Como es tradicional, la mañana previa al Campeonato del Mundo fue el momento elegido para la rueda de prensa de la selección español, con Javier Mínguez al frente y los nueve seleccionados al completo, atendiendo a los medios de comunicación en el hotel Paggeria Medicea de Artimino.
Por espacio de media hora, el técnico vallisoletano y los nueve corredores –Alejandro Valverde, Joaquín Rodríguez, Alberto Contador, Samuel Sánchez, Dani Moreno, Luis León Sánchez, José Herrada, Jonathan Castroviejo y Egoi Martínez– se sometieron a las preguntas, buscando desvelar la famosa ‘táctica’. Y esto es lo que contaba el seleccionador.
“Tengo nueve tácticas, porque les he pedido una a cada uno y ahora tengo que cribarlas”, bromeaba Mínguez al inicio de la conferencia. “Claro que hay táctica, pero es todo lo que ya se ha escrito 550.000 veces. No se ha cambiado nada. Lo que puede cambiarlo es la propia carrera”.
Eso sí, el vallisoletano añadía algunas pistas sobre el trabajo de algunos corredores. “No es un secreto. La carrera tiene una parte de Lucca al circuito en la que Castroviejo y Egoi son dos corredores capaces de salvarnos de cualquier tipo de problema, que esperemos que no existan, pero si los hay son corredores que dan todo por el equipo. La carrera no se gana solamente al final. Se puede empezar a perder al principio. Y también a ganarla. Cuanto más nos duren estos dos corredores, mejor para nosotros. A partir de ahí, si surgen escapadas que pueden ser complicadas y peligrosas, si tenemos a uno de esos dos –en referencia a Moreno y Luis León-, la situación no sé si estará controlada, pero sí serena. Y de ahí esperemos que sean otros corredores importantísimos los que la tengan complicada y que les haga perder el control de la carrera. Y de ahí que saquemos provecho. El ciclismo es así, hay gente que no tiene el lucimiento que merece, pero que se valora mucho desde dentro. Hay equipos con individualidades notables, pero que no tienen nueve corredores, y eso les puede complicar la carrera. Si somos capaces de forzar esa situación, y que tomen decisiones antes de tiempo, ello nos debería beneficiar”.
Por otro lado reconocía que no hay un orden establecido a la hora de buscar el orden de los corredores. “Es algo imposible en este deporte. Esto no es un tablero de ajedrez. Hay gente asignada a cada momento, pero el orden te lo da la carrera. A lo mejor hay un corredor que sale a cuatro ataques que no valen y otro que va sólo a uno y pilla el bueno. Es la ley de la carrera”.
Igualmente añadía que “el concepto de atacar o no es algo erróneo. El enemigo número uno es la carrera y hay que respetarla. Por ello hay que tener calma. Luego los rivales nos intentarán poner las cosas difíciles, y hay que manejar situaciones. Puede ser que no hagamos nada, y me veais sonriente. O al revés, con medalla y una mala cara, porque no lo hemos hecho bien. La carrera es el enemigo número uno, y si nos puede, estamos muertos. Lo que se trata es que nos pueda pero solo en la parte final y como a todos”.
Sobre los pinganillos, si beneficiaban o no a España, comentaba que “estoy en manos de Herodes y Pilatos. Esta gente sabe interpretar y si no se equivocan, me pondrán ahí arriba. Y si se equivocan, me dejarán al patio de los caballos. Con pinganillo todos podemos mejorar y sin él, empeorar. Pero la suerte que tenemos es contar con gente veterana, que sabe leer la carrera. Mi opinión personal es que no entiendo por que hay pinganillo en las carreras importantes y el día del Mundial, no. La tecnología avanza y hay que estar en las mejoras. De todas formas han cambiado muchas cosas en las carreras, pero a la hora de la verdad los que lo tienen que interpretar son ellos. Y son veteranos de guerra, que lo saben hacer, pero también son humanos y se pueden equivocar”.
Pasando a las comparaciones con años anteriores, y en concreto al excelente trabajo de Bélgica el año pasado, zanjaba rápido diciendo de manera taurina que “lo del año pasado no tiene que ver nada con el anterior. Cada carrera es un mundo. No sabemos si el encierro va a ser rápido o lento. O si se caen. Como selección, España e Italia son las más compactas, aunque al final es un problema de espadas, de los que se van a quedar solos al final y el que pinche y mate se va a llevar las orejas. Se trata de tener un equipo que lleve al matador hasta el final. Y que el matador tenga la suerte de llevarse las orejas”.
Tampoco se mostraba muy convencido de las referencias de la pruerba sub23 de ayer. “La fotocopia de los sub23 a veces es buena, porque te refleja el recorrido, aunque otras veces no. En principio es diferente porque fue una carrera más cómoda que la nuestra, que tiene alguna dificultad antes de llegar a Florencia y diez vueltas al circuito, en vez de siete. Puede valer o no”.
Finalmente, sobre la labor de hacer equipo, el técnico vallisoletano admitía que “me lo creo como Santo Tomás, que lo tengo aún que ver, porque si no, me llevaré un rebote. Ellos han demostrado ser profesionales, pero también en los momentos difíciles. Y lo tienen súper demostrado. Que el domingo salga bien o mal es otra cosa. Entiendo que en situaciones diferentes han llegado aquí a los pocos días de haberse matado entre ellos. Y ahora no tienen estos rifirrafes, porque en la Vuelta el abuelo se escapó y les evitó la pelea. Y a lo mejor nos ha hecho un favor en ese sentido. No hay heridas recientes y les beneficia a ellos. Y me beneficia a mí. Así que si no lo hacen, habrá que darles un pescozón”.
Fuente: RFEC