Mundial CX élite: Nys abdica en Van Aert ante sus súbditos

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Momento clave

Se acabó un mundial maravilloso. Se terminó la gran fiesta del ciclocross en la ‘casa’ del ciclocross. Se despidió el fin de semana más importante del año. Y se ha ido, como no podía ser de otra manera –aunque pocos lo esperaban– con una carrera antológica en la que pasó de todo. Ocurrieron tantas intrahistorias durante la prueba élite masculina que incluso hubo un momento en el que Sven Nys, el protagonista sentimental del mundial de Zolder, se puso en cabeza y por un momento, apenas un abrir y cerrar de ojos, un latido de corazón, pareció que iba a resurgir aquel dominador que conocimos durante largos años. Pero no, fue un espejismo. Un intento loco. Absurdo. Precioso. Para grabar en la memoria. Le dieron alcance después. Le superaron. Le dejaron fuera de la pelea por el arcoíris, pero ya daba igual. Él ya es leyenda y la carrera, tras el enganchón entre los dos grandes favoritos, había tomado un cariz tremendo.

Y es que fue ese, el enganchón en el que Van der Poel metió el pie en la rueda delantera de Van Aert –rompiéndole seguramente algún radio y poniendo en jaque sus opciones–, el instante que revolucionó la carrera más importante del año. Dantescas las condiciones de un circuito sobre el que ha estado lloviendo todo el fin de semana y al que el paso continuado de corredores en carrera y en entrenamiento había dejado en perfectas condiciones para ofrecer el mejor espectáculo del mundo ciclista. La prueba se rompió en ese momento. Lars van de Haar se marchó. Abrió hueco. Los belgas, con Nys, Pauwels y Sweeck formando el trío perseguidor no podían con él. Van Aert, con la suerte de cara al contrario que el pasado año, no rompió y se separó de un Van der Poel al que algo se le cruzó en la cabeza y se desmoronó.

El joven belga, que este año ha ganado la Copa del Mundo, el nacional belga y BPost Bank y, seguramente, se lleve el Superprestigio, comenzó una remontada épica. Alcanzó a sus compatriotas, les adelantó y se marchó. Se quedó en tierra de nadie, fijada la vista allá adelante donde sólo se adivinaba en ese momento una sombra naranja. Pero la idea que tenía fija en la cabeza estaba inalterada. El guion. Su guion no podía ser cambiado a esas alturas. Estaba allí para ganar. Para vestirse con el arcoíris que el pasado año se le escapó. No cabía otra opción.

Y se soldó a la rueda de Van der Haar. Preciosa la última vuelta. Eléctrica. Se pegaron, casi literalmente, en cada curva. En cada tramo embarrado. En cada cuesta. En cada bajada. Fue puro arte. Sencillamente, una clase magistral de ciclocross salvaje y primario. No cabían opciones tácticas. Sólo fuerza pura y desatada y la mejor técnica que a estas alturas, cansados, doloridos y con las pulsaciones por las nubes, pudiera sacar cada uno.

Presente y casi pasado del ciclocross

Llegaron así hasta los dos últimos tramos de pateo. En el penúltimo aguantó, con muchas dificultades, Van der Haar. En el último, Van Aert fue superior. Infinitamente superior. Dejó clavado a su rival y ya nada se podía hacer para evitar el final soñado por la parroquia local. No hubo sprint. Hubo, eso sí, tiempo para que el nuevo campeón del Mundo de ciclocross cruzase la meta como debe de ser. Como marcan los cánones. Embarrado. Sucio. Celebrándolo. Bellísima la estampa.

