En un Campeonato de España en el que desgraciadamente veremos muy pocas caras nuevas, la presencia de la catalana Mireia Benito será un gran aliciente, aunque la actual campeona de España contrarreloj lo tiene bastante claro en lo que respecta a su presencia el fin de semana en Galapagar. “Puedo contar con los dedos de la mano las veces que he pisado un velódromo y mi objetivo en la pista a día de hoy es principalmente mejorar en las cronometradas. No tengo ningún objetivo específico, ni menos aún de resultados”, nos cuenta la ciclista del AG Insurance – Soudal Team, que a sus 27 años tiene muchas esperanzas en su segunda campaña como profesional, tras un 2023 que alternó excelentes prestaciones con algunas decepciones, de las que quiere quitarse la espina en este 2024.
Con esa idea comenzó a entrenar en el velódromo de Horta el año pasado, “sobre todo con mi preparador, Carlos Fernández, que es un gran trabajador en temas de aerodinámica, y con Jaume Mas, que es quien me ha estado llevando más en el velódromo. Luego Jaume me animó a que probase un poco más, lo mismo que Gema Pascual, la seleccionadora. Sin embargo, el año pasado no me cuadró, y además, tuve que pasar por el quirófano a final de año. Ahora tengo la oportunidad de correr el Campeonato, pero, como decía, sin un objetivo específico”.
Y es que, al mismo tiempo que comienza a dar pasos -firmes y decididos- en el ciclismo en carretera a nivel internacional, no quiere dejar de vivir experiencias, ni tampoco descuidar su formación, “aunque el año pasado me di un pequeño respiro para trabajar más como ciclista”. Hace pocos días ganaba la primera prueba de la Copa de España de gravel y ahora se estrenará en el velódromo, “que es una experiencia que no tuve la oportunidad de hacer cuando era más joven, y que me hacía ilusión”.
«No tengo la motivación para dar el salto a otras pruebas»
Sobre su presencia en Galapagar deja claro que “solamente haré la persecución individual, que es lo que he estado entrenando, y en donde he podido aprender mucho, en aspectos como posición en la bicicleta, pedaleo, cadencia… Y estoy notando que voy mejorando poco a poco, que me voy ya sintiendo cómoda. Ya lo de no poder dejar de pedalear era un poco estresante para mí al principio, pero enseguida te adaptas y sí, creo que me está sirviendo”.
Igualmente se sincera cuando dice que “no tengo la motivación para dar el salto a otras pruebas, como mucho pensar en la persecución por equipos, si me cuadra en el futuro. Pero pienso que tendría que mejorar mucho para hacer una aportación positiva. Cuando tenga la suficiente técnica, calidad y motivación, será el momento. Y siempre que me cuadre con los objetivos del equipo”.
Volviendo a la persecución individual, e intentando ver si se puede cuantificar de alguna manera su presencia en Galapagar, nos deja claro que “se trata de luchar contra mí misma, testarme, saber donde puedo estar y donde están mis límites. Es un esfuerzo que me viene bien para la temporada de clásicas, que empezaré con las dos pruebas italianas -Strade Bianche y Trofeo Binda- y continuaré con las pruebas de las Ardenas. Además, hay muchas corredoras que se están preparando muchísimo, para las que tener un buen resultado en este Campeonato es un objetivo importante. Mi intención no es luchar contra ellas, aunque lo voy a dar todo”.
No deja de ser curioso que su directora deportiva sea una histórica de la pista belga, la ex campeona del mundo Jolien D’Hoore. Cuando le preguntamos sobre su opinión, sonríe y nos dice que “como siempre que hacemos una prueba fuera del programa que tenemos con el equipo, tengo que pedir permiso. Y cuando se lo dije, le brillaron los ojos, ya que lo veía muy positivo para mejorar, no sólo en las contrarrelojes, sino también para las clásicas. Por supuesto que me animó, y también me dijo que fuera poco a poco, sin prisas”.
Una temporada en la que también espera estar en las grandes vueltas y sobre todo en ese Tour de Francia que el año pasado le fue tan esquivo. “Es uno de mis objetivos, volver a correr en el Tour, aunque más bien debería decir que correrlo por primera vez, ya que mi experiencia apenas duró veinte kilómetros”.