Si hace algunos días hablábamos con Ainara Albert sobre sus destacados resultados logrados recientemente en carretera, ahora lo hacemos con otra destacada pistard sub23 del combinado nacional, Marina Garau, que después de ganar la Copa de España en Estella, el pasado sábado subía al podio a recoger la medalla de bronce en el Campeonato de España de San Lorenzo del Escorial.
Un resultado que entraba dentro de lo previsible para la corredora balear. “El año pasado ya fui cuarta, y sabía que podía estar luchando por las medallas. Conocía el recorrido, que era bastante duro, pero no me preocupaba, porque no me desenvuelvo mal en este tipo de perfiles. No me molesta que haya subidas, y hasta me gusta”, se sincera la ciclista del Cantabria Deporte-Río Mera, quien nos confiesa que “el Campeonato es una prueba extraña, ya que las élite van a hacer su carrera y las sub23 tenemos que aguantar ese nivel de las élites. En la segunda vuelta ya estábamos poquitas sub23 y en mi caso estaba donde quería estar. La clave estuvo en regular, en guardar un poco para el final, porque era muy duro”.
Una prueba más de que la pista y la ruta no solo son compatibles, sino que “hacer pista te beneficia mucho de cara al ritmo, a los sprints, mientras que la carretera te da el fondo necesario para el velódromo. Al final la clave no es otra que planificarlo bien, hacer el trabajo con tus entrenadores para poder estar lo mejor posible en ambas competiciones”.
Cambiando a la pista, lo primero que le cuento a la corredora es el recuerdo que tengo del Campeonato de España de omnium del 2023, cuando cogió el liderato en el scratch, lo reforzó en la eliminación y tan sólo en la puntuación fue rebasada por Laura Rodríguez. “Aquel ómnium fue totalmente imprevisto. Mis primeros dos años de sub23 fueron bastante discretos, y en aquel Campeonato no tenía muchas aspiraciones, pero sí que estaba dispuesta a dar lo mejor de mí. Me coloqué bien y ahí fui aguantando, aunque hubo un momento en la puntuación en la que no podía ir a todo. Tuve que decidir si luchaba por el absoluto o me conformaba con el sub23. Y aunque al final estuve luchando por el élite, me quedé muy contenta con el resultado”.
Un evento que en cierto modo le sirvió para coger confianza. “En el ómnium si tienes una prueba mal puede cambiar todo. Pero si mantienes la regularidad, puedes jugarte distintas bazas. Por ello es una prueba que me gusta mucho, más incluso que la puntuación, donde te ves obligada a correr como otras quieren”. Eso sí, reconoce que le falta experiencia internacional en este tipo de pruebas “pero a nivel nacional en el ómnium me encuentro muy a gusto”.
Sin embargo, su entrada en la selección se ha producido por la persecución por equipos. Y aunque Baleares últimamente no ha presentado cuarteta en los Nacionales, “cuando era cadete corría bastante esta prueba. Sin embargo, en aquella época me gustaba más la individual y ha sido ahora en estos últimos años, cuando he visto lo importante que es el trabajo de un equipo en la persecución”.
De hecho, nos cuenta que tiene mucha ilusión por esta prueba en el Europeo de Cottbus. “Todas vamos en un buen momento. Me hubiera gustado correr en un velódromo más rápido, para saber dónde estamos, que nivel tenemos, y qué tiempos podemos hacer. Además, es mi último Europeo como sub23 y me hubiera gustado terminar no sólo con una buena actuación, sino haciendo un buen tiempo”.
Respecto al resto de pruebas en las que competirá, “aún no nos han dicho nada”. Y es que, antes del evento, las sub23 españolas tienen un importante test esta semana en el Belgian Track Meeting, en donde terminarán de decidirse las pruebas para Cottbus. Cuando le hablamos de la participación, Garau nos dice que “he flipado, es impresionante. Pero intentaremos hacerlo lo mejor posible”. La ciclista balear señala que correr con ese nivel “es bueno para nosotras, porque además algunas llevábamos bastante tiempo sin competir en pista; en mi caso desde el Campeonato de España en febrero”.
Tras la cita continental, Garau seguirá pensando tanto en la pista como en la carretera, “ya que hay varios objetivos con la selección y vamos a ver si podemos ir a alguno”. En cuanto a los velódromos, reconoce que “sinceramente sueño con el Mundial, pero no como una obsesión, sino en seguir trabajando con la selección, hacerlo lo mejor posible y si puedo estar en la cuarteta, bien, pero el objetivo de momento es la categoría sub23”.