Una caída masiva a poco de más de 10 kilómetros de la meta de Montecassino, final de la 6ª etapa del Giro de Italia -la más larga, con 257 km desde Sassano-, ha ensombrecido el resultado de una jornada en la que la lluvia volvió a añadir peligro a una Corsa Rosa todavía sin un solo día completamente seco.
Hasta cinco corredores de Movistar Team –Quintana, Amador, Castroviejo, Izagirre y Malori– dieron con sus huesos en el suelo en la montonera, producida en una rotonda antes de la ascensión de 2ª categoría que conducía a los corredores hasta la línea de meta. Repuesto Quintana, junto a Ventoso, Capecchi -en los primeros instantes-, Antón y Herrada -especialmente destacado el conquense, con un largo relevo a mitad de ascensión-, los hombres de la escuadra telefónica se afanaron en perseguir un grupo cabecero que, con Matthews (OGE), líder y ganador de etapa; Wellens (LTB), Rabottini (NRI) y Evans (BMC), único de los favoritos en pasar el corte, consiguió 49″ de ventaja en la llegada.
La caída no tuvo consecuencias físicas para Malori y Quintana -sólo un golpe en el glúteo y leves heridas en codo y rodilla derechos para el colombiano- y, aunque con impacto fuerte, tampoco se observan lesiones de importancia para Castroviejo. La atención se centra en el estado de Gorka Izagirre, con una herida en su codo, y sobre todo Andrey Amador, con unas fuertes molestias en el cuello que las pertinentes pruebas médicas evaluarán durante la tarde de hoy.
Nairo se sitúa ahora 10º en la general, a 2’08» de Matthews y a 1’47» de Evans, con una etapa llana de por medio -211 km entre Frosinone y Foligno- antes de las jornadas de media montaña del fin de semana en los Apeninos, como informa el equipo navarro.
DECLARACIONES | Nairo Quintana: «Tengo bastantes golpes, en el hombro, codo, cadera, en las dos rodillas… la verdad es que ha sido una caída inevitable; creo que más de medio pelotón nos hemos ido al suelo. De nuestro equipo, la mitad más uno; y del resto, supongo que parecido. Me he levantado bastante rápido con la ayuda de Ventoso, que estaba a mi lado, y hemos podido enlazar con el grupo perseguidor y allí mis compañeros han hecho un trabajo increíble. Lo han hecho fenomenal, pero ya estábamos muy lejos y era difícil recuperar. Creo que tenemos que estar agradecidos porque aunque tenemos golpes, ninguno hemos tenido que ir al hospital y eso es lo importante porque nos permite seguir en la pelea.
Está siendo una semana muy difícil por el mal tiempo. El día de la crono tuvimos ya mala suerte y eso nos hizo perder más tiempo del debido, pero después habíamos pasado los días y habíamos librado bastantes caídas hasta hoy. Es un tiempo importante con Evans, pero como digo estoy agradecido a no tener nada serio. Las caídas de estos dos días son normales porque en la zona llevaba mucho tiempo sin llover y la carretera se convierte en jabón. Es muy difícil controlar la bicicleta en esas condiciones y mucho más, a 60 por hora. Mis piernas siguen cogiendo tono y ahora esperar que las sensaciones sigan siendo buenas con la llegada de la montaña el sábado con una etapa ya dura de verdad. Ojalá que el mal tiempo se acabe ya y dejemos de mojarnos, pero por las predicciones, parece que será complicado».