Van der Haar, derrotado, se tuvo que conformar con la segunda posición. Por detrás, Kevin Pauwels se colgó el bronce. Pero nadie le miró. Casi nadie le prestó atención al tercer clasificado del mundial cuando cruzó la meta. Y todo porque justo detrás de él, unos metros más allá, aparecía la figura del hombre al que todos habían ido a llorar. Sven Nys. Saludaba en la recta de meta. Se olvidaba de disputar el bronce. Ya todo daba igual. Era el momento de disfrutar todo lo vivido. Emocional. Visceral. Se acaban casi dos décadas de ciclismo. Se apaga una figura histórica y, seguramente, irrepetible. Y no por el dominio mostrado durante tantos años, que también, sino por su manera tan peculiar de entender este deporte. Por haberlo evolucionado y haberlo convertido, allá en Bélgica, en lo que es ahora. Nys deja un ciclocross muy distinto al que encontró. Un ciclocross al que, como diría aquel histórico político español, “no lo conoce ni la madre que lo parió”. Y él tiene buena culpa de ello.

Wout Van Aert, siempre al borde de las lágrimas desde que cruzó la línea de meta, aseguraba antes de subir al podio que “ha sido una carrera local. Desde el principio tuve muy buenas sensaciones. De hecho, me sentía el más fuerte de todos. Por eso he preferido tomarme las cosas con más calma en las primeras vueltas y esperar hasta el final para lanzar mi ataque. Pero entonces he tenido el incidente con Van der Poel, pero creo que finalmente debo de agradecérselo porque a partir de ahí he encontrado mi ritmo… ¡ha sido una locura!”.

El nuevo campeón del Mundo, que ya avisó en la entrevista exclusiva concedida a Ciclo 21 de que correría todo el mes de enero usando la ‘calculadora’ para llegar en la mejor condición posible al día de hoy, aseguraba que el triunfo conseguido en Zolder “es un sueño hecho realidad. Es mi 17ª victoria de la temporada y mi segundo maillot arcoíris”.

En cuanto al fin de semana, que ha tenido de todo y que comenzó muy mal para los intereses belgas –llegando a quedar eclipsado el interés deportivo por la triste historia protagonizada por Femke Van den Driessche– aseguró que gracias a las dos medallas conseguidas en la prueba élite, puede ser calificado como “muy bueno. Ayer fue un mal día para Bélgica y hoy hemos trabajado bien como grupo y nos hemos rehecho. Es muy bonito para este país, donde este deporte es tan grande”.

Nys, presa de las emociones © Sporza

Por su parte, Sven Nys, el protagonista emocional del fin de semana, el hombre cuya sombra sobrevoló todo cuanto aconteció en Zolder, finalmente se dejó llevar por las emociones tanto tiempo contenidas y rompió a llorar en el set de Sporza. El Caníbal de Baal, que sabe que ya todo se acabó, aunque quedan todavía algunas carreras por delante, reconoció que “nunca pensé que me sentiría tan emocionado durante la disputa de una carrera. Sencillamente, estoy increíblemente contento con mi papel de hoy. He hecho lo que he podido y tengo la sensación de que siempre estuve en el sitio que me merecía y en el que debía de estar durante toda la carrera. Cuando vi que Wout se iba a por Van der Haar supe inmediatamente que el oro se me escapaba en ese preciso instante. No le podía seguir. Hubiese rebasado mi límite de haberlo intentado. He sido derrotado por el corredor más fuerte”.

Respecto a ese saludo durante toda la recta de meta que hizo que no peleara por la tercera posición con Kevin Pauwels, Nys dijo que “me daba absolutamente igual el puesto en el que acabara hoy. Era la forma. Eso era lo que me importaba y eso es lo que me hace tremendamente feliz”. Llorando a moco tendido, sólo acertó a añadir que “nunca jamás me atreví a soñar con haber logrado algo así”.

En lo que se refiere a los españoles, Javier Ruiz de Larrinaga terminaba en el puesto 27º, a 3:56, mientras que Ismael Esteban era 32º, a 5:10. Por equipos, nuevo podio Bélgica-Países-Bajos-Francia y décimo lugar para España.

