Nicolás Van Looy / Ciclo21 – Enviado especial Valkenburg
Es verdad, porque así ha sucedido en el pasado –no en el más reciente– que si hay algo que puede ser considerado como la kriptonita de ese Súperman holandés llamado Mathieu van der Poel, eso es el barro pegajoso y pesado que se le atraganta hasta neutralizar cualquiera de las muchísimas virtudes que le han llevado a dominar con claridad la temporada. El barro, decíamos, no le va; pero ya habíamos avisado que, pese a su claro e indiscutible favoritismo, Van der Poel podía tener graves problemas si Van Aert, esa sombra alargada que siempre amenaza desde una distancia más o menos cercana, conseguía aguantarle los primeros cambios de ritmo porque, como habíamos visto en años anteriores, cuando ambos protagonizaban esos duelos cercanos y eléctricos que tantas pasiones han levantado, el neerlandés es más propenso a cometer errores y a ceder ante la presión.
Van der Poel, como Fred Astaire, trató de bailar sobre su bicicleta en la primera vuelta. Se colocó en cabeza y aceleró. Abrió un hueco de poco más de cinco segundos, pero el boxeador Wout Van Aert, menos grácil, pero igual de efectivo, cerró el hueco y dejó claro que lo visto la semana pasada en Hoogerheide, como ya habíamos aventurado, había sido exactamente eso: un juego mental. El belga, percherón y más rudo en su estilo, aprovechó el primer error, la primera duda, de Van der Poel y metió la cabeza entre los hombros y, entre chepazo y chepazo, fue abriendo el hueco que le llevaría a su tercer título consecutivo. A la gloria. La reivindicación. La venganza allá donde más podía dolerle a su némesis: en su casa. En su día. En su fiesta.
Las caras en el box holandés, mediada la carrera, lo decían todo. Había que creer, claro que había que creer, pero nadie era ya creyente. Manos a la cabeza. Miradas fijas en el suelo, a ese barro que parecía guardar todas las respuestas del diabólico acertijo sin solución para Van der Poel. El padre, Adrie, realista y frío, sin casi ningún rastro de emoción alguna en la voz, sentenciaba, en la cuarta vuelta: “la carrera ha terminado”. Pero no, la carrera no había terminado porque el espectáculo, esta vez con otro protagonista, era sencillamente dantesco.
Van Aert se equivocó al coger la bicicleta en el box. Van Aert se estampó contra las protecciones del circuito. Van Aert se cayó en una zona de bajada. A Van Aert se le llenó la cala de barro y tuvo que limpiársela en marcha para poder enganchar el pedal. Pero, pese a todo, Van Aert seguía abriendo hueco. Cada paso por meta era un drama para Van der Poel. El tiempo caía como una losa y, para hacer las cosas todavía más penosas, un genial Michael Vanthourenhout se había soldado a su rueda y, poco antes de comenzar la penúltima vuelta, decidió que era momento de hacer leña del árbol caído y, con una facilidad pasmosa, dejó atrás a Van der Poel preocupándose ya únicamente por ser capaz de mantener una tercera plaza que, al menos, le sirviera para poder saludar a los miles de aficionados locales, que a esas alturas ya habían perdido la batalla de los decibelios contra sus vecinos belgas, desde el podio.
Pero su calvario, su particular Vía Crucis en 7 estaciones, no había terminado. Toon Aerts, que comenzó la penúltima vuelta con más de un minuto cedido respecto al ídolo local, pasó por meta un giro más tarde a rueda del holandés. La pesadilla estaba a punto de ser completa, pero Van der Poel, tiró de orgullo, que era, a estas alturas, lo único que podía sacarle del embrollo. Perdida la fuerza entre el barro que lo cubría todo, sólo quedaba apelar a su condición de campeón. A su orgullo mancillado. A su honor patrio. Aceleró, como buenamente pudo, y Aerts se perdió en la retaguardia. El altísimo corredor belga se hizo pequeño y, al menos, se colgó el bronce. El único metal que le faltaba tras el oro de 2015 (Tábor) y la plata de 2017 (Bieles). Entre él y Van Aert, entre lágrimas de alegría, entraba un Vanthourenhout cuyo grito de alegría y celebración pudo escucharse en todo el circuito.
Con este tercer oro consecutivo, Van Aert se convierte en el sexto ciclista en conseguir ese logro en la historia de este deporte. Un grupo en el que antes ya habían entrado Roger Rondeaux (1951-1952-1953), Roland Liboton (1982-1983-1984) y en el que destacan el suizo Albert Zweifel, que sumó 4 títulos consecutivos (1976 a 1979), André Drufraisse, con cinco mundiales consecutivos (1954 a 1958) y, por supuesto, el inigualable Erik De Vlaeminck, con seis oros seguidos (1968 a 1973).
