El cuaderno de Joan Seguidor / Ciclo 21
Esta vez Movistar se han portado con el maillot de campeón de España. Vamos a ver, ni nos guían absurdos patriotismos, ni la bandera nos ciega, en todo caso sería la del ciclismo, pero ver el maillot de campeón de España, esta vez, reconforta. Y lo hace por que equipara, en gran medida, la presencia del campeón de España a otros países.
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Cuando llega, pongamos por ejemplo, la crono por equipos del Tour, y ves esas maglias de Ineos o Deceuninck, dando color, multiculturalidad, eso es vender ciclismo y hacer grande la marca. El triste trato que Movistar le ha dado al maillot de campeón de España esta vez tiene un paréntesis. No sé si es casualidad que se cambie de proveedor de ropa y que éste haya querido dejar la impronta, pero sea como fuere sombrerazo a la opción.
No es el full «rojigualda» como el que se marcó Jesús Herrada en Cofidis, pero el blanco emerge sobre la generalidad del equipo y a Lourdes Oyarbide y Alejandro Valverde se les verá bien. Ni más ni menos que como a otros campeones nacionales de otros países, que lo fueron en su periodo de Movistar, el equipo que siendo español disimulaba el distintivo de campeón.
Una tradición que viene de largo, hace más de 25 años cuando Miguel Indurain, recién coronado en el Giro, fue campeón nacional su prestancia quedó resumida en sendas bocamangas y cuello. Pobre, muy pobre aportación para un corredor que poco después ganaría el Tour y a los meses el Giro con esa indumentaria.
Sólo Purito y Rubén Plaza vistieron una pieza que pasó a los anales, un peldaño por encima de Mancebo, que casaba perfectamente con los colores del Santander, o el Chaba. La tradición habló de acoplar los colores en el diseño del equipo, pero la preeminencia del rojo no pega con los colores de la telefónica. Sea como fuere el tweet admitiendo que tenían muchas ganas de sacar la pieza a la luz habla por sí solo. Al final por mucho que se quiera complicar la verdad tiene un camino.
Al final, lo vemos con Elia Viviani y su vertical pieza, no dejas de mostrar al mundo que en tus filas corre un campeón. Eso nunca puede ir contra tus intereses.