Nicolas Van Looy / Ciclo21 – Enviado especial Santiago de Compostela
Fuera, al otro lado del enorme ventanal del comedor del hotel, arrecia el temporal de lluvia y viento. El reloj marca casi las diez de la mañana, pero las oscuras y espesísimas nubes que se han instalado hoy sobre Santiago de Compostela se empeñan en que el amanecer lo tenga muy complicado para iluminar el día. Quedan pocas horas para que ASO desvele el recorrido oficial de la Vuelta a España 2016 y Javier Mínguez, seleccionador nacional de ciclismo masculino en carretera, es una clave muy importante para comenzar a pensar en qué tipo de espectáculo veremos el próximo mes de agosto. De los cinco nombres que él decida escribir en el papel que el COE envíe a Río de Janeiro, dependerá gran medida la participación española en la ronda nacional.
El vallisoletano, que sigue renovando anualmente ese pacto con el diablo que mantiene su aspecto físico muy por detrás de los 67 años que cumplirá el próximo día 1 de febrero, bromea con unos y otros. La noche anterior, durante la cena oficial ofrecida por Javier Guillén y los suyos, la presencia de Mikel Landa –el cuarto hombre– hizo que todos los allí presentes nos dedicáramos a escrutar cada gesto, cada mirada, cada guiño en busca de una señal que nos desvelase las intenciones del seleccionador. Ríe, relajado, siguiendo las bromas de los periodistas que por allí pasan. Queda mucho tiempo todavía para pensar y hacer bocetos de selección, pero según se vaya acercando la cita olímpica, ese buen humor de Mínguez se irá tornando, seguro, en responsabilidad y preocupación por conseguir acertar en una de las elecciones más complicadas a las que se enfrentará en su tiempo en el cargo.
“Qué pesados sois con los Juegos Olímpicos… ¡con lo que falta todavía!”. Y su voz retumba por todo el hall entre risas. El máximo responsable de ‘la roja’ de ciclismo atiende en exclusiva a Ciclo 21. Sabe a lo que se enfrenta, aunque esté ya cansado de ello –sin que el acoso haya empezado todavía–, pero también sabe que la situación actual del ciclismo español, el hecho de que la Vuelta se presente justo hoy, la ‘autoselección’ que se han hecho todas las figuras de nuestro ciclismo para Río y, sobre todo, un circuito que despierta muchas esperanzas entre los aficionados españoles, nos obligan a hablar ya de esa carrera.
-No tengo más remedio que empezar preguntándole por lo que ya sé que no quiere que le pregunte: los Juegos Olímpicos. Hacer una lista de sólo cinco corredores debe de ser una tarea tremendamente complicada.
-Yo estoy encantado con que me preguntes sobre los Juegos… pero una cosa es que me preguntes y otra distinta que te agobien con [que lleve a] fulano o mengano. Eso es otro tema. Los Juegos es algo muy bonito y apetecible y creo que es muy bueno que los corredores tengan ganas de ir y, por lo tanto, que haya competencia entre ellos. Ya te dije hace un tiempo que fui a ver el circuito y que es muy duro. No todos los corredores pueden desarrollar sus cualidades sobre ese circuito. Sólo los que son adecuados para él. El problema es que ahora mismo se sabe perfectamente quiénes son los idóneos, pero… ¿cómo van a estar ese día para competir? Esa es la gran incógnita que tendremos que ir despejando y eso no es algo que me competa a mí hacerlo. Ese es un trabajo que van a hacer ellos solitos. La van a tener que despejar en el Tour de Francia y si alguno no va a Francia y se le ve que ha hecho una preparación especial… todos esos serán los detalles que decidan quién estará en Río.
-La última vez que hablamos de este tema me dijo que para hacer los Juegos habría que haber hecho el Tour de Francia primero. Es evidente que tenemos tres nombres sobre la mesa que son claros candidatos a estar: Purito, Contador y Valverde…
-Son los que, si [recalca mucho ese condicional N.d.A.] están en condiciones adecuadas, parecen los más idóneos, sí.
-Por eso le preguntaba que parece muy complicado hacer un equipo, y no una conjunción de individualidades, cuando sólo se puede llevar a cinco corredores y tres de ellos son jefes de filas.
-No, no, no. Son tres corredores que se adaptan al circuito. Lo del jefe de filas, todos sabemos que en carreras por etapas Alberto Contador es Alberto Contador, pero en carreras de un día Valverde es Valverde y es obvio que en eso no hay ni discusión. Otra cosa es que, una vez que estemos en Río, será la condición física la que marque la diferencia, pero está claro que Valverde es alguien que tiene algo más que nadie en España en las carreras de un día. Luego está el propio Purito, eso no es ningún secreto. Todo dependerá, efectivamente, de cómo acabe cada uno el Tour y cómo pueda afectarle la dureza del circuito. Será la propia carrera la que vaya poniendo a cada uno en su sitio. Insisto: es extremadamente dura.
-No le pido que me dé nombres concretos, pero para las otras dos plazas, ¿podemos pensar más en corredores del corte de estos tres, es decir, como Landa o en gente del estilo de Dani Moreno, Luis León o Samuel Sánchez?
