Después de casi un mes de pacífico ‘retiro’ en las alturas de Sierra Nevada, Luis Ángel Maté regresa a las carreteras, a las altas pulsaciones, al dorsal en la espalda. Y lo hace con gran ilusión y centrado en esta segunda parte de la temporada. El ciclista marbellí retorna a la competición mañana en Francia con el Grand Prix de Plumelec (1.1).
“Voy a sufrir mucho, soy consciente de ello. En la sierra sólo hice trabajo de base, así que cuando empiecen los cambios de ritmo lo pasaré mal”, dice sonriente, y después añade: “pero es que de eso se trata”. Además, Luis conoce perfectamente su labor en estas primeras carreras. Ayudar a compañeros de equipo que se están jugando la Copa de Francia: “Vamos líderes con Julien Simon. Para el Cofidis sería muy importante ganarla, así que trabajaré para ellos todo lo que pueda”, comenta.
El domingo seguirán las carreras para el ‘Lince Andaluz’ con las Boucles de L’Aulne (1.1), ya en la Bretaña francesa. La idea del marbellí es “coger ritmo” de cara a un objetivo más importante como el Dauphiné que se disputará desde el día 8: “Será una carrera muy dura. Hacer estos ‘entrenamientos en competición’ me vendrá bien, porque no llegaré completamente parado”.
Sobre las cuatro semanas en Sierra Nevada, Luis se muestra “muy satisfecho” con el trabajo realizado en la estadía: “El tiempo ha acompañado en líneas generales, la salud también, y he podido entrenar tranquilo. Es un lujo poder estar allí. Ahora voy con mucha ilusión a este nuevo bloque competitivo de la temporada donde espero seguir progresando”, zanja.