¡Grandes! @alberttorresb y @SebastianMoraV! ?? Logran la PLATA ? en la Madison y son subcampeones del mundo ??? #Apeldoorn2018
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— Eurosport.es (@Eurosport_ES) 4 de marzo de 2018
Román Mendoza / Especial para Ciclo 21
Después de la decepción que supuso el omnium, en la jornada final de los Campeonatos del Mundo de pista de Apeldoorn (Países Bajos) se ha vivido un cambio radical y los españoles Sebastian Mora y Albert Torres, #GoTorresGoMora, se llevaban la medalla de plata en una disputadísima madison, por detrás de Alemania -con Roger Kluge y Thomas Reinhart– y por delante de Australia -Cameron Meyer y Callum Scotson-, con 53, 45 y 37 puntos, respectivamente.
En la primera parte de la prueba España estuvo muy atenta, llevándose el primer sprint, aunque en el primer tercio de carrera Austria se aprovechaba del marcaje de los equipos favoritos para ganar vuelta y pasar a liderar la prueba. Hasta ese momento eran Italia, Francia y Bélgica las selecciones que se presumían como favoritas, ya que Australia, fiel a su estilo, no había disparado aún ni una sola bala.
Fue justo a mitad de prueba cuando los ‘aussie’ ganaban su ‘bonus’, entrando en carrera para pasar a liderar empatados a puntos con los austriacos. Gran Bretaña poco a poco se iba hacia posiciones de podio gracias a los sprints intermedios, mientras que Mora y Torres se tomaban un relax, para emerger en el tercio final.
Alemania y España lanzaron en ese momento su ofensiva que les llevaría a ganar vuelta, primero los germanos y luego Torres y Mora. Aún quedaban 63 vueltas y selecciones como Australia, Dinamarca y Bélgica no habían dicho su última palabra e intentaron dar la vuelta a la tortilla. Los españoles pasaron de atacar a defender la situación y consiguieron anular ese peligroso ataque.
Con germanos, españoles y australianos en un pañuelo -Austria comenzaba a ceder y era pasada incluso por los británicos, pese a no haber logrado vuelta-, el final de la madison estuvo marcado por el poderío de los germanos en las puntuaciones, donde España se defendía aceptablemente bien ante una Australia a la que primero rebasaba y después, distanciaba.
Los germanos incluso obtenían el triunfo matemático a falta del último sprint, en el que España y Australia se presentaban separadas por apenas dos puntos: la que quedase por delante se llevaba la plata. Y Torres no dio opción al quedar segundo en esa ‘volata’ final en la que ni siquiera entraron los rivales. Así llegaba el segundo metal logrado en un Mundial por la dupla Torres-Mora tras el bronce de Londres 2016, aunque el menorquín fue campeón del mundo con David Muntaner en 2014 y subcampeón en Minsk 2013.
Casas, décima
Helena Casas completaba una interesante actuación en el keirin, ya que no pudo calificarse en su serie pero lograba meterse en semifinales por el difícil camino de las repescas, al ganar la suya. Ela semifinal no tuvo opciones, como tampoco en la final B en la que acababa cuarta y por tanto décima, quedándose a un solo pouesto de su mejor resultado, en Minsk 2013.
«He comenzado con muy buenas sensaciones a pesar de que no pude pasar en primera ronda por quedarme encerrada, pero lo he podido solucionar en la repesca, remontando a Voinova. La lástima ha sido en la semifinal en la que la rusa se paró una vuelta antes al no sonar la campana y me descolocó un poco. Pienso que hubiera sido posible entrar en la final absoluta porque iba muiy bien colocada. Y en la final B me tocó por sorteo salir la última, lo que acusé en una carrera muy movida e incluso peligrosa, pero puede remontar dos posiciones. Está claro que me hubiera gustado estar en la final A, pero con el nivel que había, con todas las ciclistas que se han quedado fuera, tengo que valorar muy positivamente este resultado y me voy con mejor sabor de boca después de la decepción del miércoles en la velocidad por equipos. Me voy un poco más contenta por ello». manifestaba la catalana.
En la final absoluta, sorpresa con la victoria de Nicky Degrendele, por delante de Wai Sze Lee y Simona Krupeckaite, impidiendo que Kristina Vogel y Alemania se fueran con el pleno, ya que la ‘kaiserin’ solamente pudo ser hoy sexta.
La selección anfitriona se tomaba la revancha en el kilómetro, tras la temprana eliminación de sus hombres en la velocidad, con el triunfo de Jeffrey Hoolgland y el bronce del veterano Theo Bos, frustrando las aspiraciones del doblete de Mathew Glaetzer -ganador ayer de la velocidad-, que se tenía que conformar con la plata. Pero lo más relevante es que todos ellos bajaron del minuto -a nivel del mar- tanto en la clasificatoria como en la final, en la que marcaron 59.459, 59.745 y 59.995.
Fuera de la final se quedaba el vigente campeón, François Pervis, lo mismo que Pepe Moreno, decimoctavo al final, aunque al castellano-manchego le cabía la satisfacción de haber superado su marca personal 1:01.957, frente a los 1:01.973 que tenía desde el Europeo de 2015.
