Mundial CX sub-23: Iserbyt reina en el trono de Felipe 6º

Iserbyt con su maillot arcoíris

Nicolás Van Looy / Ciclo21

Si la prueba Elite femenina disputada ayer en un circuito durísimo por la lluvia ya nos había dejado a todos extasiados, el espectáculo vivido en la prueba inaugural del domingo más grande del año en esto del ciclocross ha sido, sencillamente tremenda. La prueba, dramática en su desenlace, fue una auténtica pelea de todos contra todos. Los belgas, que dominaron la primera parte de la misma, vieron con preocupación como el checo Adam Toupalik se metía en la fiesta que se suponía que iba a ser únicamente local en el tramo final. Sólo Eli Iserbyt y Quinten Hermans fueron capaces de seguir el impresionante ritmo del checo que hizo asomar el fantasma de un ridículo mundial para los anfitriones como el que vivimos el pasado año en el Circuito Het Nieuwsblad cuando Ian Stannard les robó la cartera a los Etixx-Quick Step.

Pero la prueba, espectacular de por sí, tuvo su momento más bizarro en el penúltimo paso por la línea de meta. Llegaban a la recta del autódromo, asfaltada y mojadísima, los tres corredores que encabezaban la carrera, verbigracia, Toupalik, Iserbyt y Hermans cuando el checo, ante el asombro general, se lanzaba a un sprint loco. Parecía un ataque para distanciarse de sus compañeros de fuga, pero era el sitio más extraño para hacerlo. Eso parecía hasta que, de repente, levantó los brazos celebrando un mundial que sólo él pensaba haber ganado. Estaba tan fuera de sí que ni siquiera oyó la campana que le avisaba de que todavía quedaba un giro por completar. Los belgas, que le miraban de reojo, le pasaron como una exhalación mientras él comenzaba a darse cuenta de lo ocurrido. Perdió entonces unos metros preciosos, pero no tardó el checo, todo pundonor, en volver a cerrar el hueco. Sacó fuerza de la rabia y la vergüenza y se lanzó a un ataque loco. Suicida. Abrió algo de hueco y fue ese el momento en el que Hermans claudicó e Iserbyt mostró su mejor versión. Se soldó a la rueda del checo sabedor de que el derroche de la vuelta anterior iba a minarle enormemente y esperó al sprint. Volvió a repetirse la escena de la vuelta anterior, pero esta vez Iserbyt sí se metió en la pelea. Le costó un mundo, pero ya casi sobre la línea de meta el checo explotó y el belga, ídolo de la parroquia local que reventaba el circuito, le dio la primera gran alegría de este mundial a los belgas. El primer oro. El primer arcoíris.

Toupalik celebra ‘su’ mundial

Así, Eli Iserbyt, la joven promesa a la que se espera como agua de mayo en la categoría Elite para completar el triunvirato de chiquillos que dominan ahora la especialidad invernal, consiguió reinar en la sala del trono donde Felipe Orts hizo historia para el ciclismo español consiguiendo una impresionante 6ª posición. Felipe 6º sería el juego de palabras fácil, pero lo cierto es que Orts, salido de la calurosa localidad de La Vila Joiosa (Alicante), donde hoy luce el sol y se acercan ya, a estas horas de la mañana, a los 20º, se ha convertido en el lejano, frío y lluvioso Zolder en el rey del ciclocross español al haber conseguido la mejor posición histórica de nuestros corredores en la categoría sub-23 con esa sexta posición, mejorando enormemente la 14ª posición de Delio Fernández conseguida en 2004 en Pont Chateau (Francia).

Hizo una carrera preciosa el español. Fue protagonista cuando en las primeras vueltas tomó la iniciativa para cerrar el hueco que había abierto el belga Daan Soete. “Se ha ido el belga y todos se han parado y he arrancado a ver que pasaba. He rodado como media vuelta segundo, pero estaba claro que no iba a ser algo definitivo”, indicaba el alicantino.

