Mínguez y la lección olímpica

Valverde, Purito y Mínguez © RFEC

Valverde, Purito y Mínguez © RFEC

En dos semanas y poco estaremos ya con la vista lejos del Tour, Francia y la vieja Europa. El nuevo mundo, el trozo que le correspondió a los portugueses en esa negociación que el Católico hizo para repartirse América, acoge los Juegos. Estos meses llevamos varios apuntes sobre lo que será el circuito de Río de Janeiro, una trampa en toda regla, bien conocida por casi todos, pero sumamente dura, tanto que los resultados de desnivel, metros salvados y kilómetros previstos se comparan con una etapa reina del Tour.

Javier Mínguez ha anunciado el quinteto español para la carrera de ruta, y por ende para la crono, y sinceramente me gusta. Sí, otras veces hemos creído que la selección llevada por Mínguez pudo aspirar a más, recuerdo el año pasado en Richmond donde dio la sensación de querer jugárselo todo a un sprint muy complicado con la teoría de meter cuanta más gente delante mejor, aunque ello no significara moverlos. Una superioridad inútil. Tambén el mundial de Florencia, tristemente célebre. Ese día si no se le sujeta, Purito se come a Valverde. La edición de Ponferrada fue un poco desastre, con Kwiatkowski más listo que nadie y Dani Moreno mirando para otro lado.

Esta vez para Río, creo que el seleccionador ha aprendido las lecciones de los mundiales que le ha tocado vivir. Mejor una baza, a lo sumo dos claras y el resto a trabajar, aunque controlar unos juegos con un líder y cuatro corredores es una quimeramirad lo que les pasó a los ingleses en Londres– pero al menos que quien acompañe a tu líder no sea otra figura.

Artículo completo de Joan Seguidor aquí

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