Terminando con las fondistas, la neerlandesa Kirsten Wild se coronaba como la reina de Apeldoorn al lograr su cuarta medalla: tras la plata de la madison y los oros de scratch y puntos, sumaba un nuevo arco iris en una puntuación, imponiéndose en cinco de los diez sprints, y ganando vuelta cuando fue necesario. La norteamericana Jennifer Valente le plantó cara, quedándose a seis puntos (49 a 43), con la canadiense Jasmin Duëhrin completando el podio. En cuanto a la española Ane Iriarte, no terminó la prueba al perder dos vueltas.
Toda la información de las jornadas previas del Mundial a continuación.
3 marzo / 4ª jornada
Albert Torres se quedó bastante lejos de conseguir ese ‘arco iris’ en la primera de las dos pruebas en las que participa en este Mundial de Apeldoorn -que hoy ha vivido su penúltima jornada-, ambición que había declarado antes de viajar a los Países Bajos. A pesar de esta más fuerte que nunca, al menorquín se le torció el omnium desde el principio, terminando en una anónima decimotercera plaza -la peor jamás obtenida por Torres en esta disciplina- en una prueba que se decidió en el último sprint entre los hombres que llegaban destacados a la puntuación y con ventaja para el polaco Szymon Sajnok. El regusto amargo del resultado lo compensaba la alavesa Tania Calvo, con la sexta plaza en los 500 metros que se llevaba Miriam Welte, recuperando el título que había logrado en 2014 y ratificando el poderío germano entre las velocistas en la actual edición.
De todas formas, la gran estrella de la jornada fue la norteamericana Chloe Dygert, que a sus 21 años sumaba su segundo título mundial en persecución -y lleva otros tres más por equipos– batiendo dos veces el record del mundo. Su tiempo en la clasificatoria mejoraba en dos segundos la marca de su compatriota Sarah Hammer, lograda en la altitud de Aguascalientes: 3:20.072 a 3:22.269. Pero lo más significativo es que aventajaba a la segunda, la neerlandesa Annemiek Van Vleuten en más de nueve segundos.
Con esos tiempos estaba claro que la doblaría en la final, aunque con la duda de si se paraba la carrera cuando ello sucediera o continuaba la norteamericana para intentar ‘rebatir’. Esta fue la opción, y aunque fuese por apenas 12 milésimas, con 3:20.060 volvía a establecer una nueva plusmarca mundial. Y pese a que el papel de Van Vleuten quedó totalmente eclipsado por la norteamericana, no debemos olvidar que se trata de la campeona del mundo contrarreloj y que ésta era su tercera presencia en un velódromo. Y como en 2016, el bronce se iba para la también norteamericana Kelly Catlin.
Torres, cruzado
Volviendo con Torres, la decimocuarta plaza del scratch demostraba que estábamos ante un omnium atípico. «Ha sido muy lento y se ha jugado en las ultimas vueltas con un sprint. Llevaba un desarrollo para una prueba dura y no para un tipo de llegada así -en la que se imponía el neerlandés Jean Willer Van Schip-. He intentado pasar en las últimas vueltas, pero no han cambiado las posiciones», comentaba.
Más extraño aún era la ‘tempo race‘ en la que el marcaje entre los favoritos ha supuesto que muchos corredores cogieran vuelta y que Torres no sumase ni un punto, para terminar decimonoveno y finalizar la mañana en idéntica posición. El triunfo correspondía al portugués Ivo Oliveira, que pasaba a liderar la general empatado con Simone Consonni.
“Tendré que ser el triple de agresivo que en el Europeo, pero así son las carreras. El resultado no es el esperado, pero el trabajo que he realizado las ultimas semanas tiene que salir”, decía de cara a la eliminación y la puntuación. Desgraciadamente no salió y el español era eliminado a mitad de carrera, undécimo, en una prueba en la que también decía adiós a sus aspiraciones Oliveira, uno de los primeros en caer, y en la que se imponía Sajnok, por delante de Van Schip y Consonni, los tres ciclistas que llegaban destacados a la puntuación: polaco e italiano con 98 puntos y neerlandés, con 92. Torres era decimoctavo, con 38 puntos, lo que le suponía tener que ganar vuelta tres veces para enjugar la diferencia.
Y aunque el español quiso echarle coraje y se dejó ver en algunos momentos -y ganó un ‘bonus’ lo que le permitió subir hasta la decimotercera plaza final, lo cierto es que su cabeza debía estar ya pensando en la revancha de mañana en la madison.
«Bastante decepcionado por el resultado porque las perspectivas eran ambiciosas, quería luchar por el arco iris. Pero todo se nos ha complicado desde el principio. La desventaja con la que he llegado a la puntuación era casi imposible. He recuperado una vuelta, pero ya no tenía piernas para coger la segunda y me quedaba aún más desventaja. hay que asimilar esto, sobre todo pensando en la cita de mañana con Mora. Me quedo con que, aunque los resultados no hayan acompañado, las sensaciones dentro de lo que cabe han sido buenas. A descansar y pensar ya en mañana», terminaba Torres.
