Faltan muy pocas horas para que Aldro Team comience su primera concentración del año, que se desarrollará desde hoy hasta el próximo 4 de febrero en su sede de Torrelavega (Cantabria).
A las órdenes de Manolo Saiz, y de la dirección de Herminio Díaz Zabala y David Etxebarria, están citados los 17 corredores del equipo: Juanjo Agüero, José María Alcalá, Julen Amarika, David Casillas, David Civera, Ángel Coterillo, Miguel Ángel Fernández, Unai Intziarte, Senén Landaburu, Edu Llacer, Artur Martí, Xavier Pastallé, Ismael Piñera, Joan Ruiz, Rubén Sánchez, Miguel Ángel Santamaría y Antonio Jesús Soto.
Tan sólo faltarán los dos becados etíopes –Hailemelekot Hailu y Kibrom Giday– “que solamente estarán tres meses”, como nos recuerda el propio Saiz.
Pese a la lógica ocupación de estas horas previas para atar los últimos cabos antes de la llegada de los corredores, Saiz no se muestra nervioso
-¿Cómo definiría su estado?
-Si a estas alturas de mi vida estuviera nervioso, mal vamos. Lo que sí estoy es muy ilusionado y cada vez con más ganas de echar a andar. Tengo la misma ilusión que tenía el primer día con la ONCE y sobre todo tengo ganas de trabajar diariamente, peldaño a peldaño, desde la base. Soy consciente de que tenemos mucho trabajo por hacer, que este es un proyecto formativo, no para obtener resultados inmediatos.
-Más de una vez ha repetido que es un proyecto que empieza desde la base, pero contar con el apoyo de Aldro es una garantía, ¿no?
-Mañana comenzamos una concentración, pero yo llevo trabajando en este proyecto desde el 20 de mayo, aunque no se haya hecho público primero. Han sido muchos meses de trabajo en la sombra no sólo con los corredores, sino en los diversos campos que engloban el proyecto, como el Centro de Tecnificación Ciclista o la residencia. Está claro que sin el apoyo y la confianza de Aldro Energía y del resto de empresas del grupo, este proyecto no sería posible, pero también de todos los patrocinadores que nos han dado su confianza. No estamos hablando de una carrera de solamente un año, sino de una hoja de ruta a largo plazo, de un proyecto de cinco años con el objetivo final de llegar a profesionales. La prueba está en el Centro de Tecnificación, al que le faltan aún muchos detalles, pero que demuestra esa vocación.
-Volviendo a la concentración, ¿qué plan de trabajo tenéis?
-Lo que queremos es que los corredores realicen los mismos entrenamientos que estaban haciendo en sus casas, pero de forma conjunta, en equipo y bajo nuestra supervisión. Luego, aprovecharemos el centro para hacerles todas las pruebas biomecánicas y médicas que podamos, y tendremos varias charlas con el fin de que vayan conociendo el proyecto y todo lo que hay detrás. Alguna persona cree que son muchos días para una concentración, pero yo no lo veo así, ya que la idea es que, durante la temporada, pasen bastante tiempo en el Centro, con el fin de incidir en ese trabajo a largo plazo del que hablábamos antes.
-Un proyecto que tiene la firma de Manolo Saiz pero que estará dirigido por dos hombres de su confianza como Díaz Zabala y Etxebarria. ¿No le darán ganas de volver a coger el volante?
-Para nada. No lo he dicho públicamente, pero mi familia sí sabía que 2006 iba a ser mi último año al completo como director, que quería dejar poco a poco esa función y centrarme más en las labores de manager. Ahora mismo ni me lo planteo, porque tengo plena confianza en Herminio y en David. De hecho, Herminio ya estuvo conmigo en el coche en la última Vuelta a España que hice. Son dos personas que, por carácter, conocimientos tácticos y saber estar, pueden dirigir perfectamente un equipo profesional. Y que gozan de mi entera confianza. Está claro que iré a muchas carreras este año, en el coche del director, pero con ellos, que son los que mandan. Otras veces iré a las competiciones, pero simplemente para verlas desde la cuneta.
-¿Cuál va a ser el calendario del equipo? ¿Hay ya alineaciones?
-Vamos a debutar en L’Essor Basque, en Francia, el primer fin de semana de febrero, aunque aún no tenemos decidido quiénes lo harán. Dependerá un poco de lo que veamos en la concentración estos días, aunque sí está claro que tras la concentración sabremos quiénes afrontarán todas las pruebas de este primer mes de competición.
-¿Y objetivos?
-Deportivamente no nos hemos fijado ninguna carrera, ni siquiera aquellas internacionales a las que nos han invitado por la plena confianza que tienen en nuestro proyecto, sino que hablamos en términos de rendimiento, es decir, dar una buena imagen como equipo en todas las carreras. Y si esto es así, los resultados llegarán por sí solos. Lo que pretendemos es que los corredores aprendan lo que es una competición, a correr desde lejos, desde cerca, las distintas variantes que se puedan dar según sean las circunstancias de carrera. No me gustan los corredores a los que yo llamo “de los tres últimos kilómetros”. De hecho, en las carreras que he estado viendo esta última temporada, el único ciclista que me convenció fue Rosón, que en la Vuelta a Cantabria atacó a falta de tres puertos de primera. O cómo lo hizo Lastra en Gorla. Esta debe ser la función del campo aficionado, aprender todas estas cosas para luego utilizarlas en profesionales. Desgraciadamente es un esquema que se repite en la máxima categoría. Y es que solamente veo a tres corredores imaginativos: Contador, Purito y Nibali. Aru aprovechó bien las circunstancias y Valverde es un corredor que también sigue bien los movimientos, pero que no tiene esa iniciativa. Todo eso debe aprenderse en el campo amateur.
-Aparte de esa filosofía, ¿hay algo más que quiera inculcar a sus corredores?
-Fundamentalmente que somos un equipo, que no hay líderes ni gregarios y que todos pueden desempeñar esa función según la carrera y el momento que se trate. Ellos tienen que aprender a detectar esos roles sobre la marcha. Es algo a lo que no están acostumbrados tampoco en el pelotón, pero en los meses que estuve el año pasado en Baqué lo conseguimos, por lo que espero no tener problemas en inculcarlo ahora a nuestro propio equipo.
Prensa Aldro Team