El Cuaderno de Joan Seguidor / Ciclo 21
Mikel Landa en Bahrain tiene el potencial para ganar una gran vuelta, dice Rod Ellingworth.
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Mikel Landa vuelve a manos de Rod Ellingworth, quien deja de ser segundo en Ineos para liderar el equipo sostenido por el emirato.
Ojo que Mikel Landa alcanzó sus mejores cronos con el británico, aquella de Chianti, que descubrió a Roglic, hace tres años, un día antes de abandonar la carrera.
Mikel Landa aquí sí que parece tenerlo todo, todo lo que pidió por esa boquita generosa, un bloque interesante, una estructura potente, liderazgo y círculo de confianza.
Y la alineación de los astros: el recorrido del Tour, asegura, le favorece.
Si es capaz de salir bien de la maldita primera semana, luego, igual, ya no le toca jugar a la heroica en la segunda y así llega más entero a latercera.
¿Es el año de Mikel Landa?
¿Sigue con el beneficio de la duda?
Las cosas se encauzan como él quiere, las excusas se acaban…
Ve a Mikel Landa con el potencial de ganar una grande, «la tiene en las piernas» dice. Ojo cómo andaba Landa en el Tour de 2017. Necesita eso, que se alineen los astros, el recorrido del Tour le acompaña, no tiene a nadie que le haga sombra, sobre el papel, que Wout Poels explotara ahora sería como si pone un circo con enanos que crecen.
Aunque veamos en Carapaz, Quintana, Froome, Thomas o Aru el techo de Mikel Landa, las cosas no siempre han tenido tanto que ver con quien le rodea como con él mismo, necesita salvar esas jornadas que no te hacen ganar, pero sí perder una grande. Como nos decía un día Purito, «un líder no puede permitirse el día malo que sí pueden tener los gregarios».
La realidad del aspirante es esa, no hay otra, ni vuelta de hoja, Mikel Landa tiene legión de fans que le quieren por su forma de hacer, por esa forma de entender el ciclismo, mitad anárquica, sobre el papel, la otra romántica. Todo eso está bien, pero para trascender hay que cuadrar el círculo, ganar y emocionar es la alquimia, pocos la logran.
Mikel Landa emociona, eso no lo podemos dudar, a partes iguales entre seguidores y detractores, pero ahora tiene tarea, liderar y rematar, no es sencillo pero si miramos atrás, el camino parece estar hecho para ello. Alinear los astros, eso será otra cosa…
La tendrá en las piernas, desde luego en la cabeza no.