El protagonismo de la prueba fue en todo momento de los tres líderes, incluso después del ‘regreso’ de Oliveira con una vuelta ganada, que solo le permitiría ser cuarto, o una caída de Van Schip, más aparatosa que efectiva, puesto que el neerlandés llegaba empatado a puntos con el polaco al último sprint, pero éste fue más fuerte e inteligente, logrando el título con 111 puntos, frente a 107 del local y 104 del transalpino.
Mejor resultado para Calvo
Por su parte Tania Calvo lograba el mejor resultado de su carrera en los 500 metros, superando la séptima plaza de Minsk 2017 y del año pasado en Hong Kong. Por las mañana había marcado 33.924, lo que le suponía entrar como octava a la final. Por la tarde no mejoraba su tiempo (33.996), pero lo hacían peor dos de sus rivales, lo que le suponía ‘ascender’ a la sexta plaza. Junto a Welte (33.150) en el podio, la rusa Daria Shmeleva (33.237) y la neerlandesa Elis Ligtlee (33.484).
La madison femenina quedó devaluada en el momento en que se supo de la ausencia de Lotte Kopecki, ya que las belgas -defensoras del título- no estuvieron en carrera en ningún momento, en una prueba en la que ninguna dupla ganó el ‘bonus’, aunque la mayoría de ellas la perderían.
Desde el principio la batalla estuvo entre las neerlandesas Kirsten Wild y Amy Pieters y las británicas Katie Archibald y Emily Nelson, que sustituía a última hora a Ellinor Barker tras su caída ayer en el omnium, aunque sin resentirse, ya que poco a poco comenzaron a incrementar sus diferencias gracias a los sprints intermedios.
Por detrás, estaba la batalla por el bronce, con la ‘posición ganada’ para las italianas Letizia Paternoster y Maria Giulia Confalonieri, a pesar de la amenaza final de las danesas por intentar arrebatarles la plaza en el podio.
La jornada se completaba con la velocidad masculina, que a lo largo del día vivió cuartos de final, semifinales y finales. A estas llegaron el australiano Matthew Glaetzer y el joven británico Jack Carlin, con victoria cómoda del primero en dos enfrentamientos, lo mismo que del francés Sebastian Vigier sobre el alemán Maximilian Levy en dos mangas.
2 marzo / 3ª jornada
«Después de dos años con muchos problemas físicos, puedo decir que he quedado satisfecho de esta puntuación. Tampoco podía pedir mucho más porque sólo he entrenado cuatro días en velódromo, en Valencia, justo una semana antes de venir a Holanda y así es muy difícil estar con los primeros tanto en persecución olímpica como en puntuación». Así resumía Eloy Teruel su actuación en la puntuación, saldada con un notable octavo puesto, y que registró el esperado triunfo de Cameron Meyer, que así se hacía con su quinto título en esta disciplina, tras los logrados en 2009, 2010, 2012 y 2017.
Y además, con una absoluta superioridad. En una carrera en la que hasta cinco corredores ganaron dos vueltas y siete, una, el australiano lo supo hacer en el momento oportuno. Primero, poco antes de mitad, llevándose el ‘bonus’ y tres sprints ganados que le permitieron ponerse como líder. Y luego en el tercio final, junto al español, precisamente en el momento en que sus más directos rivales como Jan Willem Van Schip, Mark Stewart, King Lok Cheung o Danny De Ketele se movieron para amenazar, aunque sin la autoridad del ‘aussie’ que triunfaba con 70 puntos, por 52 del neerlandés -que accedía a la plata al ganar el último sprint- y del británico. Para el español, 38 puntos.
Teruel comenzaba la carrera ganando los dos primeros sprints en solitario, merced a una escapada inesperada. «Al principio me han dejado un hueco y he decidido seguir. Pensaba que iban a parar y podía coger vuelta pero no ha sido así y luego lo he pagado. He ido toda la carrera a contrapié. También pienso que me he equivocado con el desarrollo, ya que he puesto menos que otros años (54×15 frente a 51×14) y creo que iba un poco pasado de cadencia al final. Cuando Meyer ha atacado, he podido seguirlo y coger vuelta pero ya era tarde para llegar a las medallas».
Por su parte, Ana Usabiaga terminaba el omnium en el puesto 16, en el que Kirsten Wild ratificó su excelente estado de forma y no dio opciones a sus rivales. La neerlandesa ganó el scratch y la eliminación y controló bien una puntuación en la que sus rivales directas se inhibieron, lo que les supondría a Elisa Balsamo, Jennifer Valente y Elinor Barker -lastrada por una caída en la eliminación- perder la opción de estar en el podio, desbancadas por dos corredoras más valientes en la última prueba, la danesa Amalie Dideriksen, ganadora de una vuelta y segunda con 112 puntos frente a loas 121 de la ganadora, y la neozelandesa Rushlee Buchannan, con dos ‘veintes’ y tercera al final con 106 puntos.
En cuanto a la española, decimotercera en el scratch y decimosexta en la japonesa, hizo una notable eliminación -pese a verse involucrada en la misma caída de Barker-, décima, que le llevó a subir hasta el undécimo lugar, aunque el hecho de que algunas rivales directas ganasen vuelta jugó en su contra y descendía a la decimosexta plaza final.
