Tranquilo, introvertido y realista, todo lo que respiramos de Mikel Nieve cuando le vemos competir, lo transmite en cada palabra.
Profesional desde hace más de doce años, Mikel Nieve es uno de los ciclistas españoles más apreciados, con un listado de grandes trabajos en favor del líderes como Chris Froome y Simon Yates.
Su motor, sin embargo, le ha dado para ser clave en la victoria de terceros y granjearse un pequeño pero selecto palmarés en el que todos recordamos, un escalón por encima, aquella increíble etapa del Giro 2011 en Gardeccia tras casi siete horas y media de recorrido, 230 kilómetros y miles de metros de desnivel salvados.
Aquel día Mikel Nieve dio la medida de lo que es, ciclismo de calidad, reposado en el tiempo y hecho a fuego muy lento
De todas esa experiencias, de esas imágenes de dolor inmenso y sufrimiento llevado al extremo pueden saber en primera persona los chavales del Caja Rural, en lo que para Mikel es la vuelta a casa, a los orígenes, allí donde partió una de las trayectorias más valiosas y admirables de cuantas hemos tenido la suerte de ver estos años.
Todo esto lo tratamos en esta charla días antes de saber que Caja Rural no iba a estar en la Vuelta a España.