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Javier Mínguez © RFEC
“Es el circuito más duro que he visto jamás para una prueba de este tipo. ¿Más que Florencia? Infinitamente más”. Así se expresa Javier Mínguez sobre el desarrollo de la prueba preolímpica en Río de Janeiro el pasado domingo y del que en Ciclo 21 ya avisábamos de que las primeras impresiones tras la Aquece Río hacían pensar en un trazado apto para escaladores.
“Es un circuito que reúne todo, zonas de sube y baja, llano, bajadas pronunciadas, adoquinado, pero el elemento clave es la subida a Vista Chinesa, que se afronta tres veces en el segundo circuito. Tiene casi nueve kilómetros, pero los cuatro primeros son durísimos, a una media del 10%. Luego hay un descenso de unos doce kilómetros hasta la meta, pero sin opciones de reagrupamiento. Llegarán de uno en uno o dos en dos”, comenta Mínguez.
Hasta ese momento de las tres vueltas al circuito final, una zona de pequeños repechos, y un primer circuito “de unos 25 kilómetros, al que se le dan cuatro vueltas, con dos subidas –Grumari, 1,2 kms, al 7% y Grota Funda -2,4 kms, al 4,5%-, aunque lo más duro es una zona de adoquín, pero no como el que conocemos, sino de piedra bastante grande, en la que hubo bastantes problemas de pinchazos, caídas de bidones, porque se va muy deprisa”.
Tras ese primer circuito, un tramo de enlace antes de entrar en la zona definitiva. “Llegaremos con 150 kilómetros muy duros, por lo que la gente irá cascada y la subida será definitiva”, añade el seleccionador, quien indica un elemento que también puede ser clave: “No ha hecho mucho calor, con una temperatura bastante agradable y con mucha menos humedad de lo que pensábamos”.
Aunque aún falta casi un año para la prueba en línea, Mínguez ya tiene claro que “sobre el papel, Purito, Contador y Valverde tienen que ir, sí o sí, porque el circuito es ideal para ellos. Eso sí, para estos Juegos es necesario haber corrido el Tour de Francia, que termina el 24 de julio y la prueba en línea es el 6 de agosto. ¿Favoritos? Pues en la misma línea de lo que decía, cualquier corredor fuerte, que vaya bien en montaña y que acabe el Tour bien. El que no suba no tiene nada que hacer”.
Finalmente sobre el hecho de correr con cinco no cree que en este circuito sea una locura, “pero si lo es, es la misma locura para todos. Lo que más nos puede marcar es que tenemos que llevar dos corredores para la crono y que tienen que hacer la línea también, lo que nos limita bastante”.