Vogel, undécimo ‘arco iris’
La otra gran protagonista de la jornada era la germana Kristina Vogel, que lograba su undécimo título mundial -cuarto en esta disciplina, junto a otros tantos en la ‘olímpica’ y tres en keirin- al batir en la final, como en 2017, a la australiana Stephanie Morton. La única diferencia respecto a Hong Kong era la presencia en el podio de la joven germana Pauline Grabosch, que desbancaba a Wai Sze-Lee, que se llevó el bronce en el enclave chino.
Australiana y germana llegaron a la final sin demasiados problemas, la primera avalada por su mejor tiempo sin perder un solo enfrentamiento; la segunda haciendo valer su experiencia. Y aunque la final se decidió en el desempate, quizá fue más por la precipitación de la germana en la segunda manga, que perdería, que por la rivalidad de la oceánica. Para Tania Calvo al final, la decimonovena plaza.
Como preveíamos, el torneo de persecución tuvo un gran nivel, a pesar de las ausencias australianas y sin presencia española, con cuatro hombres por debajo de 4:14 en las clasificatorias. El mejor tiempo del portugués Ivo Oliveira no le sirvió para superar a Filippo Ganna en la final (4:13.607 a 4:15.428), mientras que el estilo ‘de menos a más del ruso Aleksander Evtushenko le daba el bronce con 4:17.786 ante el británico Charlie Tanfield.
La jornada se completaba con el inicio de la velocidad masculina, con un mejor tiempo de Jefrey Hoogland en los 200 (9.674) que no le valdría de mucho, ya que tanto él como su compatriota Harrie Lavreyssen (cuarto, 9.709) caían en octavos de final. Por su parte Juan Peralta terminaba en el puesto 30º, con 10.112, insuficiente para calificar en una ronda al más alto nivel: y es que el ‘corte de los 28 primeros estuvo en 10.072.
Este sábado por la mañana, enfrentamientos de cuartos con Owens-Levy, Glaetzer-Dmitriev, Vigier-Rudyk y Carlin-Dawkins. Por la tarde, semifinales y final.
Órdenes de salida y resultados
1 MARZO
Jornada 2: Cañellas y Peralta recuperan la ilusión para España
Las notables actuaciones de Xavi Cañellas en el scratch, séptimo, y de Juan Peralta en el keirin, undécimo, hicieron recuperar la ilusión en la selección española en la segunda jornada del Mundial de Apeldoorn, después del aciago inicio del miércoles. Un día en el que se coronaban respectivamente el bielorruso Yauhenni Karaliok y el colombiano Fabián Hernando Puerta, así como los equipos de persecución de Gran Bretaña, masculino, y Estados Unidos, femenino.
Cañellas comentaba antes de salir que «todos quieren que la carrera vaya rápida y que no se decida al sprint. Por eso voy a salir con menos desarrollo del habitual pare reaccionar mejor a los cambios de ritmo. No sé cuantas balas podré gastar, pero intentaré estar ahí, porque la carrera no se decidirá al sprint». En efecto, a mitad de carrera, Karaliok junto al australiano Callum Scotson y al italiano Michele Scartezzini ganaban vuelta, aunque el transalpino lo hacía de forma agónica sin poder dar un relevo. Ninguno de los ataques posteriores tuvo tanta entidad por lo que estaba claro que entre ellos se jugarían los metales, con la segunda plaza para el italiano, recuperado en esas vueltas en el seno del pelotón.
Pese a que las medallas estaban decididas, Cañellas quiso ser protagonista como había anunciado. «Al principio estuve a ver la carrera, a controlar. La pena es que cuando arrancaron no estaba a rueda. Para salir tenía que gastar mucho, mucho, y no sabía si iban a ser unas balas necesarias, ya que no estaba claro si iban a ganar vuelta o no, aunque al final hayan doblado. A falta de quince, ha habido un parón y nos hemos ido el ucraniano y yo. Aunque él iba mejor yo y me daba unos relevos muy fuertes, lo he dado todo para llegar. Nos han pillado primero Ivo Oliveira y luego en meta me ha pasado uno de los que venía del pelotón. Al final séptimo, que creo que es para estar contento».
Final B para Peralta
Por otro lado, en el keirin Juan Peralta quedaba undécimo -quinto en la final B- en un torneo en el que el colombiano Fabián Puerta se hacía con el oro -ese que se le escapó en el Mundial de su país, en Cali 2014 ante François Pervis-, por delante del japonés Tomoyuki Kawabata y el alemán Maximilian Levy.
