Su carrera profesional, que se prolongó desde 1993 hasta 2007, se desarrolló siempre bajo la pesada losa de su apellido. Buen ciclista, como demuestran las siete victorias que consiguió en ese tiempo y entre las que destacan una etapa en el Giro de Italia (2000), la general del Tour de la Región Valona (2000), el Tour de l’Ain (2003) o una etapa en el Dauphiné (2005), Axel Merckx, ya despojado de la presión de ser el hijo de, ha destacado como uno de los grandes descubridores de talento del pelotón internacional. Para comprobarlo, sólo hay que echar un vistazo a los corredores que, brillando actualmente en la máxima categoría, han salido de la cantera de su equipo.
Un equipo, el Hagens Berman Axeon, que parece que podrá seguir en la carretera el próximo año pese a lo mucho que le ha costado al belga reunir el presupuesto necesario para ello. Así, al menos, lo explica el propio Merckx en una columna escrita en La Dernière Heure en la que asegura que “me faltaban 300.000 euros para asegurar el presupuesto que nos permitiera continuar en 2021. Hasta la fecha, he reunido más o menos la mitad de ese dinero, lo que nos permitirá disputar una temporada normal con un buen calendario europeo”, algo fundamental para él en su labor de desarrollo de corredores.
En esa misma columna, Merckx ha opinado sobre los cargados programas competitivos de dos de las grandes estrellas del momento, Wout Van Aert y Mathieu van der Poel, que, como todo el mundo sabe, compaginan su campaña de ruta con el ciclocross y, en el caso del neerlandés, también el BTT.
“Que Van Aert ya haya empezado con su temporada de ciclocross me parece muy rápido”, explica Merckx. “Su temporada de ruta está recién terminada y, además, ha tenido que recuperarse de una pequeña lesión. No se debe infravalorar el esfuerzo que supone conseguir algo así. Además, hace tres años que no ha tenido un verdadero periodo de descanso. Lo mismo ocurre con Mathieu van der Poel y es algo que me genera preocupación”.
Para el mánager belga afincado en Estados Unidos, la situación de los dos corredores es similar a la que ya ha vivido en el pasado otra leyenda del ciclismo como Marianne Vos, campeona olímpica y del mundo en pista, siete veces arcoíris en ciclocross, especialidad en la que también suma dos títulos continentales y una de las mejores ruteras de la historia con, entre otras, una medalla de oro olímpica, tres mundiales y un título europeo.
Merckx avisa a Van der Poel y Van Aert: “Vos estuvo muchos años corriéndolo y ganándolo todo. En fondo, contrarreloj, pista, ciclocross… pero llegó un día en que su cuerpo dijo basta, enfermó y nunca más ha vuelto a ser la misma más allá de algunos destellos puntuales. Creo que es algo en lo que Van der Poel, Van Aert y sus entrenadores deben de pensar. Tienen que tener cuidado de no terminar como Vos”.
En el lado humano, Merckx también anunció muy buenas noticias ya que anunció que el estado de salud de su hija Athina, que lucha desde hace un año contra un tumor por el que se ha sometido ya a 78 sesiones de quimioterapia. Su padre anuncia ahora que “unas pruebas realizadas hace dos semanas muestra que el tumor continúa encogiéndose. En consulta con los médicos, se ha decidido tomar un descanso de tres a cuatro meses en su tratamiento”.