Tras cuatro temporadas en la élite del ciclismo mundial enrolado en las filas de Euskaltel Euskadi, Miguel Mínguez afronta una nueva etapa en su vida deportiva vistiendo los colores del equipo continental Euskadi de la Fundación que preside Miguel Madariaga.
El único ciclista profesional de Bilbao, «de Rekalde» como bien recalca él, ha comenzado la campaña con buenos resultados. Tras un invierno incierto, en Mallorca y Andalucía cubrió sus primeros kilómetros en competición y aprovechó su participación en la ruta del sur para quedarse una semana en el sur y realizar entrenamientos de calidad junto a su compañero Jon Larrinaga.
Noveno en la Vuelta a Murcia, con meta en el exigente Alto del Castillo de Lorca, y vencedor de la montaña en una Clásica de Almería que se decidió al sprint, Mínguez empieza a cosechar buenos resultados en la que tendría que ser una temporada de transición para volver al pelotón World Tour, calendario en el que, no en vano, ha completado tres Giros de Italia, entre otras pruebas de gran prestigio.
-Noveno en Murcia y montaña en Almería. ¿Satisfecho?
-Sí, he vuelto contento a casa. Sabía que llegaba bien a ambas carreras. En la Vuelta a Andalucía ya conseguí un buen nivel, poco a poco voy mejorando mi estado de forma.
-Imagino que se habrá notado el trabajo realizado en el sur. Además, el invierno ha sido complicado.
-El invierno no ha sido como en ocasiones anteriores. Ha habido mucha incertidumbre y ha sido el año que más tarde he empezado a entrenar, el último día de noviembre, para ser exactos. Nunca había comenzado a prepararme tan tarde, aunque estaba tranquilo porque nunca he necesitado entrenar mucho para ponerme bien. Entre Andalucía y Murcia me he quedado a entrenar con Jon (Larrinaga) y la verdad es que nos hemos librado del mal tiempo del norte. Hacía algo de fresco, pero era llevadero. Los recorridos son muy exigentes por la zona en la que hemos estado, así que hemos podido completar buenos entrenamientos.
-¿Qué tal su nuevo rol en carrera? Se le hará un poco extraño no estar pendiente de Samuel, Igor, Mikel…
-Después de unas cuantos años repitiendo un poco el mismo funcionamiento, este año ha cambiado todo. Somos menos ciclistas en plantilla y el trabajo en carrera también es muy diferente. En las pruebas más duras me piden que esté delante. En las ‘llanas’, como Almería, la pelea es entrar en las fugas y en este caso, pelear por la montaña. Conseguimos subir al podio y eso siempre es importante. El equipo también ha cambiado, pasas de un World Tour a un continental.
-¿Cómo se vive este cambio?
-Llevo muy bien el cambio. Algunos lo pueden ver como un paso atrás, pero yo lo veo como una oportunidad. Estoy muy agradecido a Miguel Madariaga y a la Fundación Ciclista Euskadi por la oportunidad que me ha vuelto a dar de ser ciclista, de ponerme un dorsal y volver a correr. Aún tengo más ilusión y ambición, quiero reivindicarme. Euskaltel Euskadi se acabó cuando aún tenía un año de contrato. Debía estar en el World Tour. Ese es mi sueño.
-¿Qué tal la relación con los compañeros? Todos son más jóvenes, con menos experiencia…
-Así es, todos son más jóvenes que yo, tienen menos experiencia. Tienen mucha ilusión y eso se contagia. Es un ambiente diferente al de Euskaltel Euskadi, los temas de conversación son otros… Se fijan mucho en los ciclistas de las grandes estructuras, qué desayunan, qué cenan… El ambiente es muy bueno entre nosotros.
-¿Se siente su líder?
-No, no me siento el líder. Una cosa es que sea el ciclista que más experiencia acumula, pero no me siento el líder del equipo. Hay carreras en las que lo seré, pero en otras, trabajaré para los compañeros que tengan más opción de brillar. Somos un equipo.
-¿Echa algo de menos de su vida en naranja?
-Los compañeros que ya no están y las carreras del World Tour, ese ambiente que se vive en las grandes carreras del calendario mundial. He vivido momentos muy buenos y malos que unen mucho y quedan para siempre.
-¿Qué espera de la temporada? ¿Una victoria? ¿Volver al World Tour?
– Lo que quiero es seguir progresando, seguir formándome. Si sigo mejorando, será más factible que llegue una victoria o el World Tour. Ganar es muy difícil, pero seguir progresando es el camino para conseguir las metas.
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