Román Mendoza / Ciclo 21
“Lo peor ya ha pasado. Estoy en casa, con mi gente y veo que voy progresando día a día y que voy a poder volver antes de lo que pensaba, aunque aún no tengo fecha, y espero estar aún mejor de lo que estaba”. Así se expresa Mavi García, la corredora del Movistar Team, que el pasado 22 de abril, en la Lieja-Bastoña-Lieja, sufría una caída saldada con una doble fractura de la clavícula derecha.
Una caída que, aparte de grave, era inoportuna, ya que la balear venía de hacer décima en la Flecha Valona, evidenciando un gran momento de forma en las clásicas belgas. “Ese día iba super fácil, comparado con otras carreras, siempre colocada entre las diez mejores; se lo decía a mis compañeras, que confiaran en mí”. Hasta que llegó La Redoute, mejor dicho, la bajada posterior. “La carretera estaba mal, con baches y con bastantes curvas. En una muy cerrada a la derecha, se me metió una corredora por dentro, y me tuve que tumbar más. Pero al final me tocaron, pillé un bache y caí, pasando por debajo de un quitamiedos”. Mavi se dio cuenta enseguida de la gravedad. “No podía moverme, tenía un golpe en la cabeza y una herida en la espalda bastante fea. Pero cuando vinieron, me movieron los brazos y las piernas y, aparte de la herida, lo peor era lo de la clavícula. Nunca me la había roto, por lo que no sabía realmente el alcance. Esperaba que no fuera rotura”, pero en el hospital de Seraing se confirmó el pronóstico, “aunque no me dijeron todo lo que tenía”.
Dentro de los malos momentos pasados, el peor recuerdo de Mavi es de aquellos momentos después de la caída. “Estuve seis horas sin que me curasen las heridas y de ahí la infección. Querían operarme allí mismo, pero el equipo dijo que no, que me trasladaban a Pamplona”. El mismo lunes fue hospitalizada en la capital navarra, aunque el paso por el quirófano se pospuso por culpa de la infección. “Me abrieron la herida de la espalda para ver el alcance, pero lo de la clavícula tuvo que esperar”, hasta el jueves 26.
“Un trozo de hueso, el corto, se había metido en una parte blanda, y eso era lo más complicado, mientras que la parte larga se había desplazado hacia atrás y hacia adelante. No rompió los ligamentos, lo que habría complicado más la recuperación, pero sí los tensó. Me tuvieron que hacer un pequeño injerto en el hueso pequeño, y atar con una cinta especial los ligamentos, aparte de ponerme una placa con diez tornillos. Con ellos puedo estar toda la temporada, aunque a final de año me los tendré que quitar, más que nada por si sufro otra caída y me daño la misma zona. Había otra opción que era poner un tornillo más gordo, que llevaba una recuperación más lenta, y además obligaba a quitármelo en pocas semanas”. Y aunque la operación fue un completo éxito, “me desperté antes de tiempo, sin que me hubiesen puesto aún los calmantes y tuve unos dolores horribles y me quedé groggy. Luego los días posteriores también lo pasé mal”.
Pero el sábado 28, por la noche, ya estaba en casa, y desde ese momento, pensando en la reaparición. “Los dolores han ido desapareciendo, aunque por la noche me molestaba más, y sin tomar todos los calmantes que me decían, ya que como no estoy acostumbrada, me hacen bastante efecto. Ya puedo mover el brazo hacia arriba y hacia abajo, aunque apoyando el omóplato, e incluso he ido ya al gimnasio para hacer la recuperación. Mañana -por hoy- me quitan los puntos y lo mejor es que veo que progreso día a día, lo que me da bastante moral y me anima a ponerle más empeño. Creo que en dos semanas podré estar de nuevo montando en bicicleta”. En todo caso, es una apreciación de la ciclista balear, “ya que en ningún momento han querido darme plazos de recuperación. Pienso que por la gravedad de la lesión no quisieron arriesgarse a dar una fecha para la recuperación, pero creo que todo va a ir más rápido de lo que pensábamos”.
Lo que más le fastidia de la lesión a Mavi es perderse la Emakumeen Bira. “Era el primer gran objetivo de la temporada. La idea que tenía era venir de Bélgica e irme a Sierra Nevada, a preparar en altitud esta carrera. Ahora, espero poder estar ya bien para los Campeonatos de España. Con lo que me ha pasado, no he tenido mucho tiempo de saber cómo es el recorrido, pero si me dices que es duro, espero poder luchar por el triunfo”. Y tras los Nacionales, cabe la posibilidad de que Movistar dispute finalmente el Giro de Italia, ya que hay gestiones entre las partes. “Ojalá se materialice, ya que salvaría la temporada con ello”.
De todas formas, para la balear hay otro objetivo, el Mundial de Innsbruck. “Este año es un recorrido muy duro, que me va muy bien y para el que quiero prepararme. Correré antes con la selección el Tour d’Ardeche”, otra carrera muy dura en la que la mallorquina ya ha brillado con los colores de la selección.
Pero mientras que ese momento llega, aprovechamos para analizar lo que está siendo su evolución en las finales de Movistar. “Para mí ha cambiado todo. Estar en un equipo así hace que todo sea más cómodo, más fácil. Te preocupas solo de entrenar y correr”. Incluso Mavi reconoce que “entreno menos que el año pasado, yo creo que compatiblizar duatlón y ciclismo me hacía pasarme de entrenamientos, y recuperaba menos. Ahora todo ha cambiado, para mejor”.
También recuerdo haberla escuchado lamentarse de su inexperiencia en carrera. “Es cierto, pero he mejorado muchísimo. He puesto el foco en eso y los resultados son espectaculares. Recuerdo que bajando era bastante mala y en Valencia dejé a las corredoras en un descenso. Y en colocación también tenía muchas carencias y ahora puedo ir con las mejores en esos momentos en que ir detrás supone un desgaste. Hay un abismo”.