Es uno de los 25 neoprofesionales españoles y uno de los diez supervivientes del pelotón gallego. Doble campeón de España contrarreloj en categoría sub-23 y con planta de rodador (1,86m de altura y 77kg), tiene claro su futuro: “Me gustaría ser un buen gregario”. Señala a Imanol Erviti (Movistar Team) y Gustavo César Veloso (W52-Porto) como dos de sus referentes. No elige mal Martín Bouzas Rey (20 de noviembre de 1997 – Rois, A Coruña), integrante del Kern Pharma, nuevo equipo español UCI Continental.
“Llegar al campo profesional es el sueño de cualquier ciclista amateur. Lo estoy viviendo poco a poco, sin nervios ni miedo, pero sí con respeto porque es un paso bastante grande”, declaraba el gallego en una conversación con Ciclo 21 antes de ponerse el primer dorsal de la temporada. El salto no es tan grande para Bouzas ni sus compañeros, que han cambiado el maillot del Equipo Lizarte por el del Kern Pharma, dos conjuntos surgidos de la misma estructura, la Asociación Deportiva Galibier.
“No es un cambio radical porque sigo rodeado de la misma gente y se mantiene esa personalidad y forma de trabajar que ya conocemos de los últimos años, esa esencia, el famoso Carácter Lizarte. Dar el salto al profesionalismo en una estructura como esta es una gran ventaja”, reconocía Martín, que disputó sus dos últimas temporadas como sub-23 en la formación navarra. Anteriormente militó en el Super Froiz (2016-17) y, en edad formativa, en el Aluminios Cortizo.
El roisense se sabe un privilegiado ante la falta de oportunidades en el ciclismo profesional. “No las hay en Galicia ni en España. Hacen falta más equipos como el Kern Pharma para que muchos chavales con potencial no se queden en el camino”, indica Bouzas, que se ha hecho a sí mismo pedalada a pedalada: “He trabajado duro para esto y tengo mi parte de mérito”.
Martín no se marca metas muy ambiciosas, pero sí tiene ganas de probar sus prestaciones en la disciplina contrarreloj, donde tanto destacó antes de pasar a profesionales. Fue campeón de España juvenil (2015) y dos veces sub-23 (2016 y 2018), además de subirse a otros dos podios (2º en 2019 y 3º en 2017): “Un objetivo que me podría marcar es saber cuál va a ser mi nivel. Son más largas y creo que me van a ir mucho mejor. No pienso en un puesto, solo en hacerlo bien y ver en qué sitio estoy”.
En la Estrella de Bessèges disputó la primera contrarreloj de su carrera profesional, aunque el recorrido de solo diez kilómetros y con final cuesta arriba no le favoreció. Terminó el 108º de 120 ciclistas. “Se ha notado la fatiga después de cuatro días tan exigentes, pero las sensaciones han sido buenas y estoy muy orgulloso”, comentaba después de terminar su primer bloque de competición en Francia.
El gallego hacía balance tras su inicio de campaña en La Marsellesa y la citada Estrella de Bessèges: “El ritmo ha sido más alto de lo que me imaginaba y también la tensión en algunos momentos, como en la primera etapa debido al viento, pero esa exigencia me vendrá muy bien de cara a las siguientes competiciones”. Bouzas se quedaba con la imagen del equipo y el top 20 de su compañero Dani Méndez (16º) en Bessèges: “Creo que ha superado con creces lo que cualquiera hubiese imaginado. Hemos estado a la altura de los mejores y eso nos da más fuerzas para seguir trabajando de cara al futuro”.
Después de seis días de competición, Martín mostró esa mejoría en la Vuelta Ciclista a Murcia y en la Clásica de Almería con un sorprendente papel del Kern Pharma, que se dejó ver en cabeza del pelotón para derribar la fuga, tanto en la ronda murciana como en la cita almeriense: “Somos un equipo nuevo y parece que tenemos que pedir permiso, pero queremos llegar al nivel de los grandes cuanto antes y no nos da miedo ponernos a tirar delante de todo un Movistar. Tenemos que ir juntos, como un equipo, porque si vas solo no te respeta nadie”, avisa.