-Es que hay mucha diferencia entre los perfiles de esos tres últimos nombres. Creo que el recorrido es más del estilo de Dani Moreno que de Samuel o de Luisle, pero también hay que pensar que hay una carrera en línea que es la que cuenta y hay una contrarreloj en la que las opciones son menores, pero existen y hoy por hoy hay un corredor que está por encima de los demás que es Castroviejo. Quizás es un corredor que por sus características puede trabajar perfectamente en la de línea [la prueba CRI debe de disputarla uno de los seleccionados para la prueba de línea, no existiendo la posibilidad de llevar a un sexto corredor que compita únicamente contra el crono, N.d.A.] y luego disputar la contrarreloj. Ese sería el escenario teórico a día de hoy, pero yo no puedo asegurar nada sin estar viendo, a un mes vista, cómo está la gente. Hasta que no pueda hacer eso… los nombres que me estás dando encajan todos. Todos. Pero habrá que hacer una prelista que ser irá desgranando por sí sola y luego decidiremos los cinco elegidos.
-Así pues, sí que sacrificaría un pequeño porcentaje del potencial en la prueba de línea por sumar enteros en la contrarreloj.
-Es que pienso que perfiles como Castroviejo o Luis León, que se adaptan bien a la contrarreloj, también se adaptan muy bien a la prueba de línea. No son, es cierto, los ideales para encargarse del remate final en ese circuito, pero sí son corredores que pueden hacer un gran trabajo salvándonos de los problemas en la parte final. Igual lo que hay que hacer es sacrificar la contrarreloj pensando más en la de línea. No tendría ningún inconveniente con eso, pero habrá que ver cómo llegamos a esa fecha. En CRI tenemos dificultades enormes salvo ese cuarto puesto del año pasado de Castroviejo… si vemos que no hay opciones de medalla, habrá que reforzar las posibilidades de hacerlo bien en la línea.
-Demos un salto todavía más allá y pensemos en Catar
-¡Uf que lejos!
-Sí, lo sé. Pero es un mundial que para España podría considerarse de verdadero trámite. Un año que hay que pasar y punto.
-Sí, pero creo que será así para casi todos salvo para los Cavendish, Kittel, Degenkolb… no creo que haya muchos más que se lo vayan a tomar de otra forma. Es un escenario que, desde mi punto de vista, no es el idóneo para un campeonato del mundo de ciclismo.
-En cuanto a las opciones de España, es inevitable pensar en Lobato. Hoy por hoy, hay que reconocer que le falta un poco de punta de velocidad para estar a la altura de los nombres que usted ha mencionado y, a la vez, ¿le faltan a España corredores que puedan armar un equipo de garantías pensando en la tarea de preparar y lanzar un sprint?
-Sí, también.
-¿Cómo se plantea esta situación pensando en un hipotético salto de calidad de Lobato esta temporada?
-Sí en ese lejano [lo subraya con énfasis] mes de octubre está en plenas condiciones, ya sabes que los sprints no sólo los gana el que los lanza, sino el que tiene la entidad de sprinter, coger la posición, aguantar, aguantar… y, en el último momento, remontar. No tenemos esos lanzadores y, como no los tenemos, tampoco tenemos esos rematadores. Lobato es el mejor o de los mejores de España junto a Barbero o Rojas. Eso lo que hay. ¡No tenemos más! Esa gente tiene vía libre ese día para jugársela al sprint. Pero, ¿quiénes le van a lanzar? Hombre, hay gente muy cualificada en España para hacer un trabajo hasta el último kilómetro, porque en ese último kilómetro el tren que ponen los demás es infinitamente superior al nuestro. Eso es así. Hay que reconocerlo y decirle ‘mira, te pueden llevar hasta tal sitio, pero luego eres tú el que va a tener que vigilar esta o aquella rueda’. En un sprint de esas características ya sabes que puede haber un bandazo y entrar en juego la fortuna. Resumen: no tenemos el mejor tren ni tenemos el mejor rematador. Eso hay que reconocerlo.
-¿Puede ser un buen mundial para llevarse a un combinado joven que vaya acumulando kilómetros y experiencia de cara al futuro?
-Eso ya lo he empezado a hacer. No es un mundial apto para gente como Purito, Samuel, Dani Moreno… gente que pesa poco y sube bien. No se adapta a ellos. Por eso, habrá que buscar corredores del corte de Barbero, Rojas, Lobato… son ellos los que van a tener que estar ahí.
-Este año habrá elecciones en la RFEC. Si López Cerrón dejara la presidencia, ¿usted estaría dispuesto a seguir en el cargo?
-Está claro que si él no sigue yo no seguiré [se produce un silencio]. Y habrá que ver si estando él yo seguiría también. Ya sabes que hay circunstancias que influyen siempre que hay elecciones en una federación. Puede que él esté y no cuente conmigo. Son cosas que, ahora mismo, ni me las planteo. Creo que Cerrón está capacitado para hacerlo muy bien como presidente… a mí nunca me ha gustado el sistema federativo. Yo soy hombre de equipo y estoy en este puesto por mi amistad con él. Le hice un favor durante los dos primeros años [se refiere al hecho de que ejercía el cargo sin cobrar por ello N.d.A.] y en este año sí que nos están dando una ayuda de 25.000 euros. ¡Debo de ser el récord Guiness de todos los seleccionadores de todos los deportes de España y con diferencia!