Con las notabilísimas ausencias de Nairo Quintana, agotado física y mentalmente tras el doblete Giro-Tour, y Alejandro Valverde, en proceso de recuperación de la lesión de rodilla sufrida en Düsseldorf durante el Grand Départ del Tour de Francia, Movistar llega a la Vuelta a España con un equipo en el que Rubén Fernández, que ya dejó claros en Ciclo 21 sus deseos de comandar la escuadra telefónica en la ronda española y Marc Soler, el joven que a sus 23 años será la gran incógnita en Nîmes, serán los dos jefes de filas.
Las circunstancias han obligado, contrariamente a lo que es costumbre en el conjunto navarro a depositar todo el peso del que ha sido el mejor equipo de la clasificación UCI en los últimos años sobre los hombros de dos corredores muy jóvenes y con una experiencia muy corta en grandes vueltas. Fernández, es cierto, ya fue líder de la Vuelta a España el pasado año, pero esa carrera, en la que terminó 33º y el Giro de Italia de 2015 (62º) son sus únicas incursiones en las tres semanas, mientras que para Soler será su debut en una grande.
Junto a ellos, formarán Jorge Arcas, Carlos Betancur, Richard Carapaz, Dani Moreno, Nelson Oliveira, Antonio Pedrero y José Joaquín Rojas.