El español se clasificaba para la segunda ronda tras ganar su repesca y así nos contaba su trayectoria. «La repesca ha sido un éxito. Ganar una serie en un Mundial es algo muy complicado. Iba detrás de Webster y me acordaba de una táctica que hizo en los Juegos Olímpicos de ir tensando hasta que ganó. Y es lo que ha hecho, solamente que le he pillado el rebufo y le he podido pasar. Una alegría inmensa. En la semifinal me ha tocado el uno, y ha sido rara. Ha dejado mucha distancia el holandés -Harrie Lavreysen, ganador de la serie- y he dudado, pero él sabía que la remontaba. Era su distancia y me ha pasado porque estaba muy fuerte. Una pena porque entrar en la final hubiera sido el no va más. Pensándolo fríamente quizá me tendría que haber subido al peralte y arrancar con él, y quizá habría quedado segundo. Pero a toro pasado todo se ve muy fácil. La final ha sido muy rápida, he intentado buscar la rueda de Vynokurov, pero se ha tensado delante y hemos llegado uno detrás de otro, nadie ha podido pasar. De todas formas contento, ya que es mi mejor resultado en un Mundial y cada vez tengo más confianza en esta prueba».
En cuanto a las finales de persecución por equipos, en la masculina ningún problema para Gran Bretaña, aunque Dinamarca llevó la delantera hasta mitad de carrera. Charlie Tanfield, Ethan Hayter Ed Clancy y Kian Emadi terminaban con un notabilísimo tiempo de 3:53.389 frente a los 3:55.232 de Dinamarca (Niklas Larsen, Julius Johansen, Frederik Madsen y Casper Von Folsach). En cuanto a la final B, Italia no daba opción a Alemania, pese al mejor inicio de estos, logrando un bronce que le suponía regresar a un podio, algo que ¡no lograban desde finales del siglo XX. Los artífices, Simone Consoni, Liam Bertazzo, Filippo Ganna y Francesco Lamon. Curiosamente en esta disciplina subían todos los equipos al podio con solo cuatro corredores, a diferencia de lo ocurrido el miércoles con las velocidades.
También la selección italiana femenina se hacía con el bronce -rompiendo una tradición anglosajona de podios completos desde 2008-, en esta ocasión con Elisa Balsamo, Simona Frapporti, Tatiana Giuderzo, Letizia Paternoster y Silvia Valsecchi, ganando en la final B a Canadá como ‘aperitivo’ a lo mejor de la tarde: la final absoluta entre Estados Unidos y Gran Bretaña.
Y es que la cuarteta formada por Katie Archibald, Laura Kenny, Elinor Barker y Emily Nelson tomó la delantera hasta poco después del segundo kilómetro. Fue el momento en que las norteamericanas se habían quedado con tres…. y emergió la figura de Chloe Dygert, con relevos larguísimos que permitieron a Estados Unidos enjugar la desventaja, ponerse por delante y revalidar el título: 4:15.669 a 4:16.980. Jennifer Valente, Kelly Catlin y Kimberly Geist completaron ese podio.
La jornada se completaba con el inicio del torneo de velocidad. Tania Calvo comenzaba los 200 con el decimoséptimo registro -11.126, con la australiana Stephanie Morton marcando el mejor tiempo, con 10.645- por lo que se veía emparejada en dieciseisavos con la ucraniana Liubov Basova, que le precedía en la clasificación, con apenas 25 milésimas menos. Un enfrentamiento bastante accesible, pero que no pudo superar, por lo que el viernes terminará en decimoctavo lugar.
Este viernes finalizará este torneo de velocidad, con las dos últimas rondas. De momento en semifinales tenemos a Morton contra Wai Sze Lee (Hong Kong) y a las germanas Pauline Grabosch-Kristina Vogel, en un resultado bastante adaptado a lo que fue la realidad de los 200 metros.
28 FEBRERO
Jornada 1: Países Bajos y España, cara y cruz
Países Bajos ha ratificado que quiere brillar en casa y en la primera jornada de los Campeonatos del Mundo de Apeldoorn (Países Bajos) ha logrado dos medallas de oro y una de plata. Por el contrario, la jornada ha sido bastante negativa para España, en especial en la velocidad por equipos femenina en la que el objetivo de Tania Calvo y Helena Casas de igualar o mejorar la clasificación de Cali 2014 se venía abajo en la primera ronda, que no lograban superar, con una novena plaza que sabe a muy poco.
«Estamos un poco decepcionadas porque esperábamos un mejor tiempo y otro puesto. Pero no hay que dejarse derrotar por este mal resultado y coger fuerzas para agosto, que es cuando empieza la clasificación olímpica con los Europeos de Glasgow», comentaba Helena Casas. Y es que los 33.393 de la dupla española -y en especial el 14.719 del segundo giro- dejaban a España fuera del ‘corte’ y sin poder aprovechar una oportunidad única en este Mundial marcado por las numerosas ausencias.
Una prueba que estuvo marcada por el regreso a lo más alto -desde Cali 2014 no lo lograban- de la dupla alemana Kristin Vogel-Miriam Welte, si bien la joven Pauline Grabosh ocupaba el puesto de arrancadora en la primera ronda. Las germanas derrotaban en la final a la selección neerlandesa (32.605 a 33.124), que alineaba a dos equipos diferentes: Laurine Van Riessen y Hetty Van de Vouw en la clasificatoria, y Kyra Lamberink y Shane Braspenninckx en las dos últimas. Rusia (Daria Shmeleva y Anastasia Voinova) cedía su dominio de los dos últimos años, para conformarse con el bronce.