Luego, muy inteligente, jugó a colocarse a rueda de Iserbyt y el resto de belgas, sabedor de que eran ellos los que tenían la obligación de llevar el peso de la carrera. Pasó, da la impresión, un momento de crisis a falta de tres vueltas. Se refugió en ese momento en el numeroso grupo que peleaba todavía en ese instante por el podio. El ataque de Toupalik, Iserbyt y Hermans le pilló muy retrasado, pero ni él ni nadie estaba en condiciones de responder a eso. Así que no se puso nervioso y mostró entonces eso que tienen que tener todos los grandes: inteligencia. Esperó a la última vuelta y remontó posiciones para acabar 6º «que me deja más contento que nada”, añadía Orts, la misma posición que hace algo más de un mes en este circuito en la Copa del Mundo. Una sexta plaza que, dado el historial español en la especialidad invernal, sabe a algo histórico. Al inicio de una nueva era en la que todos podemos y debemos de soñar con conseguir grandes logros. “Sabía que llegaba muy bien de forma y de moral, pero un Mundial es un Mundial y más como éste, en el que un fallo te podía costar diez posiciones. Solamente he tenido un problema, que me he quedado sin frenos, pero enseguida he cambiado de bici y no me ha perjudicado nada. Alguna caída tonta, pero sin más, lo normal en ciclocross. He estado en todo momento donde quería, haciendo la carrera que me convenía”. De cara al futuro, “como ya he dicho en alguna entrevista, no estamos tan lejos de los de delante y con los medios adecuados podemos estar luchando por algo más. Aún me queda un año en la categoría y vamos a por más. Y subir un pasito más, que es posible, supone meterse en la pelea”.

Nada más cruzar la línea de meta y antes de subir al podio Eli Iserbyt reconocía que “ha sido algo increíble. He de reconocer que no estaba tan bien al principio. Salí mal colocado y lo pasé mal intentando remontar posicione. No tenía buenas sensaciones y no encontré mis buenas piernas hasta la última vuelta”.

Tras el sprint fallido de Toupalik “sabía que debía de esperar al sprint porque su error me iba a beneficiar. Creo que esta es la guinda a un gran año y eso que durante gran parte de la carrera no pensé que iba a poder conseguirlo porque no me encontré bien hasta los dos últimos giros. Se lo dedico a Rudy De Bie porque se merece esta victoria por todo el trabajo que hace con nosotros”.

Por su parte, Kevin Suárez terminaba en el puesto 20, a 2:05, sin poder dar todo lo que lleva dentro el cántabro. “No he podido pillar el grupo, he estado en tierra de nadie. Y aunque llevaba un buen ritmo, me ha pesado bastante. Luego he tenido un problema mecánico y ya si lo he acusado yendo a menos. Quizá la temporada se me ha hecho más larga de lo que pensaba y no he llegado al cien por cien a este Mundial me da rabia porque tenía muchas ganas, pero otro año será. De todas formas, es para estar contentos porque Felipe ha hecho un carrerón”.

Por equipos, novena plaza para España, primera de las naciones que alineaba sólo dos corredores, en un podio con Bélgica, Países Bajos y Francia.

CLASIFICACIÓN MUNDIAL SUB-23 MASCULINO

MEDALLERO TRAS 4 CARRERAS

Previa Campeonato del Mundo de Zolder 2016

Iserbyt es el gran favorito

La antesala de la máxima categoría quedó huérfana el pasado año cuando sus dos grandes protagonistas, Mathieu van der Poel y Wout Van Aert, decidieron dar el paso y dejar de abusar de sus compañeros de generación y, ante la sorpresa generalizada y relativa de verles evolucionar en aquel circuito de Tabor, seguir haciendo lo propio con los más mayores.

Pese a que existió la sensación de que la categoría Sub-23 podía sufrir por la marcha de sus dos grandes estrellas, lo cierto es que en el invierno que nos ha llevado de 2015 a 2016 la espectacularidad en ese campo de batalla de corredores que quieren buscar cuanto antes su futuro entre los mejores no ha bajado absolutamente nada.

Cuando sólo restan unas horas para que se dé el pistoletazo de salida a la primera prueba de este domingo un nombre flota en el aire por encima de todos los demás. Es el gran favorito tanto por resultados como por el hecho, no siempre tan positivo como se pudiera pensar, de ser el preferido de la parroquia local. Eli Iserbyt se encuentra en esa posición en la que la carrera de hoy le puede tener reservado muy poco que ganar y muchísimo que perder. Para él, no sirve nada más que conseguir el oro y vestirse con el arcoíris. Sea justo o no, cualquier otro resultado será visto como un fracaso. Y todo, teniendo en cuenta que se trata de su primer año en la categoría. El año pasado fracasó en la prueba Júnior al tener que conformarse con la plata, pero espera que este año las cosas sean muy distintas.