El segundo día en Murcia, de 180 kilómetros con cuatro altos de montaña, incluidos Espuña y Collado Bermejo, se produjeron hasta 38 abandonos, también el de Bouzas: “Fue durísimo, con muchos puertos y desnivel. Además, tiramos durante bastante tiempo del pelotón para colocar a (Jaime) Castrillo y (Roger) Adrià en las subidas principales. Abandonamos pensando que al día siguiente teníamos que volver a correr en Almería, una oportunidad para disputar con Enrique (Sanz) y nos hacían falta todas las fuerzas”, detallaba el gallego, que desde el coche de equipo pudo comprobar la dureza de la carrera: “Íbamos pasando a grupitos de tres o cinco corredores y de mucho nivel”.
En Almería probó en su propia piel la tensión y el ritmo de los kilómetros previos a un esprint de máxima categoría, con hasta ocho formaciones World Tour: “Intenté meterme delante en los últimos 10-15 kilómetros para colocar a Enrique (Sanz), pero me costó muchísimo. Es completamente diferente verlo desde la televisión que estar ahí metido. Los nervios y la tensión se multiplican por 50”, desgranaba Bouzas, que se queda con las palabras del propio Sanz: “Nos dijo que este no era un esprint cualquiera, en contadas ocasiones vamos a enfrentarnos a esos equipos y rivales».
Enrique Sanz es precisamente el referente del Kern Pharma para las llegadas masivas y para los ciclistas más jóvenes: “Es un corredor veterano que nos da ese punto de madurez que nos falta, nos ayuda mucho y con él podremos hacer buenos puestos”, le define Martín, que asume su rol de gregario: “Por mi fisionomía y por la fuerza para rodar, tanto en el llano como en la media montaña, creo que será mi sitio. Me gustaría ser un buen gregario”.
Y hablando de gregarios al gallego no se le escapa uno de los mejores hombres de equipo de la última década en el pelotón, el navarro Imanol Erviti: “Es un ciclista y una persona admirable. Tuve la oportunidad de entrenar con él y estuvo muy atento. Por el físico que tenemos y por la carrera que ha hecho es todo un ejemplo para mí”.
Otro de sus referentes es el arousano Gustavo César Veloso, ganador de la Volta a Catalunya (2008) y de una etapa en la Vuelta a España (2009) cuando militaba en el extinto Xacobeo-Galicia y doble vencedor de la Volta a Portugal (2014-15): “Tengo una buena relación y he salido a entrenar con él varias veces. Es una persona a la que le gusta enseñar y rodar cuatro o cinco horas a su lado, es como una clase, un lujazo para principiantes como yo. No se calla nunca (risas)”.
De sus primeras pedaladas en competición, Bouzas se queda con dos nombres: “Me llamó mucho la atención Luis León (Sánchez, Astana) por la planta y su manera de moverse. Mientras yo iba penando para mantenerme en el pelotón, él se pasaba el día de arriba abajo con una soltura y una facilidad increíbles. De las carreras en Francia destaca a Benoît Cosnefroy (Ag2r La Mondiale), “por el simple hecho de ganar en la Marsellesa y, tres días después, también ganar una vuelta tan exigente”.
De vuelta en su domicilio de Rois (A Coruña), el rodador del Kern Pharma se entrena en solitario para sus próximas citas en el calendario: la Clásica Arrabida (15 de marzo) y la Volta ao Alentejo (del 18 al 22 de marzo), las dos en Portugal. Más adelante su deseo es llegar bien de forma al verano, “la época de los Campeonatos de España y aguantar hasta julio y agosto”.
Con un contrato hasta final de temporada, no mira mucho más allá allá: “A medio largo plazo la idea es que el equipo crezca y poder crecer con ellos. Por ahora tampoco conozco mi potencial ni a donde puedo llegar. El tiempo lo dirá”.