La plata de esta prueba fue el peor resultado de la selección anfitriona, ya que en la prueba masculina se hacían con el oro, ratificando el gran trabajo premundialista realizado. Nils Van’t Hoenderdaal, Harrie Lavreyssen y Mathijs Buchli marcaban los mejores tiempos en clasificatoria y primera ronda y en la final -con Jefrey Hoogland en el último relevo en vez de Buchli- derrotaban holgadamente a una Gran Bretaña que usó a sus cinco corredores: los campeones olímpicos Jason Kenny y Philip Hindes, junto a los ‘nuevos’ Jack Carlin, Ryan Owens y Joseph Truman: 42.727 a 43.231. Francia, con François Pervis y Sebastian Vigier, como fijos, con Quentin Lafargue y Michael D’Almeida alternándose en la vuelta final, completaba un podio en el que se echó en falta a Nueva Zelanda, que con el sexto puesto desaparecía de un podio en el que había estado de forma ininterrumpida desde 2013.
Para España, décima plaza, aunque al principio se le dio la undécima, pero la descalificación de Polonia supuso para Alejandro Martínez, Juan Peralta y Pepe Moreno igualar la décima plaza de Hong Kong, un resultado más que aceptable para el trío español, con tiempos prácticamente similares a los de entonces: 44.665 a 44.695. «Contento porque seguimos en la línea y hemos estado al nivel del último Mundial», se sinceraba el seleccionador, Salvador Meliá.
La tercera medalla local -también de oro- llegaba tras una portentosa exhibición de Kirsten Wild, que dominó en todo momento la carrera y cuando lanzó el ataque definitivo dejó fuera de juego al resto de favoritas, en especial a la británica Katie Archibald que reventó en su intento de seguir a la ‘oranje’. La belga Jolien D’Hoore y la danesa Amelie Didericksen completaban un podio de lujo, en una carrera en la que la campeona saliente, la italiana Rachele Barbieri, no se dejó ver en ningún momento y en la que Ane Iriarte, decimoctava, pasó totalmente desapercibida.
La sesión se completó con las clasificatorias de persecución masculina y femenina, y en el caso de ellos, con la mal llamada primera ronda. Gran Bretaña (Charlie Tanfield, Ethan Hayter Ed Clancy y Kian Emadi) marcó el mejor tiempo en la clasificatoria y aseguró su pase a la final al superar a Alemania sin problemas. Más emoción hubo en el duelo entre Dinamarca e Italia, saldado por cuatro décimas para los primeros, pero con mejores tiempos que los británicos (3:54.496 a 3:54.884), que daba a los primeros el pase a la final absoluta de mañana y a los italianos un amargo puesto en la consolación, frente a los germanos.
En cuanto a España, se cumplieron los peores augurios y Xavi Cañellas, Vicente García de Mateos, Eloy Teruel e Illart Zuazubiskar no pudieron pasar de la decimosexta y ultima plaza, pero con un más que discreto tiempo de 4:10.677, a diez segundos del corte. Desgraciadamente, lo que se temía.
Y terminando con las féminas, Estados Unidos (4:18.836) y Gran Bretaña (4:19.177) marcaron los dos mejores tiempos en un torneo que continuará mañana con la primera ronda y las finales.
Previa Mundial pista
Un total de tres títulos se dilucidarán en la primera jornada de los Campeonatos del Mundo de Apeldoorn (Países Bajos) y cuya sesión vespertina, de 18:30 a 21:40, será ofrecida en Eurosport 2, con comentarios de Antonio Alix y Luis Román-Mendoza.
La velocidad femenina (18:30, clasificatorias; 19:30, primera ronda y 20:28 finales) se presenta como una oportunidad para la dupla española, formada por Tania Calvo en la primera vuelta y Helena Casas en la segunda, de intentar igualar e incluso mejorar el sexto puesto obtenido en Cali 2014, ante la ausencia de Francia, Lituania, Canadá, Australia e incluso Colombia, aunque la lucha por las medallas parece circunscrita a cuatro selecciones.
Rusia (Daria Shmeleva y Anastasia Voinova) ha sido campeona en los dos últimos Mundiales y parte como favorita, con permiso de las chinas, que tienen a Yufang Guo junto a la campeona olímpica Tianshi Zong; de las anfitrionas neerlandesas, que no pisan el podio desde 2007, pero que querrán hacer valer el ‘factor cancha’ con Laurine Van Riessen en la primera posta -al menos en la clasificatoria- y Hetty Van de Vouw, y de las germanas Kristina Vogel y Miriam Welte, ganadoras de la última Copa del Mundo, con tres títulos mundiales en su palmarés y el oro en Londres… aunque la multicampeona cederá su primera vuelta en la clasificatoria a la prometedora Pauline Grabosch.
Amenaza ‘oranje’ para los kiwis
La masculina (18:50, clasificatorias; 19:41, primera ronda y 20:36 finales) tiene en el experimentado equipo neozelandés -ganadores 2014, 2016 y 2017 y descalificados en la final de 2016-, con Sam Webster, Ethan Mitchell y Eddie Dawkins, al equipo a batir, aunque en este caso la selección ‘oranje’ presenta un potentísimo trío que aspira a lograr el triunfo por primera vez, con Jefrey Hoogland, Harrie Lavreyssen y Mathijs Buchli, con recambios de garantías: el año pasado usaron hasta cinco hombres y en la primera ronda arrancarán con Nils Van’t Hoenderdaal.