“Cuando empezó la temporada”, reconoce Iserbyt, “nunca hubiese imaginado que mi salto a la categoría Sub-23 fuese a darse tan bien. En ese momento, hubiese estado muy contento simplemente por conseguir ser seleccionado para el Mundial, pero tal y como ha ido la temporada, mis objetivos son mucho mayores: quiero ser Campeón del Mundo. No sé si lo voy a conseguir, pero es con lo único con lo que me conformaría”.

El problema para Iserbyt, como suele ocurrir en la selección belga sea cual sea la cateogría de la que hablemos, es que tiene al enemigo en casa. Sus mayores rivales han dormido esta noche a muy pocos metros de él. Quinten Hermans, que se proclamó Campeón de Europa y ganó la pasada semana en Hoogerheide mostrando un gran momento de forma; Daan Hoeyberghs y Thijs Aerts, que aprovechó la caída y posterior abandono de Iserbyt para proclamarse campeón de Bélgica, están al acecho y tienen más o menos los mismos planes que su ‘jefe de filas’. Además, completando la terna de los llamados a aspirar al oro, estarán los holandeses Joris Nieuwenhuis y Marin Budding o el italiano Gioele Bertolini.

Orts y Suárez serán las bazas españolas

La carrera de la categoría de plata será especialmente seguida desde España ya que en ella, y por primera vez en muchísimo tiempo, existen opciones más que serias de hacer algo más que cumplir el expediente. Tanto Kevin Suárez como, sobre todo, el alicantino Felipe Orts están haciendo soñar despiertos a los aficionados españoles. Pensar en un podio es, seguramente, algo que todavía queda lejos, pero el gran objetivo, como reconocía el propio Orts en exclusiva a Ciclo 21 en una reciente entrevista, es acabar entre los diez primeros y, a poco que las cosas se pongan de cara, aspirar a un puesto entre los cinco mejores de un mundial.

El año pasado ambos consiguieron meterse entre los 20 primeros –puede consultar su ficha completa en la presentación del mundial que publicó Ciclo 21 el pasado viernes–, pero este año el listón está mucho más alto. Kevin Suárez asegura que “Un Mundial siempre es complicado, pero después de cómo ha ido la campaña a nivel internacional, llego con las máximas ilusiones”. Seguramente influya en ello que el circuito de Zolder “me gusta mucho y será similar al de diciembre, aunque me han dicho que le van a meter un par de troncos para que no sea tan rápido. Es un circuito muy rápido, de gas, con pocas zonas técnicas y sin demasiada dificultad, lo que supone que belgas u holandeses no tendrán tanta ventaja. Pero, además, cuenta con un par de repechos, cortos pero de mucha pendiente. Un circuito muy completo”.

En cuanto a las condiciones, Suárez vaticinaba antes de partir hacia Bélgica que “posiblemente pasemos bastante frío, pero no parece probable que tengamos lluvia. Incluso aunque llueva tampoco afectará mucho al circuito porque drena bastante bien”. Señala que “la clave será la salida. No correr el Campeonato de España como Sub-23 me ha supuesto perder unos puntos importantes, pero era algo con lo que contaba, con lo que saldré en tercera fila”.

Felipe Orts, por su parte, ratifica lo que ya dijo en Ciclo 21 y mantiene que llega “a este final de temporada con muy buenas sensaciones. He estado entrenando bien y en Francia hubiera estado entre los mejores si no hubiese sido por el problema del cambio. ¿Repetir el sexto? A por eso vamos, pero cada carrera es un mundo y más cuando hablamos de un Mundial, que es el gran objetivo para todos”. Orts saldrá desde la segunda fila de la parrilla de salida “lo que ya es una ventaja comparado con la cuarta que salí hace un año”. Igualmente añade que “cambiará mucho según el tiempo que nos haga, con barro o helado. Como alicantino que soy, prefiero correr con calor, pero ya me he acostumbrado al frío y no creo que me influya”.