El diario deportivo catalán Sport ha entrevistado a Manolo Sáiz, exdirector del ONCE y actual asesor técnico del Baqué-Campos.
-Han pasado más de 25 años de aquel primer equipo ciclista profesional, ONCE, y aún se le ve motivado.
-Aquel proyecto nació gracias a la ilusión de unos pocos y también con pocos medios. Yo era el director peor pagado del país, pero era feliz. Fuimos el mejor equipo del mundo.
-Desde la Operación Puerto han transcurrido casi diez años. ¿Va a tener que convivir siempre con esa mochila?
-No, ya está superado. Mi idea es regresar al ciclismo profesional como mánager de un equipo WorldTour. Si no lo consigo será un fracaso. Los vetos no me importan. Si alguno de los que están en el ciclismo hoy cree que es mejor que yo que levante la mano. Para mí fue muy grave. Me hicieron dudar de mí mismo, cometí errores muy graves y por ello debo pedir perdón a mi familia. Al final te sientes muy distanciado de lo que en realidad eres. Yo tenía unos principios morales y éticos. Defendía a los débiles, pero me hicieron sentir tan inseguro que perdí esos principios y me dejé arrastrar por situaciones incómodas. Estas situaciones terminaron por separarme de mi familia. Yo suelo escribir en las redes sociales una sección que titulo ‘Desde mi carrecil’. Poca gente sabe que el carrecil es el canal que hay en las cuadras y por el que pasa toda la porquería de los animales para expulsarla al exterior.
-¿Qué es lo que le impulsó a regresar al ciclismo?
-Mi hijo Manuel, que tiene 25 años, me presiona muchísimo. Es arquitecto técnico, pero creo que se arrepiente de no haber sido ciclista. Y también los amigos. Uno de ellos apostó por mí y me llevó al equipo Baqué-Campos. Les estoy ayudando y tiene mucho mérito lo que hacen con tan poco.