A pesar de haberse impuesto en el Campeonato de Europa en octubre, Francia -también ganadora de la Copa del Mundo-, cambia su arrancador, utilizando ahora a François Pervis, seguido de Sebastian Vigier y Quentin Lafargue. También tienen la condición de ‘outsiders’ la siempre sólida Alemania, con Robert Fostermann, Maximilian Levy y Joachim Eilers, y una Gran Bretaña con muchos mimbres, en el que se destaca el retorno del que parecía retirado tricampeón en Rio, Jason Kenny -junto a Philip Hindes, aunque en la primera ronda optará por los ‘nuevos’ Jack Carlin, Ryan Owens y Joseph Truman.
Para el trío español, con Alejandro Martínez, Juan Peralta y Pepe Moreno en este orden, meterse entre los ocho mejores parece francamente imposible, por lo que estar al nivel del décimo puesto de Hong Kong podría ser el gran objetivo para el trío español, que tiene un amplio margen de mejora a medio plazo.
Finalmente tendremos el scratch femenino (19:12, final directa a 40 vueltas), en el que la italiana Rachele Barbieri defiende título -ganadora además de la Copa del Mundo-, y tendrá que vérselas con ciclistas como la británica Katie Archibald, la belga Jolien D’Hoore, la danesa Amelie Didericksen -en vez de la campeona continental, Trine Schmidt-, la neerlandesa Kirten Wild, la suiza Aline Seitz o la eslovaca Alzbeta Bazikova. Por España debuta la vasca Ane Iriarte, que llega avalada por un séptimo puesto en el Europeo de Berlín o un décimo en la Copa del Mundo de Manchester
Sin opciones para la cuarteta
La jornada habrá tenido por la mañana (14:00-17:07) una sesión dedicada exclusivamente a las clasificatorias de la persecución por equipos. En el caso de los hombres, la mal llamada primera ronda se dilucidará por la tarde (20:40), para pasar con las finales el jueves; en el caso de las mujeres, continuarán su torneo al día siguiente.
España -con Xavi Cañellas, Vicente García de Mateos, Eloy Teruel e Illart Zuazubiskar- intentará mejorar la imagen de las últimas competiciones, en una prueba en la que está presente debido a la renuncia de Australia, y en la que quedar por encima de la duodécima plaza sería un éxito.
Precisamente la ausencia de los ‘aussie’ coloca como gran favorita a la renovada selección británica, en la que entra la revelación de la temporada, Charlie Tanfield, del equipo KGF, junto al también novel Ethan Hayter, el veteranísimo Ed Clancy y otro clásico de los últimos años como Kian Emadi. Nueva Zelanda, con Campbell Stewart, junto a los vigentes subcampeones Regan Gough, Dylan Kennett y Nicholas Kergezou; Francia (Benjamin Thomas, Adrien Garel, Florian Maitre y Lois Pijouirlet, pero sin Corentin Ermenault), e Italia (Simone Consonni, Liam Bertazzo, Filippo Ganna y Francesco Lamon) -campeón y subcampeón de Europa vigentes- son otros equipos que lucharán por el título.
En cuanto a las féminas, Estados Unidos aspira a revalidar el oro logrado en Hong Kong con la misma cuarteta -Chloe Dygert, Kelly Catlin, Kimberly Geist y Jenniffer Valente-, pero con la amenaza de la selección de Gran Bretaña en la que entrará Laura Kenny, en la única prueba en la que puede tomar parte al no tener puntos, y que supone su regreso a los velódromos tras su doblete olímpico y su maternidad. En la clasificatoria matinal estará acompañada de Archibald, Elinor Barker y Emily Nelson. Canadá y Nueva Zelanda también aspiran a los metales.
Todos los campeones del mundo españoles en la historia
R.M. / Ciclo 21
Con la única excepción de la cuarteta australiana masculina de persecución y del también aussie Jordan Kerby, ganador de la individual, todos los vigentes campeones del mundo de pista estarán en los próximos Mundiales, que se celebran desde el próximo miércoles, 28 de febrero, hasta el domingo 4 de marzo en Apeldoorn (Países Bajos). Será la segunda vez que esta localidad neerlandesa, de 160.000 habitantes, situada en el centro del país, acoja unos Mundiales de esta disciplina, tras los celebrados en 2011, aunque suele ser una sede habitual de otros eventos, como la Copa del Mundo y también en ciclismo adaptado.
Un Campeonato del Mundo que será el ecuador del ciclo olímpico, la última gran prueba en la que no existirá la tensión de sumar puntos para la clasificación para los Juegos, que, aún sin conocer los criterios exactos, comenzará en otoño con la próxima Copa del Mundo -aumentada hasta las seis pruebas puntuables- y que se extenderá durante dos años hasta los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Esta es precisamente la primera razón por la que Australia ha optado por acudir con sólo cuatro pistards, los velocistas Stephanie Morton y Matthew Glaetzer -que en Manchester se convertía en el primer hombre en bajar del minuto en el kilómetro a nivel del mar-, y los fondistas Cameron Meyer y Callum Scotson -aunque todos ellos con opciones de medalla-, y apostar por los Juegos de la Commonwealth, en la primera quincena de abril en su propio país, concretamente en Gold Coast, como gran objetivo de la campaña.
