a conseguirlo”.
Esta historia, contaba Madariaga, comenzó en el mes de julio. “Tengo muy presente el día que me llamó Mikel porque era la contrarreloj del Tour. Me dijo que había oído lo mal que estaban las cosas y que si era todo verdad. Le dije que sí y el me pidió que no dijera nada a nadie y que nos veríamos al terminar el Tour. Cuando nos vimos, no tardamos más de 20 minutos en arreglarlo. Él me dijo lo que pensaba y yo lo que tenía”.
La nueva cabeza visible de la Fundación Euskadi, Mikel Landa, explica que “me enteré de la situación de la Fundación. Estaba pasando un momento complicado y no podía mirar a otro lado viendo que la Fundación iba a menos y que iba a desaparecer”. Hablé con mi gente de confianza y con Miguel y comenzamos a hablar de la posibilidad de lo que hoy estamos presentando.
Y ahí se terminan las concreciones. El proyecto todavía no tiene claro hasta dónde podrá llegar en 2018. Landa explica que “a día de hoy no hemos contemplado que yo ponga dinero de mi bolsillo. Miguel me ha cedido la fundación y me la deja sin deudas”.
Si el año que viene habrá o no habrá un equipo continental es la gran pregunta y, por el momento, así seguirá: sin respuesta. “No sabemos todavía lo que haremos. No tenemos una preferencia clara. El objetivo es que la Fundación no desaparezca y vamos a trabajar de lleno en el equipo de 2018. Quizás podamos ser continental o seguir como aficionados. Ya lo veremos”, decía Landa.
En cuanto a su doble rol como ciclista en activo y presidente de la Fundación Euskadi, Landa aclara que “Movistar y la Fundación son cosas diferentes. El año que viene la Fundación cumple 25 años y son caminos diferentes”. Una Fundación que, eso sí ha explicado Landa, “seguirá apostando por ciclistas vascos o formados en Euskadi”.