‘Larri’ comentaba que “para mí, que no suelo salir bien, encontrarte de salida en el puesto 23 ó 24 ha sido bastante bueno, aunque luego no he podido mantener ese grupo. Por sensaciones me quedo con pena, ya que sin duda ha sido mi mejor Mundial, pero el nivel está cada vez más alto. Quizá el único problema es que me he visto muy arriba, y lo he acusado, pero seguimos estando ahí. Ha sido una buena carrera pero que no ha tenido reflejo en el puesto, en ese objetivo de estar entre los 25 primeros”

El campeón de España quería dejar claro que “lo que hay que tener en cuenta de este Mundial son los resultados de los chavales, que nadie lo pase por alto y que quien tenga que valorarlo, lo haga, ya que tienen un futuro prometedor. Son unos resultados que nunca se habían dado, por lo menos en los últimos años, y la gente lo tiene que valorar”.

Por su parte Esteban decía que “ha sido la carrera en la que más he sufrido en todo el año. La salida ha sido muy buena, para estar entorno al 20 o el 25, muy cerca del grupo de ‘Larri’, pero no he podido entrar por algún fallo tonto. Luego lo he tenido muy cerca, pero ya ha habido otros fallos y ha sido imposible. Me quedo con que he rendido a buen nivel y he terminado vacío, muerto, sin que me quedara nada. Pero como decía ‘Larri’, el puesto no se refleja con el rendimiento porque cada vez hay más nivel”.

MEDALLERO MUNDIAL ZOLDER 2016

CLASIFICACIÓN COMPLETA

Previa Campeonato del Mundo de Zolder 2016

Van der Poel es el favorito

Puro arte sobre dos ruedas y unos pedales. Así calificábamos la demostración de clase y superioridad que realizó hace sólo siete días el holandés Mathieu van der Poel en el circuito de Hoogerheide. Ante lo que hizo el entonces todavía portador del maillot arcoíris en la última cita puntuable para la Copa del Mundo no cabe más que hincar la rodilla en el suelo, bajar la cabeza y rendir pleitesía al que, sin duda alguna, es el nuevo rey del ciclocross mundial.

Hoy, una semana después de apabullar en el gran premio que lleva el nombre de su padre, Adrie van der Poel, pone en juego esa prenda que ha llevado todo el año o, al menos, toda la parte del año que ha podido estar presente en los circuitos después de superar su lesión de rodilla. Desde entonces, la moral del que había sido el dominador sin discusión, Wout Van Aert, ha caído en picado. Es cierto, si necesita buscar un consuelo el belga, que es lógico que sus piernas estén faltas de esa ‘chispa’ que pueden tener las de su rival holandés (aunque nacido en Kapellen, Amberes) debido a que llevan muchas más vueltas dadas en los circuitos, pero también lo es que, tal y como dijo en una entrevista exclusiva concedida a Ciclo 21, lleva tiempo corriendo con la calculadora para preparar lo mejor posible la cita de hoy.

Será importante comprobar, desde los primeros giros en un circuito que no da lugar a los errores, las sensaciones que pueda transmitir Van Aert ya que, a priori, parece el único capaz de contestar, aunque no sepamos muy bien cómo podría hacerlo, el dominio de un Van der Poel al que muchos ya ven con su segundo arcoíris consecutivo en lo más alto del podio a eso de las 16:15 horas.

Van der Poel contará, además, con la ventaja de saber que en su equipo casi nadie podrá hacerle la puñeta. Sólo Lars van der Haar, campeón de Europa, ha parecido estar a la altura en algunos puntos de la temporada, pero sus acciones han perdido mucho valor en las últimas semanas y no parece factible que pueda estar cerca de los mejores una vez que la carrera cruce su ecuador aunque, eso sí, suele meterse en la pelea en las primeras vueltas y en un circuito donde cualquier avería o caída penaliza enormemente, tener más corredores en el grupo cabecero significa, irremediablemente, un aumento de las opciones de que haya un enganchón.

