Fernando Ferrari / Ciclo21 – Madrid. Enviado especial.
Serio y con pocas ganas de hablar del tema, Mikel Landa, legalmente y hasta el 31 de diciembre todavía corredor de Team Sky por esa absurda norma de la UCI, no quiso entrar a valorar el anormal valor de Salbutamol encontrado en la orina de su ex jefe de filas, Chris Froome, y que provocó ayer un terremoto de valor infinito en la escala Richter del ciclismo. “No voy a hablar de eso”, fue todo lo que salió de boca de un Mikel Landa que, al ser insistido sobre el particular, pidió “siguiente pregunta”.
El alavés tenía, quizás, razón al adoptar esa postura. Hoy, en Madrid, en la sede de Telefónica, no era el día para darle más protagonismo a Chris Froome sino que era el momento de hablar de futuro. Del suyo en particular y, por ende, del ciclismo español, que recupera, con su llegada a Movistar, a su gran esperanza para la próxima década. Una esperanza que Landa nota “más en vosotros, que estáis buscando un relevo para Contador, pero no lo hay. Estamos otros corredores por detrás que intentaremos haceros disfrutar a vosotros y a los aficionados para que el ciclismo español siga para arriba”.
La experiencia vivida hace apenas cinco meses en las carreteras de Francia, reconoce Landa, le ha hecho cambiar en buena medida sus ambiciones. Siempre dijo que su gran reto era ganar el Giro y mantiene que “es una carrera que me gusta, pero quedarme a un segundito del podio sin intentar jugar todas mis cartas me motiva mucho para volver a este año”.
Una vez más, Eusebio Unzue insistió en que Movistar irá al Tour de Francia con sus tres líderes, verbigracia, Nairo Quintana, Mikel Landa y Alejandro Valverde. Ahora, todos esperan a que la Vuelta a España oficialice su recorrido el próximo día 13 de enero en Estepona para terminar de colocar el resto de piezas de un calendario que, en el caso de Landa –también en el de Valverde– tiene un punto de mucho interés en el Mundial de Innsbruck. “Es verdad que para estar en el Mundial la mejor preparación es ir a la Vuelta”, reflexiona el alavés, “pero de momento no pienso más allá del Tour. Quiero estar ahí con opciones de hacer algo y será luego cuando planifiquemos el resto de la temporada”.
Aunque apenas ha tenido oportunidad de disfrutar de unos pocos días de la vida en común con su nuevo equipo, a la hora de comparar Movistar con Team Sky, Landa considera que en el conjunto español existe “mayor cercanía. Al final, para un corredor español tener prácticamente a todo el equipo español alrededor es mucho más cómodo y menor forzado todo”.
En cuanto a la reducción de corredores en las grandes vueltas, donde los equipos sólo podrán alinear a ocho hombres frente a los nueve que ha sido habitual en el pasado, Landa no tiene claro que vaya a ser algo que afecte mucho al desarrollo de una carrera. “No lo sé. En carrera hay cada vez más intereses con equipos de sprinters, los de la general… últimamente se reparten mucho las responsabilidades y quizás se note un poco menos”.
Landa, aunque de forma muy comedida, insiste en negarle a Nairo Quintana el liderato único que el colombiano reclama y considera que “será la carretera” la que tenga que poner a cada cual en su sitio. “Si vamos al Tour los tres Alejandro y Nairo serán los líderes de partida porque son los corredores que ya estaban aquí y han demostrado, mirando el palmarés, que son los más fuertes y luego será la carretera la que irá decidiendo quién necesita más apoyo para pelear la general”. Respecto a su relación con Alejandro Valverde, el corredor alavés asegura que “es buena. Se agradece mucho su simpatía. Con Nairo la relación es un poco más fría, pero seguro que con el paso de los días nos haremos amigos y para el Tour iremos todos a una”.
Respecto a su forma de correr, que se ha caracterizado por cierta valentía que no termina de casar con la imagen que muchos aficionados tienen de Movistar, no tiene claro si tendrá que cambiarla. “Veremos cómo se plantean las carreras, pero por qué no [seguir igual, N.d.A.]. Si estamos dos o tres líderes, porqué no lanzar a uno por delante y que pase lo que tenga que pasar. Son situaciones que tendrán que manejar bien los directores”.