Mundial Innsbruck 2018: Para sufridores

El recorrido en línea para Innsbruck 2018

Rafa Mora / Ciclo21

La cosa va a estar animada para el Mundial de 2018. Innsbruck es Austria y aquello de plano tiene lo que unas escaleras. Tramos. Así es que si alguien piensa que el Campeonato del Mundo que seguirá a Bergen será un paseo para velocistas, se equivoca. Y mucho. Atrás van a quedar espectáculos de lo más extraños como el del año pasado en aquel desierto innombrable entre edificios eternos y calles vacías. Noruega, estos días, está mostrando la pasión por el ciclismo en su público, y eso es lo que seguramente se conseguirá en Austria, donde el espectáculo va a venir él solito gracias a unos recorridos, a unos perfiles, de cuidado.



Innsbruck-Tirol son dos palabras que ya de por sí hablan de cuestas y sube y bajas y dureza. Y valgan dos ejemplos en forma de datos: la crono elite masculina será de, ojo, 54,2 kilómetros con más de 600 metros de desnivel; y la carrera en línea alcanzará los 265 kilómetros y un desnivel acumulado de 4.670 metros con, además, una ascensión por Hungerburg que cuenta con rampas del 25%. Así es que, a ver qué pasa.

Se trata de una sorpresa guardada para todos. Vamos, un Mundial que ya se verá cuántos empiezan y cuántos acaban. Los primeros 90 kilómetros de la prueba elite masculina precederán a seis vueltas a un circuito de 23,9 y una más a otro circuito diferente, algo más largo, de 31 kilómetros, con una subida espectacular, dura, particularmente decisiva, por la villa de Hungerburg. Aquí habrá rampas del 25% y explosiones por doquier porque se trata de un tramo que llegará con más de 200 kilómetros en las piernas.

Pero Innsbruck estará llena, además, de novedades varias. Primero, las carreras no darán comienzo en esta localidad, sino que habrá cuatro puntos de la región: Ötztal-Area 47, Hall-Wattens, Rattenberg-Alpbachtal Seenland y Kufstein. Los finales, eso sí, serán en Innsbruck.

Los perfiles de las vueltas

‘Trampas’ en las cronos

El parque de aventuras Area 47, en Ötztal, será el escenario de partida de las dos cronos por equipos. Tanto hombres como mujeres tendrán el mismo recorrido en sus primeros 40 kilómetros, para después variar desde Kematen, donde las féminas seguirán recto a meta para completar 53,8 kilómetros, mientras que los hombres tendrán que ascender las rampas de hasta el 10% de Mittelgebirge, como peaje previo antes de completar los 62,1 kilómetros que se cerrarán en Innsbruck.

La lucha contra el crono seguirá en los siguientes tres días y empezará con el lunes para juniors y sub-23, martes juveniles y féminas elite y ya miércoles los hombres elite. Lunes y martes se saldrán desde Hall-Wattens, con distancias de 20,2 kms para las juniors y 28,5 para las otras tres categorías, con desniveles de 192 y 262 metros, respectivamente. Los elite, por su parte, tendrán por delante 54,2 kilómetros, con salida en Rattenberg-Alpbachtal Seenland y 654 metros de desnivel acumulado con una particularidad, y es que el desnivel se suma en un tramo de 4,4 kilómetros entre Fritzns y Gnadnwald, con pendientes de hasta el 14%, que ya se verá en qué queda el revuelo que ha generado en este 2017, en Bergen, el Monte Floyen.

Las carreras en línea, desde el jueves

La categoría junior masculina y femenina tendrá la competición en línea el mismo jueves. Nada del día de descanso habitual. Las mujeres completarán 72,4 kilómetros, y los hombres, 138,4. Al día siguiente llegarán los sub-23 con sus 186,2 kilómetros, mientras que las féminas elite correrán el sábado sobre 162,3 kilómetros. La guinda será la locura máxima de la prueba de fondo elite masculina y esas rampas decisivas en el tramo final para acabar con la friolera de 265 kilómetros y 4.670 metros acumulados.

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