DECLARACIONES
Van Aert: “Ha sido uno de los mejores días de mi vida”
Se diría, incluso, que los ojos de Wout Van Aert reflejaban, nada más cruzar la línea de meta, casi la misma sorpresa como la que recorría el circuito de Valkenburg de punta a punta. No tanto, quizás, por la victoria del belga sino, sobre todo, por la enorme diferencia que tan rápidamente pudo construir respecto a un muy desdibujado Van der Poel. “Los aficionados seguramente esperaban una batalla mayor”, reconocía el ya tricampeón del mundo.
Respecto a la carrera, Van Aert analizaba que “en la segunda vuelta me sentí fuerte. Al principio me costó mucho seguir el ritmo de Van der Poel, pero antes de la carrera ya sabía que todo dependía de poder seguirle al principio. Me costó mucho, pero cuando pasé me sentía muy fuerte y pude abrir hueco bastante rápido”.
En cuanto a su clara y enorme ventaja, Van Aert reconocía que “no lo esperaba. Creo que ha sido uno de los mejores días de mi vida sobre una bicicleta. En realidad, no me puedo creer que la carrera haya ido como ha ido”. Y la carrera fue, en realidad, como a él más le gusta: “soy un tipo de corredor al que ir solo por delante le va bien mentalmente. Me ayuda poder ir sobre mi límite durante una hora”.
Marcharse en solitario tan pronto es, siempre, algo arriesgado en términos de gestión de los esfuerzos, pero también permite, en un circuito como el de Valkenburg, en el que era tan fácil cometer algún error, tener cierta red de seguridad. “Es un Mundial y nadie quiere asumir riesgos”, explicaba Van Aert. “He ido a fondo hasta el final y he terminado muerto”.
El peor momento llegó en la quinta vuelta: “la caída me desconcentró un poco. Cometí un error y luego estuve media vuelta fuera de ritmo. Sabía que quedaban más de 20 minutos de carrera y luché por concentrarme y volver a mi ritmo. En este circuito era imposible hacer una carrera sin errores”.
En cuanto a su logro, analizaba que “es mi tercer título consecutivo. Creo que es algo histórico en el ciclocross. Los que lo han hecho antes que yo son iconos de este deporte y es un sueño ser parte de este selecto grupo. He trabajado mucho para conseguirlo y ahora es momento de disfrutarlo”.
Van Aert reconocía que “un Mundial es una carrera muy distinta. Sólo puedo decir que parece que tenga otras piernas en este campeonato”. En cuanto a cómo llegaba mentalmente a la cita de Valkenburg, el belga opina que “yo no tenía estrés ni presión. No tenía nada que perder. Mathieu era el hombre de la temporada y está claro que eso tiene algo que ver con lo complicado que lo ha tenido hoy”. Pese a ello, Van Aert sigue manteniendo que es el holandés el hombre que será recordado por su dominio del invierno. “No voy a hacer el ridículo diciendo que he salvado la temporada o que he vuelto. El invierno dura seis meses y Van der Poel sigue siendo el dominador. Él es el hombre del año”.
En cuanto a ese tropiezo sufrido en el box, entre risas aseguraba que “al final del día, sigo siendo un hombre y no sé hacer dos cosas a la vez. Traté de devolver mis gafas y coger la bicicleta… y no hice ninguna de las cosas”.
Mathieu van der Poel: “Me ha podido la presión”
En Bieles, donde acabó segundo, Van der Poel no pudo reprimir las lágrimas. Hoy, ante su público y pese a la decepción, el gran derrotado del día aseguraba que “puedo vivir con que me gane un hombre que es superior. Sencillamente, no ha pasado nada: él ha sido mejor” y reconocía que todo lo que ha rodeado este Mundial “ha sido complicado mentalmente para mí. En la segunda vuelta ya me di cuenta de que las cosas no iban como yo quería y eso me costó aceptarlo mentalmente. Me da pena por el público”.
Haciendo gala de su buen humor, Van der Poel reconoció que, cuando vio que Toon Aerts se le acercaba en la parte final de la carrera, “he tenido que ir a fono porque no podía dejar que tres belgas subieran al podio de Valkenburg”.
Van der Poel no quiso poner excusas a su derrota. “Era un circuito complicado, pero no quiero poner ninguna excusa. Al nivel que estoy, tengo que poder con todo tipo de recorridos y hoy, sencillamente, no he sido capaz de hacerlo. No he estado a mi altura”. Y, por último, reconocía que la gran responsable de su derrota ha sido la enorme presión a la que se ha visto sometido y que le ha bloqueado. “Es verdad que íbamos muy rápido desde el principio, pero no tenía la sensación de ir sobre mi límite, por lo que es verdad que el error puede haber llegado a causa de la presión. El estrés ha sido muy grande durante toda la semana”.
