Después de una temporada de menos a más, arrancando después de una larga lesión de rodilla y culminando con varios triunfos, el granadino Manu Sola afronta la segunda parte de la temporada enrolado en las filas del Burgos-BH. El objetivo es claro: ““Quiero destacar para que vean en Caja Rural-Seguros RGA que lo hago bien y poder tener un hueco allí el año que viene. Quiero demostrar que estoy fuerte y que la rodilla me respeta”.
Oportunidades va a tener de enseñar todo el ciclismo que lleva en sus piernas. La primera, en la Clásica de Ordizia, el próximo lunes 25 de julio. “Estoy con muchas ganas. Estaba concentrado en la Vuelta a León, pero he cambiado rápido el chip y ya estoy pensando en Ordizia y Vuelta a Burgos”.
Aunque su última incursión en el pelotón profesional fue en 2014 con el Keith Mobel serbio con sede en Murcia, aquella experiencia le demostró que podía competir con los mejores: “Tengo un poco de incertidumbre por saber cuál va a ser mi nivel. Creo que lo puedo hacer bien, porque en 2014 ya estuve delante en Ordizia. En Burgos cambiará la cosa, porque van más equipos del World Tour y es más incógnita para mí cómo voy a estar”. Una incógnita que tiene ganas de despejar pronto.
El paso de correr en amateur a codearte con los equipos de la máxima categoría es grande, pero si algo ha demostrado Manu Sola es tenacidad y capacidad de sufrimiento. “Saldré con el objetivo de hacer el mejor puesto posible en todas las carreras, y si me puedo dejar ver, mejor”, según informa Gorama.