Markel Irizar es un ciclista comprometido con distintas asociaciones que luchan contra el cáncer. Conoció la enfermedad en su cuerpo y desde entonces presta regularmente su apoyo a estas entidades. Recientemente ha colaborado con Aspanogi, que es la asociación de niños con cáncer de Guipúzcoa, y con Movember Oñati, asociación que quiere concienciar sobre la importancia de la detección precoz del cáncer de próstata y testicular.
“Estas colaboraciones, un curso de surf y escribir el prólogo del libro ‘Por amor al ciclismo’, de Ainara Hernando, me tuvieron ocupado el mes de octubre, en el que no dejé de rodar con la bici de montaña”, comenta el ciclista guipuzcoano, que asegura no tener tiempo para aburrirse.
“Parece mentira, pero la temporada 2015 ya está aquí. El tiempo ha pasado volando. Tengo la sensación de que acabé la temporada 2014 ayer y ya estamos preparando la siguiente. Retomé los entrenamientos el 3 de noviembre y he intentado aprovechar para pasar el mayor tiempo posible con mis hijos y mi mujer”, añade Markel.
El de Oñati prepara ya la maleta para incorporarse a la concentración que su equipo, el Trek Factory Racing, ha programado en la localidad alicantina de Alfaz del Pi, del 6 al 18 de diciembre. “En esta concentración, aparte de entrenar, probaremos el material nuevo, ajustaremos la posición de la bici, y planificaremos el calendario para temporada que viene”, dice.
En cuanto a los objetivos del 2015, “serán los mismos que los de este pasado año”. “Primero, intentar llegar lo mejor posible a las clásicas del pave, e intentar volver a reeditar con Fabian, el triunfo en Flandes y Roubaix. Luego, tras un descanso, el objetivo será ganarse una plaza para el Tour”, añade.
Markel, que es uno de los hombres de confianza de Cancellara, forma parte de los veteranos del equipo. En febrero cumplirá 35 años y afronta su duodécima temporada como profesional con la ilusión de siempre. “Poco a poco los años van pasando, pero la motivación sique intacta. Por eso, al nuevo año sólo le pediremos salud y que no haya mala suerte. Luego será la carretera la que decida cuál es nuestro sitio. Espero y deseo que podamos seguir disfrutando de lo que es nuestra pasión”, concluye.
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