Unos años después de su pérdida, con el Giro en marcha, cabe recordar que la leyenda de Miquel Poblet fue recurrente para explicar y dimensionar muchos de los éxitos actuales del ciclismo español.
Sin embargo, no le faltaba razón a quien echa mano del genio de Montcada para situar a cada uno en su sitio. Poblet fue, hasta las últimas consecuencias, un ídolo en Italia. “Corrí seis ediciones seguidas, en tres seguidas fui sexto de la general e incluso en una llegué a ser líder durante seis días” nos contó.
El de los años 50 era un Giro tan sentido por la gente como el de ahora, pero con un grado de imprevisión mucho más elevado: “El Giro es como el Tour pero en Italia. Hay un gran seguimiento por parte de la afición».
Podíamos decir que a veces se pasa de la mera afición. «Cada etapa era impredecible, tenías que ir improvisando sobre la marcha dependiendo de con quien te vieses en la escapada. Era algo muy diferente a lo que vemos hoy”.
Miquel debutó en el Giro en 1956 con el equipo de Girardengo, “gané cuatro etapas en un grupo totalmente italiano con la sola compañía de Miguel Chacón».
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