Van Aert, sin embargo, tendrá que preocuparse del holandés y de, como suele suceder en esa selección, sus paisanos. Kevin Pauwels parece el más en forma del grupo de ‘todos los demás’, pero no habrá que perder de vista a un Tom Meeusen al que su depuradísima técnica no parece que pueda ayudarle mucho en un circuito como Zolder ni, por supuesto, a un Sven Nys que se despedirá de los mundiales en un día en el que no parece tener opción alguna, pero en el que muchos confían en que esté guardando algo en la recámara para dar la sorpresa con la que todos los belgas (y muchísimos aficionados en todo el mundo) llevan soñando todo el año sin atreverse siquiera a verbalizarlo.

España tendrá en esta ocasión a dos representantes en la parrilla de salida. Después de que el seleccionador decidiera dejar fuera a Aitor Hernández, algo de lo que Momparler no quiso hablar en su alocución antes de viajar a Bélgica, los elegidos han sido el reciente campeón de España, Javier Ruiz de Larrinaga e Ismael Esteban, un corredor que regresa a la cita mundialista después de diez años de ausencia y, aunque con experiencia en categorías inferiores, sin bagaje entre los Elite.

Larrinaga entrenó el pasado viernes para hacer “el último esfuerzo antes de descansar completamente de cara al domingo” según sus propias palabras. El ‘jefe de filas’ español añadía que “el mundial es una carrera en la que influyen muchas cosas. Cualquier percance, y más en este circuito, te lleva a irte muy atrás. Se me ha dado tradicionalmente muy bien, y aquí logré mi mejor resultado en Copa del Mundo fuera de Igorre el invierno pasado, pero no nos podemos despistar. También es cierto que no hay 16 ó 18 belgas. Sólo hay siete por cupo y eso te hace estar más adelante, aunque la posición de salida es muy similar… y eso que es mi mejor año en ránkings UCI”.

Así ganaba Larrinaga el Campeonato de España © Ruiz de Larrinaga

Ruiz de Larrinaga dice estar muy bien de forma y de moral. “Antes de Torrelavega ya me estaba encontrando bien, aunque no consiguiese triunfos, y esa forma que tenía allí la estoy manteniendo aquí. Las carreras son como son y el físico no lo es todo, lo que ha impedido que sumase más triunfos, pero posiblemente sea la temporada en que mejor estoy. Veremos si eso ayuda el domingo”.

Junto a él formará Ismael Esteban, que vuelve a vivir un mundial diez años después. El cántabro comentaba que “ahora todo es muy distinto. Como otros muchos, dejé de hacer ciclocross porque te ‘engañan’ con la carretera, te olvidas de otras disciplinas por la idea de ser profesional y es algo muy complicado de conseguir. Pero el ciclocross siempre me ha gustado bastante y ahora estoy en esa segunda juventud. Creo que durante toda la campaña he hecho los suficientes méritos y confío que el domingo podamos hacerlo lo mejor posible”.

Esteban ya estuvo en Zolder en la prueba valedera para la Copa del Mundo, donde salió el último y consiguió remontar hasta la 26ª plaza. En esta ocasión “saldré sobre el 40º, por lo que la única táctica en mi carrera será ir remontando hasta donde pueda llegar, como pasó entonces o en Namur. Salir a tope, partir la biela, y a muerte. No hay otra estrategia. Lo bueno que tiene es que es un circuito donde si tienes fuerzas, puedes adelantar puestos. Es cierto que es un recorrido en el que se hacen grupos, pero grupos de nivel, en los que tienes que ir con todo el gas. No vale pensar en que vas a aguantar con ir a rueda, porque el recorrido le pone a cada uno en su sitio. Por ello es un circuito que me gusta. De forma llego bastante bien, tras una semana de un entrenamiento muy fuerte en casa y ahora descansado para darlo todo el domingo”.