Felipe Orts: “Muy contento por el top20 conseguido”
Tras su medalla de plata del pasado año en la categoría Sub23, Felipe Orts debutaba hoy en la categoría reina y lo ha hecho aupándose hasta una 20ª posición final que le ha servido para, como ha venido sucediendo en todo el calendario nacional, ser el mejor español del Mundial. El alicantino explicaba, al terminar su participación, que “estoy contento de haber podido terminar la carrera entre los 20 primeros. Como se ha visto, está carísimo y esta temporada conseguir un top20 se ha convertido en algo muy, muy complicado”.
El español explicaba que «he tenido algunos problemas en la salida, pero quitando eso estoy contento. Iba muy, muy cansado, pero creo que todos íbamos igual. El circuito se ha hecho tremendamente duro y hemos podido estar entre los 20 mejores, que era el objetivo«.
Orts quiso agradecer su apoyo a los aficionados españoles que se han desplazado hasta Valkenburg ya que “prácticamente durante todo el circuito podía escuchar a gente dando ánimos en español… y, si no, los belgas también te cantaban en español. Me he sentido como en casa. Cada vez son más los que se animan a venir al Mundial y los que vienen, repiten, así que quiero animar a todos a que el año que viene repitan en Bogense”.
CLASIFICACIÓN
1 | VAN AERT | Wout | BEL | 1:09:00 | |
2 | VANTHOURENHOUT | Michael | BEL | 1:11:13 | |
3 | VAN DER POEL | Mathieu | NED | 1:11:30 | |
4 | AERTS | Toon | BEL | 1:12:16 | |
5 | VAN DER HAAR | Lars | NED | 1:13:29 | |
6 | BERTOLINI | Gioele | ITA | 1:13:42 | |
7 | MERLIER | Tim | BEL | 1:13:56 | |
8 | SWEECK | Laurens | BEL | 1:14:21 | |
9 | SOETE | Daan | BEL | 1:14:30 | |
10 | CHAINEL | Steve | FRA | 1:14:51 | |
11 | HERMANS | Quinten | BEL | 1:14:58 | |
12 | BOROŠ | Michael | CZE | 1:15:16 | |
13 | MOUREY | Francis | FRA | 1:15:27 | |
14 | MEISEN | Marcel | GER | 1:15:44 | |
15 | HYDE | Stephen | USA | 1:15:53 | |
16 | WILDHABER | Marcel | SUI | 1:16:06 | |
17 | VAN DER POEL | David | NED | 1:16:16 | |
18 | NESVADBA | Jan | CZE | 1:16:28 | |
19 | FORSTER | Lars | SUI | 1:16:41 | |
20 | ORTS LLORET | Felipe | ESP | 1:17:06 | |
21 | ZAHNER | Simon | SUI | 1:17:31 | |
22 | GODRIE | Stan | NED | 1:18:05 | |
23 | BOULO | Matthieu | FRA | ||
24 | SÄGESSER | Severin | SUI | ||
25 | ESTEBAN AGUERO | Ismael | ESP | ||
26 | VAN KESSEL | Corne | NED | ||
27 | PAPRSTKA | Tomáš | CZE | ||
28 | WERNER | Kerry | USA | ||
29 | FONTANA | Marco Aurelio | ITA | ||
30 | BRAIDOT | Daniele | ITA | ||
31 | CANAL | Fabien | FRA | ||
32 | HARING | Martin | SVK | ||
33 | FIELD | Ian | GBR | ||
34 | VAN DEN HAM | Michael | CAN | ||
35 | RUIZ DE LARRINAGA IBAÑEZ | Javier | ESP | ||
36 | MILLBURN | Garry | AUS | ||
37 | HANSEN | Kenneth | DEN | ||
38 | KAISER | Cody | USA | ||
39 | WEBER | Sascha | GER | ||
40 | KISSEBERTH | Jack | USA | ||
41 | ERIKSSON | Martin | SWE | ||
42 | ORTENBLAD | Tobin | USA | ||
43 | THILTGES | Scott | LUX | ||
44 | COWIE | Tristan | USA | ||
45 | HERNANDEZ GUTIERREZ | Aitor | ESP | ||
46 | GLAJZA | Ondrej | SVK | ||
47 | BAUSCH | Gusty | LUX | ||
48 | POWERS | Jeremy | USA | ||
49 | HEKELE | Emil | CZE | ||
50 | MÜLLER | Manuel | GER | ||
51 | MCCONNELL | Mark | CAN | ||
52 | DIAS DOS SANTOS | Vincent | LUX | ||
53 | KOSAKA | Hikaru | JPN | ||
54 | TAKENOUCHI | Yu | JPN | ||
55 | KINNING | Glenn | IRL | ||
56 | OMARSSON | Ingvar | ISL | ||
BRAIDOT | Luca | ITA | DNF |
Una pena el bajón de VDP, pero viendo las tonterias que ultimamente hacia, como esos saltitos cuando iba con ventaja, a lo Neymar cuando iban 5-0, y sobre todo aparecer en una carrera conduciendo un Maserati, cuando la mayoria de los corredores andan sin poder cubrir su presupuesto, pues mira, curita de humildad-