La segunda característica relevante de este Mundial tiene un tono más ‘frívolo’ -sin negar la indudable clase de ambos protagonistas, por supuesto-, en el regreso a las competiciones de la pareja Jason Kenny-Laura Trott -ahora conocida por su apellido de casada, Kenny-, tras su notable éxito en los Juegos de Río, en los que él se llevó los tres títulos de velocidad -individual, por equipos y keirin- y ella también hizo pleno, omnium y persecución por equipos, lo mismo que había hecho en Londres, sin olvidar su reciente paternidad: su retoño Albert nació el pasado verano. Dado que ambos no tienen puntos, solamente podrán intervenir en las pruebas por equipos, en donde Gran Bretaña afronta -igual que en su equipo técnico- una profunda remodelación. En el caso de la velocidad masculina, uno de sus triunfadores olímpicos, Callum Skinner, ha optado solamente por el kilómetro, dando entrada a tres jóvenes; en el de la persecución masculina, se destaca la presencia de dos jóvenes valores del equipo KGF, en especial Charlie Tanfield, que en Minsk se quedó a muy pocos segundos de batir el record del mundo de Jack Bobridge.
La cuarteta femenina presenta menos novedades, en una prueba en la que Estados Unidos es la gran favorita para revalidar el título logrado el año pasado en Hong Kong, mientras que la dupla femenina intentará ir ganando ‘caché’ tras el fracaso que supuso quedarse fuera de la cita olímpica. En todo caso, las principales bazas de los británicos volverán a ser sus féminas Katie Archibald y Elinor Barker, vigentes ‘arco iris’ en el omnium y la puntuación, que aspiran a coronarse también en la madison en la que la pareja campeona, las belgas Jolien D’Hoore y Lotte Kopecky, podría romperse por una reciente caída -posible fisura de radio- de esta última que la mantiene en duda para el Mundial.
Sin embargo, el máximo protagonismo en este Campeonato puede estar en la propia selección anfitriona, que ha preparado minuciosamente este evento en el velódromo de Anadia (Portugal), con una pléyade de velocistas de auténtico nivel como Jeffrey Hoogland, Matthijs Buchli, Harrie Lavreysen -¡ojo con él!-, Laurine Van Riessen o Shanne Braspespenninckx, a los que ha unido fondistas de garantías como Kirten Wild -que llega con tres medallas de la última Copa del Mundo en Minsk- o Jan Willem Van Schip.
Un equipo que puede frustrar las aspiraciones de los ‘kiwis’ Edward Dawkins, Etham Mitchell y Sam Webster de estar por cuarta vez en lo más alto del podio, aunque no para impedir la condición de favoritas de otras duplas femeninas como China, Rusia o Alemania, donde Kristina Vogel volverá a ser la referencia en las pruebas cortas, lo mismo que el velocista ruso Denis Dmitriev, un fijo de los podios en el último ciclo olímpico que por fin se coronaba en Hong Kong.
Terminamos este primer acercamiento a los grandes referentes del Mundial con los fondistas franceses Benjamin Thomas y Morgan Kneisky; el primero, doble ganador del omnium y la madison, precisamente haciendo pareja con el segundo, que sabe lo que es ganar la americana en un Mundial con tres compañeros diferentes. Nuestros Albert Torres y Sebastián Mora aspiran a lo mismo, aunque de ello hablaremos mañana.
Como es habitual, el Mundial se disputa en ciclo jornadas, con veinte títulos en juego y, como ocurre desde el año pasado, con absoluta paridad entre hombres y mujeres: velocidad individual y por equipos, keirin, kilómetro/500 metros, persecución individual y por equipos, scratch, puntuación, omnium y madison. En ellas participarán algo más de 400 ciclistas (235 hombres y 172 mujeres) de 40 países, una participación superior a la del año pasado en Hong Kong. Todas estas jornadas tendrán una doble sesión: una matinal centrada en clasificatorias y primeras rondas y una vespertina desde las 18:30 y por espacio de unas tres horas, salvo la dominical, que se adelanta a las 13:30 y que será la única que no será ofrecida en directo por Eurosport.
El miércoles conoceremos los primeros campeones, en las dos velocidades por equipos y el scratch femenino, que tan brillantemente se llevó la italiana Rachele Barbieri; el jueves se finalizarán las competiciones de persecución por equipos masculina y femenina, y el scratch y el kerin, ambos para hombres.
La velocidad femenina terminará el viernes, justo el día que se inicia la masculina -que se prolongará un día más-, y se disputan también la puntuación y la persecución para ellos y el omnium para ellas.
El sábado será el turno del omnium masculino, así como tres pruebas femeninas (500 metros, persecución y madison), para terminar el domingo con el kilómetro, la madison masculina y la puntuación y el keirin femenino.